Carta de abril

 

 

Bandos y mundos

Recuerdas abril. Los almendros florecidos
y dos repúblicas. Siglo veinte
de bandos y de mundos.
También el eco prolongado de una guerra
civil, los silencios, la tragedia
y el miedo del olvido
en las fosas. Recuerdas
las aguas del deshielo
y había que vivir
y el amor se abría paso
y abatía la tristeza en trincheras de besos,
en los abrazos del hambre
y en los tactos.

La alegría rompe las costuras de los sueños.

Tal vez, es verdad, no valga la pena recordar;
la risa es sin porqué y todo
lo que tienes que saber
es aprendido en el espacioso espíritu
de la locura
con que dios
salvó al mundo.

Los días tristes
se han ido. Abril
vuelve con sus muertes y los hijos
que llegan a los días felices.

González Alonso

32 comentarios en “Carta de abril

    • Gracias por la visita, Vicente, pero por lo que se refiere al poema no tiene nada que ver con un soneto, lo que me hace pensar que te confundiste de entrada al hacer el comentario. De todos modos, de nuevo te doy las gracias.
      Salud.

      Me gusta

    • Pues hecho, en cuanto me des tu dirección de correo (vía personal a través del correo electrónico), te envío un ejemplar de «Testimonio de la desnudez«; el de «Lucernarios» lo dejo a tu albedrío y con la librería que prefieras. Un abrazo grande. Salud.

      Me gusta

    • Ese sentimiento se agudiza cuando te encuentras con familiares de los distintos bandos de los muertos y asesinados en la guerra y la posguerra; sobre todo los familiares de los vencidos que fueron perseguidos, muertos o torturados. Es terrible. Ante el escenario de Siria, hoy, me echo a temblar. Gracias, Rubén, muy amable por tu parte contestar a esta carta.

      Me gusta

  1. Para mí abril es un mes muy especial: el mes de mi nacimiento -el mismo día que tu hija, aunque me inscribieron con un día de retraso por ser festivo el lunes de Pascua; el inesperado encuentro con un guapo mozo que más tarde llegaría a ser mi marido; tengo una encantadora nieta abrileña; y fue en el mes de abril cuando conocí en persona a mi tenor favorito -Alfredo Kraus- al que muchos tildaban de engolado y que a mí me pareció amable y afectuoso.
    Dicen los entendidos en la materia que los nativos en Tauro estamos regidos por Venus, el planeta del amor… No lo sé. Aunque nunca me he interesado por esa rama de la astrología, pienso que tiene que resultar interesante y muy poética.
    Tu carta de abril me trae tantos recuerdos… Podría ir desgranándolos, pero me extendería mucho. Me encantaría situarla en el estilo literario que le corresponde y no me siento capacitada para hacerlo. Ni falta que me hace, porque tu poesía me habla, me emociona, me interpela, me dice tantas cosas… Tal vez esté encuadrada en un subjetivismo lírico que la hace propia, llegando a todos.
    Ah, “los abrazos del hambre…” Tuve una abuela que “hacía de un santo dos” (“facía dun santo dous”, que se dice en Galicia) con lo poco que poseía, por eso los abrazos del hambre no estrujaban demasiado.
    Soy poco amiga del ordenador y amo la lectura en el papel. Como me imagino que tendrás libros editados, procuraré hacerme con alguno. ¿Cuál me recomiendas?
    Saudiña.

    Le gusta a 1 persona

    • Amiga Carmen, ¡qué quieres que te diga, abril es todo tuyo! La lectura que has hecho del poema es la de una persona que no solamente le gusta leer, sino que «sabe» leer. No es fácil con la poesía. Y te diré más, a mí me ayuda mucho recibir palabras y comentarios como el tuyo, llenos de inteligencia además de amabilidad, porque me informan de si ando despistado y por los cerros de Úbeda o si estoy algo acertado con la intención del poema. Así que, por todo, mi más sincero agradecimiento.

      Yendo con los libros. Tengo publicado en unas siete u ocho antolgías colectivas con otros autores. El próximo 27 se presentará la última en Bilbao: «Voces del Nervión» (Vitruvio), 14 autores entre los que se encuentran firmas más importantes que la mía y de lo que me siento orgulloso, como Jon Juaristi, Blanca Sarasúa, María Maizkurrena, José Fernández de la Sota… Pero, hasta el momento, solamente tengo 2 libros en solitario: «Testimonio de la desnudez» y «Lucernarios», que lleva el mismo nombre que el cuaderno.

      «Lucernarios» (Ediciones Vitruvio, Madrid.- Colección Baños del Carmen) lo puedes conseguir fácilmente a través de La Casa del Libro de cualquier ciudad. Es la manera más rápida. Creo que se vende a 11 euros. La Casa del Libro también lo distribuye a través de internet (puedes consultarlo), pero te harán comprar otro libro para no cobrarte los gastos de envío. Yo te aconsejo pedirlo en cualquier librería de La Casa del Libro. A través de otra librería también te lo enviarán, pero probablemente te tarde también más tiempo en llegar. El libro está prologado por mi amiga y poetisa o poeta Pepa Agüera.

      «Testimonio de la desnudez» (Fundación Jorge Guillén-Diputación de Valladolid.- 2015- Nº 11, Colección Maravillas Concretas) fue ganador ex aequo del II Premio Nacional de Poesía Treciembre. Es un libro de pequeño formato, bastante cuidado en su edición, y tiene para mí el aliciente de que entre los autores de esta colección figuran dos que me gustan mucho: Antonio Colinas y Clara Janés.
      Este libro se puede conseguir a través de la Fundación Jorge Guillén (pidiéndolo en librerías) y lo distribuyen desde Zaragoza. Pero, amiga Carmen, si me remites tu dirección de correo postal tendré mucho gusto en enviártelo como regalo y, si me lo permites, dedicado. No me des aquí tu dirección, envíamela de manera particular a alguna de estas direcciones de correo electrónico:

      leondar2050@gmail.com o bien a jgonal2000@yahoo.com

      Será un placer saber que me vas a leer y esperaré impaciente tus impresiones. Un abrazo hasta Galicia de este leonés afincado en el País Vasco.

      Me gusta

  2. Precioso como todo lo que escribes, Julio.

    «Abril vuelve con sus muertes y los hijos
    que llegan a los días felice
    s».

    Mi hija llegó un 20 de abril. Un día muy feliz.
    Un abrazo , salud y que canten los pájaros.

    Le gusta a 1 persona

  3. Nunca hay «una carta más echada a al correo de la red» si el que la escribe es un poeta como tú. Por tanto esta «carta» emana en cada verso la música de las emociones, añoranzas, dolor, esperanza… y es recibida de la misma manera por quien la lee con el mismo amor que tú la has escrito. Gracias, Julio, es un placer leerte.
    Un abrazo, amigo.

    Le gusta a 1 persona

      • Todos, al menos yo, creo que somos diletantes en esto del verso. Y no me parece poco ni cosa mala, amiga Isabel. Al menos, nos quitamos la presión de los grandes autores ante su obra y la responsabilidad de superarse indefinidamente a sí mismos ante sus lectores. No quiere decir esto que nosotros no nos superemos, pero yo lo intento sin presión alguna y siempre por placer, que encierra también la necesidad de escribir.
        Salud.

        Me gusta

  4. Querido Julio: Esperaba con ilusión tu carta de abril, pero son tantas las ocupaciones y preocupaciones que tengo que soportar durante unos días que prefiero leerla y saborearla como se merece en cuanto me sea posible ya que mi cabeza en estos instantes se encuentra a punto de “estoupar”, como decimos en Galicia en situaciones como la mía. Quiero deleitarme sosegadamente con su lectura, puesto que abril es un mes muy especial para mí.
    Salud y un fuerte abrazo.

    Le gusta a 1 persona

    • Amiga Carmen:
      Ante todo ocúpate de esos asuntos, si puede ser sin preocupaciones, que te invaden estos días; el poemita de abril puede esperar y además tampoco tiene tanta enjundia como para pensar que te perderías algo muy importante. Un abrazo grande hasta tu hermosa Galicia.
      Salud.

      Me gusta

    • Pareciera que todos los meses son iguales y repetidos; no es que abril sea un mes especial, ni marzo, ni enero, febrero… lo que ocurre es que cuando los pienso y pienso en quién recibiría el mensaje de la carta creo evocar lo que esa persona sentiría junto a mí repasando el tiempo de sus días, y todos resultan diferentes. Esa persona no creo que nunca reciba estas cartas, pero un día recibió otras de aquellas que se escribían a mano y se echaban en los buzones o se llevaban hasta el tren correo. Ahora no existe ya ese mundo.
      Muchas gracias por tus palabras, Úrsula.
      Salud.

      Le gusta a 2 personas

Deja un comentario