Cinco años

Cinco años

Todas las cosas tienen su fecha de comienzo y hasta que llega su final la costumbre nos lleva a celebrarlas con aniversarios. En este 11 del 11 de 2014, este cuaderno cumple años y lo más que se me ocurre decir es ¡qué pronto pasaron cinco años!

Sentir el paso del tiempo, la celeridad de los días y los meses, no me impedirá decir que también hay una conciencia del peso de este transcurrir en las cosas que rodean la existencia de esta bitácora y en las vidas de quienes se acercaron y se acercan a leer o comentar. Un peso que se hace gravoso en la situación económica, social y política por la que el mundo atraviesa y que se hace sentir de forma particularmente violenta en las clases más desfavorecidas. Y eso sigue siendo injusto; sobre todo, porque les roba a las personas, jóvenes, adultos o ancianos, el tiempo de su vida y la felicidad. Porque la indignidad de muchos dirigentes políticos, dirigentes empresariales, dirigentes sindicales o dirigentes religiosos, acaba pisoteando la dignidad de las personas honestas. Y porque no se atisban soluciones.

La corrupción y el robo perpetrados por las clases poderosas escapan con facilidad al control de la Justicia. Las gentes humildes, trabajadoras, desposeídas de sus trabajos, de sus bienes y de su futuro, son reas de unas leyes que las mismas clases dominantes corruptas han puesto en marcha a través de los políticos, que son los mismos. Así, todo exige una regeneración, un planteamiento nuevo. La clave está en el poder económico, en las oligarquías que controlan los mercados y acaparan y roban las riquezas en lugar de facilitar una redistribución de las mismas. Y en una nueva orientación de la Justicia, que debe exigir mayor pena para los delitos de los que más tienen u ostentan cargos de representación y gestión de la cosa pública, cuyas acciones delictivas se llevan a cabo desde una situación de privilegio, sin motivo ni necesidad para satisfacer sus necesidades básicas, causando un grave daño a las personas que formamos parte de la sociedad responsable y trabajadora.

Son cinco años de pesimismo. Aún así, desde el quinto aniversario de este cuaderno, deseo celebrar la vida que tenemos y la que nos queda por vivir, apostar por el crecimiento de una conciencia cívica y social que se extienda y permita acabar con las lacras actuales para que los próximos cinco años podamos celebrarlos de una manera más alegre y, sobre todo, sintiéndonos protagonistas de nuestros destinos en la recuperación de la dignidad de cada persona.

Con un abrazo. Salud.

14 comentarios en “Cinco años

  1. Hola, Julio :

    Aunque no deje por aquí siempre mis comentarios, que sepas sigo todos tus trabajos con mucha admiración.
    En este aniversario no podía faltar para felicitarte por esta labor tan admirable que realizas, la constancia,

    la pasión que pones en todo es sorprendente y digno de los mejores elogios ¡¡ enhorabuena !! .

    Con un abrazo, tu prima .

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    • Se oye alto y nítido, Rubén. Te agradezco este asomarte a tu ventana y te agradezco la cercanía de tu amistad, la misma que siento asomándome yo a la ventana de tus versos, hechos cuaderno virtual o libro, para emocionarme con cuanto dejas al lado de lo que tocas y haciendo que la tristeza de Días de quimio y rosas se convierta en algo menos doloroso y más esperanzador. Con un abrazo.
      Salud.

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  2. Mi enhorabuena, Julio, por todo lo que nos brindas a través de tu bitácora. Y no tengo más que sumarme a tu pesimismo, porque sí es necesario que veamos con total nitidez la situación social de abuso y explotación, sólo eso nos puede llevar a sacudirnos y ponernos en marcha. Algo se mueve, muy poquito a poco, así que quiero pensar y anhelar que nos aproximamos a procesos sociales de cambio.

    Para mi ha sido un placer conocerte y pasar por aquí.

    Te envío un abrazo.

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    • Amigo Raúl, muchas gracias por tu presencia en esta bitácora; haces que me sienta menos solo y que imagine que mis anhelos y sueños son, en cierta medida, compartidos, sabiendo que yo también comparto los tuyos y los de mucha más gente, esa misma gente anónima que me cruzo cada día en la calle y que sé que encierran la decidida esperanza de conquistar un presente mejor desde el realismo de un pesimismo que actúa como revulsivo de la acción.
      Es un placer compartido, Raúl, saberte próximo a través de tus comentarios y sentirte próximo en tus publicaciones en los foros de poesía y en tu bitácora. Con un abrazo.
      Salud.

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  3. Como soy optimista, pero no ciega, no puedo por menos de estar de acuerdo contigo en la visión del mundo que nos rodea. Quizá sea necesario todo este fango para crear tierra fértil en la que crezca el futuro.
    El hombre es capaz de todo lo peor y todo lo mejor y creo que la educación , la cultura, el conocimiento, la poesía nos hacen mejores. Gracias entonces por estos cinco años en que has traído todas estas cosas a nuestras casas (a la mía) con tu magnífico trabajo. Un privilegio seguirte y llamarte amigo.
    Felicidades por el aniversario.
    Un abrazo.

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    • Una felicidad, Pepa, poder recoger tus felicitaciones de aniversario. La verdad es que has expresado tan acertadamente la visión de un mundo necesario y necesariamente justo por encima del fango que ahoga al actual que no tengo más que añadir. Cierta la apreciación de la condición humana, tan capaz de la mayor depravación como de la más alta heroicidad y entrega, y me anima mucho la consideración positiva que haces de la cultura, la poesía y el conocimiento. Luego, me emocionas y me siento muy muy feliz de poder contar con tu amistad y la de tu compañero Rafa. Un abrazo, amiga. Salud.

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  4. Querido Julio, quiero felicitarte por tu magnífico y hercúleo trabajo.
    En ocasiones me ha hecho pensar, en otras reír, también suspirar viejas añoranzas., desde luego disfrutar. Sinceramente creo que tienes una “pluma” muy poética y generosa. Es un placer leerte y deseo que las “musas” no te abandonen.
    En palabras de Octavio Paz te traslado mis pensamientos, que tan magníficamente plasmó el poeta mexicano:
    “La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la esclavitud poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior”
    “ La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito.”
    “Aísla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente.”
    “Cada vez que el lector revive de veras el poema, accede a un estado que podemos llamar poético. el poema es vía de acceso al tiempo puro, inmersión en las aguas originales de la existencia. La poesía no es nada sino tiempo, ritmo perpetuamente creador”
    Un saludo
    Santi

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    • Amigo Santi:
      La poesía no es nada sin la compañía del lector y la recreación que hace del poema. Es una de las cosas que viene a decirnos Octavio Paz en la hermosa cita que acompañas de este hombre inconformista, comprometido hasta el punto de no callar la verdad ni ante sus viejos camaradas incapaces de apartarse con mirada crítica de la doctrina del partido. ¿Por qué? Pienso que porque Octavio Paz miró al mundo y vivió la realidad de su tiempo con la mirada y la experiencia de la poesía. Por eso, magistralmente, la definió con ese torrente de apelativos y cualidades.

      Amigo mío, yo no puedo pretender -ni desde muy lejos- alcanzar la visión y la capacidad de expresión de un hombre que fue poeta como Octavio Paz. Me faltan capacidades que no se adquieren con el trabajo y la práctica. Pero no creo que hagan falta tampoco para sentirme feliz cuando lo que queda expresado se convierte en algo inteligente en la conversación de personas como tú, sensibles e inspiradas, que perciben lo vivo y aman la vida y por eso, también, la valoran y la sufren. Sois lo que no pasáis en blanco por este mundo, quienes hacéis más grandes a los grandes como Octavio Paz e investís de dignidad a quienes murmuramos desde los rincones de esta casa grande de la poesía. Gracias, sinceramente, por ello. Yo no soy poeta en el recto sentido del término (flaco favor les haría a los de verdad), pero me siento próximo al río y las corrientes de sus venas y sus sangres, y admiro la vasta amplitud de su alcance.

      Por todo ello, celebrar cinco años en vuestra compañía, unas veces expresada en comentarios, otras en las lecturas calladas de los poemas, no me parece poca cosa. Lamento, eso sí, tener que comentar estos cinco años con un texto ácido, de carácter político y social, pesimista. Estuve a punto de borrarlo todo. Pero, al fin, es lo que tristemente veo y siento. Me gustaría que alguien pusiera otro punto de vista más amable. Estaría encantado de compartirlo. Pero, por hoy, basta así.
      Otra vez gracias y un abrazo.
      Salud.

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