ESTAMBUL paso tras paso (II)

ORILLAS1ESTAMBUL PASO TRAS PASO
13 de mayo de 2023

Amanece en Estambul. La luz se deja entrar por entre las cortinas de la habitación y te levanta temprano de la cama. Desde la terraza del hotel, donde se sirve el desayuno, el mar de Mármara se ve despejado y azul. Algunas gaviotas llegan hasta las barandillas de la terraza y allí se quedan, atrevidas y expectantes, por buen espacio de tiempo.

Caminando hacia Santa Sofía dejamos a la izquierda algunos de los accesos al Gran Bazar, un cementerio y, un poco más adelante, la imponente columna de Constantino el Grande o columna quemada  asegurada con aros de hierro que la refuerzan hasta sus 35 metros de altura actual. Estamos en el barrio de Sultanahmet donde se encuentran gran parte de los monumentos más representativos de Estambul. Distinguimos la Mezquita Azul, Danta Sofía COLUMNASy la Cisterna Basílica. Pero nos detendremos en el espacio que ocupó el hipódromo romano, conservado su suelo original a unos cuatro metros de profundidad y siendo visible en algunos de sus tramos. Fue iniciado en el  203 a.C. por el emperador Séptimo Severo; se trata de un monumento excepcional de 400 metros de largo y 120 de ancho, dedicado a las carreras con cuadrigas. Tenía capacidad para 30.000 personas. Según parece, con la ayuda de los fondos de la Unión Europea, hay un proyecto de excavación, recuperación y restauración de los restos arqueológicos. Ahora todo este espacio está ocupado por una magnífica plaza en la que se elevan tres columnas originales asentadas en el suelo del hipódromo. Destaca por su originalidad y antigüedad la llamada Columna Serpentina con el relieve de tres serpientes subiendo enroscadas por el fuste hasta el capitel que estaba formado por las tres cabezas de las serpientes. No pueden verse actualmente porque una se encuentra en el Museo Británico, otra en el Museo Arqueológico de la ciudad y la tercera está desparecida. La columna, de relevante belleza, se encuentra –como las otras dos de la plaza- asentada sobre el suelo original del hipódromo romano; sobresale y gana su altura de 5 metros de los 6,5 metros originales, para conmemorar la victoria de las ciudades griegas contra los persas en Platea. Fue fabricada con los cascos de más de tres mil de los soldados derrotados.

En la misma plaza que antes ocupara el hipódromo otra de las monumentales columnas es el Obelisco Egipcio del s. XV a.C., de 300 toneladas y sus actuales 20 metros de altura de los 32,5 metros originales. Fue mandada trasladar en tiempos del emperador bizantino Teodosio desde Luxor; la última es la Columna de Constantino VI, levantada en honor a su abuelo Basilius I, de 32 metros de altura y despojado su fuste de la ornamentación de bronce y cobre que lo recubría durante las Cruzadas del s. XIII.

CISTERNA1No caben más siglos y milenios de historia en un espacio tan magnífico. El tiempo se detiene y te transporta a todas las épocas pretéritas que nos traen su aroma hasta la actualidad.

En la explanada ajardinada entre la Mezquita Azul y Santa Sofía, también convertida en mezquita, un guía reúne a un numeroso grupo de turistas de habla hispana; charlatán y orgulloso de de su condición de turco en una Turquía laica, se extenderá en datos históricos y anécdotas subrayando su respeto y admiración por Atatur, el padre del Estado moderno turco, enfatizando su desconfianza hacia el actual gobierno conservador islamista de corte nacionalista encabezado por el presidente Erdogán. Hay elecciones generales y la disputa entre los conservadores y el bloque democrático y progresista de izquierdas vaticina un resultado muy ajustado. De hecho, al día siguiente, los conservadores ganarás las elecciones por tan estrecho margen que se impondrá la necesidad de una segunda vuelta.

Tras las extensas y prolijas explicaciones de nuestro guía, éste nos conducirá hábilmente hasta el restaurante Sirvan Sofrani, próximo a la Pequeña Santa Sofía y luego, dando un paseo para admirar construcciones y murallas romanas, hasta un barco para hacer un pequeño crucero por el Bósforo. Más explicaciones y más fotografías de las orillas y las arquitecturas de toda clase, hoteles, palacios, mansiones, que las festonean. Tarde, al fin, de paseo ameno y relajado que terminará a la vuelta con la visita a la Cisterna Basílica y la mezquita Azul.

CISTERNA 2La Cisterna Basílica es un sorprendente monumento que sirvió para la recogida y depósito de aguas. Construida con las columnas sobrantes de la construcción de Santa Sofía es hoy un asombroso depósito vacío que puede visitarse recorriendo las plataformas acondicionadas sobre el agua dejada sobre su suelo y que sirve para reflejar y ampliar la vista del bosque de columnas que la forman mientras va cambiando la iluminación. La variedad y estilos de las columnas junto a algunas obras escultóricas incorporadas a modo de exposición hacen del conjunto, junto al sonido del agua, una experiencia de los sentidos difícil de olvidar.

La Mezquita Azul, compitiendo en belleza frente por frente con Santa Sofía, es de una rara, monumental, sencilla y luminosa belleza en su amplitud ocupada por cúpulas y vitrales que dejan filtrar la luz con suavidad para reflejarse en los miles de azulejos que inundan el espacio de la atmósfera azulada de sus dibujos geométricos y sus inscripciones en árabe. El patio que da entrada a la mezquita desde la plaza del antiguo hipódromo, de mármol blanco, con sus fuentes para las abluciones preceptivas antes de entrar para la oración, no hace sino aumentar el valor estético de esta imponente mezquita y sus seis minaretes.

Si la visita de la Mezquita Azul se hace imprescindible para el viajero que por vez primeraM AZUL 1 llegue a Estambul, no dejará de hacerse necesaria igualmente en una segunda y sucesivas visitas, pues su rara belleza posee un atractivo difícil de evitar. En su interior, cada cual sentirá lo que su alma o su fe le inspiren. Los creyentes imagino que será la cercanía del dios nombrado como Alá; los agnósticos y ateos percibirán el fuerte magnetismo de esta inspiración arquitectónica capaz de crear esos espacios singulares y el valor de la voluntad humana empleada en conseguirlos. De una forma u otra, a nadie ha de dejar indiferente.

Ya recogidos en la habitación del hotel quedan unas horas de sosiego para organizar en la cabeza las experiencias del día que antes pasaron por el corazón. Y ya la noche.

González Alonso

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