Ya veo

 

                           playa lanzaroteña

Ya veo la escritura en la piel, espirales de tiempo
y agua de los carrizales, los párpados
cerrados.

Ya no miran los ojos hacia fuera; un vértigo
de sueños
discurre por el filo de los recuerdos, astas
de toro
en carne de memoria, lo que fuimos, la ilusión,
la ira, el nombre.

Ya veo las horas repetidas, ramo de flores
de plenitud de sonrisas, tus labios en el beso
de palabras susurradas envueltas de silencio,
olas alzadas
a los acantilados
del aire.

González Alonso

Poema publicado en la antología colectiva Universos Diversos. Componen la antología 22 autores, 11 mujeres y 11 hombres de distintos lugares de España y América. Coordinada la edición por Alonso de Molina, fue publicada por la editorial Alaire y presentada en Madrid el 26 de septiembre de 2009, y el 24 de octubre de este mismo año se presentará en Buenos Aires (Argentina).

Publicado en el libro de poemas «Lucernarios» (Ediciones Vitruvio-Colección Baños del Carmen.- Madrid 2016)

10 comentarios en “Ya veo

  1. Amiga Ana Villalobos:
    Tras la inicial sorpresa de encontrarte entre los comentarios de este poema ha venido la alegría de que, por fortuna o azar, haya sido así. Hace, bien es verdad, tres años largos en los que coincidimos con mayor o menor asiduidad en los foros de poesía en la red, y tres años de compartir lecturas. Puedo asegurarte que, por mi parte, tampoco ha decrecido el interés por tus versos, que leo con deleite cuando tengo ocasión. Ahora, a través de tu comunicado, he podido acceder a tu cuaderno de bitácora, hermosamente elaborado y con recuerdos tan entrañables como la reunión que vivimos en Málaga en el verano del año pasado y que compartimos con la amiga y estupenda poetisa que fue Blanca Sandino, a la que -también en este espacio- he querido rendir un pequeño tributo en forma de escasos pero sentidos versos.
    Gracias por estar aquí, por haber llegado. Me gustaría que te quedaras y poder, de vez en cuando, oir tu voz hecha palabra. Con un abrazo.
    Salud.

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  2. Hola, Julio, casi tres años leyéndote y me sigues emocionando profundamente, incluso con tus reflexiones. Bastante apartada de internet en los últimos meses, no sé cómo he llegado hasta el blog pero me alegra enormemente haberlo hecho y encontrarme, de nuevo, con tu palabra. Hoy no sólo me emocionan tus versos sino el comentario que te deja Agurtzane y que como dices, no lo dudo ni un segundo, debe ser de todos los que jamás hayas recibido el que más feliz te haya hecho.(Es curioso pero con frecuencia los que más cerca tenemos son los que menos nos leen, los que menos entienden esa necesidad de que el río suene impetuosamente o acalle su voz temporalmente).
    Una alegría encontrar este espacio donde poder seguir disfrutando de tu palabra y amistad.

    Un beso grande que te llegue al corazón

    Ana

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  3. Querido amigo Eloy, me siento orgullosamente agradecido de tus elogios y feliz de saber que te cuento entre quienes me quieren bien. Sólo por eso, amigo mío, merece la pena seguir escribiendo. Pero lo más importante es lo que subrayas de los lectores y aquellos comentarios, de una calidad y una calidez humana incomparables, que son los que verdaderamente dan sentido a este espacio y con los que, verdaderamente, como bien dices, aprendemos. Con un abrazo.
    Salud.

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  4. Amigo Julio, ya te dije que para mi era emocionante leer tus escritos y por qué era emocionante.
    También es un lujo leer las notas que te mandan, no sólo por esa «alma » que llevan en sí, sino por lo que enseñan.
    Da gusto comprobar que en unos «tiempos tan frios» haya personas tan sensibles.
    Te seguiré leyendo, tú sigue enseñándonos y deleitándonos. Gracias.
    Un abrazo.

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  5. Nunca he recibido un comentario que me haya hecho más feliz. Puedo decirte que yo te quiero porque te comprendo cada día y porque el tiempo ha ido tejiendo las mimbres del cesto de la convivencia sobre la que se construyen los afectos. La poesía, la escritura, es un río, a veces arroyo, a veces caudal de más anchas orillas, que me acompaña en silencio, con modestia, sin pedir nada a cambio. Cuando la llamo, viene; cuando no la llamo, tampoco me molesta. Yo me sé compañero de su voz, a veces. Pero la vida se ha ido haciendo de otros trabajos, otras dedicaciones, otros gozos. Ahora, tal vez por la casualidad y la oportunidad de la red, ha sido el momento de -no sin cierto pudor- dejar la puerta abierta al mundo, de los versos y otros escritos. No busco la admiración, sólo el placer de compartir una manera de experimentar este hecho existencial, mágico, de lo efímero de la vida. Y me alegra que, aunque sea ocasionalmente, también participes de las lecturas y reflexiones que, como puedes ver, no van más allá de lo que comunmente cualquier persona puede alcanzar. Soy un hombre corriente que ha decidido murmurar sobre la vida.
    Salud.

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  6. Cuando hace ya más de treinta años recibí tus primeros regalos acompañados de sencillos poemas no imaginé que compartiría mi vida con un poeta. Es cierto que hasta hace un par de años no volvió a manifestarse esa pasión tuya por escribir poesía, quizá por la necesidad de atender a otras prioridades o simplemente porque no lo necesitabas.
    Lo cierto es que gracias a la poesía has conocido a gente muy interesante con la que puedes compartir tu afición y recibir el reconocimiento que por parte de los de casa es más que escaso.
    No puedo decir que sea tu más fiel admiradora,ya que abundan por doquier, tampoco puedo decir que entienda todo lo que escribes, lo que si te puedo decir es que cuando lo entiendo me emociona, cuando me emociona estoy má cerca de ti y cuando estoy más cerca de ti te quiero como cuando me escribías aquellos sencillos poemas.
    Ahora,en este mismo instante, estoy emocionada y por eso lloro felizmente.

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  7. ¡Enhorabuena Yosco! Me alegro mucho haya iniciado este blog y que lo haya iniciado tan bien. Cada uno de sus escritos tienen su particular encanto, este poema es muy bonito y me ha dejado reflexionando un poco.

    ¡Felicidades! Estaré al pendiente de los poemas que vaya dejando en este blog.

    Un abrazo.

    Adriana

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    • Muchas gracias, Adriana; es un verdadero placer encontrar tus palabras de aliento y compañía en este poema que nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo: las aguas quietas de los carrizales -aún siendo limpias y buenas- ya no son las tempestuosas de la juventud; en la memoria se crecen los recuerdos hasta hacer daño (astas de toro…) cuando hay más tiempo por detrás que por delante; la piel refleja el paso de las experiencias -las buenas y las malas- junto con el paso del tiempo. Pero creo que hay un fondo de optimismo y gratitud por la vida en estos versos. No sé, es lo que me parece a mí como lector, pero cada cual puede interpretarlo a su manera. Con un abrazo.
      Salud.

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    • Amiga Ana:

      Es un honor y una alegría inaugurar esta btácora con un comentario tuyo en el poema de apertura. Gracias por tus felicitaciones y buenos deseos de andadura al lado de cuadernos tan magníficos como los tuyos, de los que tengo mucho que aprender. Con un abrazo.
      Salud.

      Julio.

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