Carta de mayo

 

Carta de mayo

A tantos de tantos de un insólito año
de lluvias a destiempo
y soles equivocados.

No sólo el tiempo anda revuelto,
también los sentimientos
se trastornan; inquietos van y vienen
por las habitaciones del alma
desamueblada.

No sólo los sentimientos se agitan
y remueven las lágrimas
antiguas
y los posos del café; también
titilan las ilusiones en mar
de estrellas
y parece apagarse su fulgor.

No sólo las ilusiones,
también las sonrisas
huyen por los espejos de los años.

Una felicidad triste se adueña de las fechas,
los recuerdos resisten la derrota;
tal vez por la música de la vida
transite alguna clase de esperanza. No importa,
sólo la luz y la ternura a veces,
el tacto sólo del aire que te envuelve,
ese alimento del amor en la mirada.

Hay un árbol de ramas extendidas
que nos acoge en su sombra
vegetal,
el lecho blando de un prado
y los abrazos.

Quería que lo supieras.

González Alonso

16 comentarios en “Carta de mayo

    • Magdalena, acabo de ver en mi correo electrónico tus mensajes; está claro que me han llegado con retraso. Como te comento en tu otra entrada, tampoco entiendo estos galimatías de las contraseñas que, en ocasiones, me sucede también a mí. Bueno, por ahora, todo parece en orden. Gracias por insistir. Con un abrazo.
      Salud.

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  1. Un poema al otoño de la vida, desde una primavera loca. Como todas las primaveras.
    Que nunca se apague el fulgor ni huyan las sonrisas. Es mi deseo.
    Bellísimas palabras.

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  2. Buenas tardes, Julio:
    Hace unos días te escribí, y al enviarla me pedía la contraseña, cosa que anteriormente no me había pasado; pienso que algo mal hice al incorporar la foto del perfil. Lo inserté y me decía que era erróneo, y luego me desaparecía lo escrito, y así estuve un buen rato.Tuve que desistir hasta que hoy me lo arregló mi nuera. La juventud es muy experta en estos menesteres. Espero que este comentario no se esfume como los anteriores, pues, no me gustaría pasar sin decirte lo mucho que me ha agradado esta «Carta de Mayo» a pesar de que el mes de las flores dista mucho de ser mi favorito puesto que, para nuestra casa ha sido una de esas fechas que se adueñan de la felicidad, pero hemos hecho como bien dices, que los recuerdos resistan la derrota y la música de la vida, fluyó con la esperanza.
    ¡¡ Precioso, Julio !! Salud y besiños palmeiráns.

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    • Hola, Magdalena:

      No sé explicarte, pero sí es verdad que sin entender por qué el sistema parece que entra en crisis, cambia, te hace malas jugadas… a mí me ocurre también y me cuesta conseguir volver a la «normalidad». Este comentario, como los que le sigan, no tendría que haberte pedido contraseña si lo escribes desde la misma dirección de correo, pues una vez aprobado el primero los demás tendría que reconocerlos el sistema. No me digas por qué, pero lo he visto hoy junto con el comentario siguiente.

      Pero bueno, lo importante es que han llegado tus palabras para contestar a esta carta que vive la primavera con tantas contradicciones y tormentas, como la primavera misma. El que te haya gustado ya es para mí un gran premio. Gracias por ello. Con un abrazo.
      Salud.

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  3. Querido Julio: Por fin ayer pude leer muy por encima tu poemario antes de dormirme. Luego me centré en el primer poema, “Testimonio de la desnudez”, que me pareció una magnífica pintura del aburrimiento absoluto.
    Como, además del contenido del libro, me parece muy bonita la encuadernación y el formato muy manejable, me lo he llevado en el bolso a la comida que celebraba hoy con mis compañeros del taller de literatura.
    Al finalizar se me ha ocurrido leer para todos el primer poema. Los comentarios positivos han sido unánimes. Pero no ha quedado ahí la cosa: en la mesa contigua un grupo de ejecutivos celebraba el cumpleaños de una compañera y uno de ellos me pidió tu libro para dedicarle una poesía a la festejada. Al leer el índice, exclamó: “¡Este libro se lo tengo que llevar a mi padre! Desde chaval me conozco con pelos y señales la historia de Hipatia de Alejandría su más idolatrado personaje”.
    Para mí tu poesía, por muy vanguardista que sea, “se adentra en los recovecos del alma”, como muy bien dices.
    Tu poemario me ha puesto fácil la cuestión de los regalos: me parece el más bonito detalle que puedo tener con los amigos.
    Abrazos y salud.

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    • Amiga Carmen:
      Me has alegrado el día con las excelentes noticias sobre el librito «Testimonio de la desnudez«. Es verdad que está impreso en un formato muy asequible para llevar en el bolsillo y, en su sencillez y sobriedad, se hace fácil de manejar. La colección Maravillas Concretas se mueve con este tipo de libros. Y si lo importante es el contenido y de ese contenido me hablas tan bien, ¡qué más puedo decir yo! Estoy encantado de que te encuentres a gusto con el libro, me alegra que suscite interés y te agradezco el apoyo que le prestas y me prestas dándolo a conocer. Lo de los regalos, ciertamente, me parece todo un detalle. Regalar poesía de García Lorca, Neruda, Alberti, Aleixandre, Huidobro, Antonio Machado, Nicanor Parra, Teresa de Jesús, Emilia Pardo Bazán, etc. etc. es una apuesta menos arriesgada que hacerlo con la de un poeta desconocido, así que para mí tiene mucho más valor. Gracias por todo. Con un abrazo.
      Salud.

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