Aire arriba

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Cantante Katy Perry

Aire arriba las faldas
me lleva por tus muslos al deseo
del placer de atracar entre tus nalgas. Eres mar
rugiendo embravecido de lujuria
en las olas alzadas de tus pechos
y es mi pasión bajel echando el ancla
en el puerto seguro de tu sexo.

En el enhiesto mástil de mi nave
eres vela inflamada por el viento;
aguas son que humedecen mi costado
de uno en uno, a la vez, todos tus besos.

Ignoro a qué costa de lascivia
arribará mi nave ni en qué arena
hundirá sus cuadernas y su quilla;
mas no importa si en esta travesía
igualará tan solo el don de amarte
el gozo de encallar entre los brazos
del fondo de tus playas y en tu orilla.

González Alonso

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12 comentarios en “Aire arriba”

  1. Un deleite, Julio, preciosísimas imágenes has dejado al vuelo de esa falda, el mar y el amar, el viento y el tiento de tu poesía, siempre elegante y sugerente en cualquier tema que toques, y en esto del amor o del amar, se te da de maravilla, sí. Me encantó.

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    • Confieso que poder leer estas palabras escritas de tu mano, me da alegría y seguridad. La opinión de alguien que, como tú, sabe tratar el tema amoroso y erótico desde cualquier punto de vista y tratarlo de manera magnífica, es algo a tener en cuenta a la hora de considerar la bondad o no de un poema que del amor trate. Y así hago. Gracias, amiga Isabel. Con un abrazo.
      Salud.

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  2. !Menudo recital de imágenes, Julio!
    !qué gozada para romper aguas de poesía esta mañana!
    El vino nuevo ya se está haciendo, por si algún día sirve para acompañar versos tan bien trabados (literatura y ritmo) como los que aquí dejas.

    Paco

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  4. No sólo es un placer perderse por entre estos versos que tan elegantemente le cantan al placer, sino que transmiten una alegría de vivir que, de verdad, me ha venido muy bien, a la vista de la insistencia con la que mi ánimo, últimamente, se empeña en volverme sombrío. Un fuerte abrazo, amigo.

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    • Ánimo, amigo Ramón. Son tiempos difíciles para todos y luego, de propina, la vida nos regala a veces con otras sorpresas difíciles de encajar. Pero está el amor, están los amigos, está la familia, está la poesía… y unas ganas enormes de vivir. Si en este trago estos versos te han servido de algo, aunque sólo una mínima distracción, ya me doy por contento. Con un abrazo.
      Salud.

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  5. Bueno, Julio. ¿Qué te puedo decir? Como ya imaginarás, me encanta la metáfora marítima para referirse al sexo (he solido usarla) y tú aquí la empleas con un arte y elegancia exquisitos. Aire arriba y vela al viento ha sido un verdadero placer seguir la estela de esta singladura. Que no ceda el deseo, ni tu genio poético y nos sigas ofreciendo versos tan hermosos como estos.
    Un abrazo.
    Pepa

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    • Amiga Pepa, nada más grato que tu compañía en esta singladura de versos. De todo lo demás, ¡qué te voy a decir! En estas materias amorosas yo sólo soy un aprendiz al lado de poemas como los que tú haces, así que lo único que me queda es seguir aprendiendo e intentando construir estos trabajos de la manera más digna posible. Con las gracias y un abrazo.
      Salud.

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  6. Hola, Julio:

    ¡Cómo me gusta esta concupiscencia poética, jajaja!
    Preciosas metáforas, todas, pero me parece muy bella la imagen que recrea:
    «las olas alzadas de tus pechos«.
    Una delicia para el té de este momento de sosiego. Gracias.

    daniela

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    • Bueno, amiga Daniela, al menos todavía estamos para concupiscencias, aunque sean poéticas, je,je,je… y si acompañan al té en sosiego y calma, me parecerá en todo perfecto. Acompaño yo tu té con el aradecimiento y una sonrisa para el momento.
      Salud.

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