Cervatos, la colegiata de San Pedro

CERVATOS, la colegiata de San Pedro
21 de mayo de 2019

Pasando de Cantabria hacia la meseta palentina por la Sierra de Híjar, en el municipio de Campoo de Enmedio, nos encontramos con Cervatos; este lugar de escaso y bien conservado caserío acoge, en su parte alta, una interesante colegiata románica consagrada a San Pedro. Fue construida como monasterio en 1.129 y regido por la orden benedictina; luego alcanzaría el título y poder de colegiata con los agustinos y los privilegios concedidos por Urraca I y Alfonso IX, reyes de León. La colegiata se desenvolvía con mayor autonomía y dominio de los territorios que controlaba. El auge del Camino de Santiago, instaurado por el rey asturiano Alfonso II el Casto y desarrollado bajo el reinado de Alfonso VI de León, beneficiaron de manera decisiva a la colegiata de Cervatos.

¿Pero qué es lo que llama poderosamente la atención de esta colegiata? Sin ninguna duda, digamos que nos asombran los motivos escultóricos de su exterior, extendidos por los capiteles de las arcadas de la fachada, los arcos torales y los canecillos que se extienden hasta su ábside. Mirando al siglo XII con la mirada del siglo XXI, no parecen encajarnos las representaciones profanas en las que, junto a escenas de la vida cotidiana, se representan todo tipo de escenas eróticas y de carácter sexual con escenas explícitas; los motivos obscenos nos sorprenden en un mundo medieval de profunda cultura religiosa y sobre las paredes de un templo. Con cierta dificultad debido a la erosión y el paso del tiempo, se pueden contemplar prácticas sexuales que superan al Kamasutra. Un hombre sentado nos muestra su enorme falo o una mujer con las piernas abiertas exhibe sus órganos sexuales; en otras escenas se representan experiencias sexuales con animales y  otras de distinto tinte lujurioso acompañadas de las que hacen alusión a la gula, acompañadas de aquellas en las que aparecen distintos instrumentos musicales de carácter popular como la pandereta, la flauta, el cuerno o el rabel. También podemos ver la representación de la manzana como símbolo de la tentación y los animales considerados negativos como el mono, la cabra y la liebre.

La iglesia de la colegiata consta de una sola nave central con ábside y portada abocinada con tímpano abundantemente decorado a base de bajorrelieves con motivos bíblicos y vegetales. La bóveda de la nave nos llama enseguida la atención; se trata de una bóveda de crucería de factura posterior, probablemente del siglo XVI, que sustituiría a la cubierta anterior de madera.

Los motivos decorativos del interior del templo contrastan fuertemente con los del exterior, dominando las representaciones geométricas y vegetales, así como los temas religiosos y un único capitel historiado. De este modo, parece querer representarse la oposición y la lucha entre el bien y el mal. En el exterior aparecen las tentaciones, los peligros de la vida cotidiana y los pecados. En el interior se nos ofrece la seguridad de la vida espiritual y libre de pecado.

Sea como sea, en cualquier paso por estos parajes, bien merece la pena hacer un breve alto en el camino, acercarse a la colegiata de Cervatos, visitarla y dejarse sorprender. El paisaje del entorno, en primavera, luce con los verdes de los montes que lo rodean  los amarillos de las retamas.

González Alonso

OTRAS IMÁGENES DE LA COLEGIATA DE SAN PEDRO EN CERVATOS:

https://photos.app.goo.gl/AwaCAfcQZHpP32su9

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