.
.
.
.
Estoy dándole vueltas en la mano al komboloi, una especie de rosario de cuentas azules, diecinueve piedrecitas redondeadas, que compré en Atenas. No se usa para rezar, me explicó la atenta dependienta que me lo vendió, sino para relajarse. Después, intentó enseñarme un par de movimientos con el komboloi (pensamiento) y ante mi manifiesta torpeza, sonriendo, añadió que sólo era para relajarse, pero que si me estresaba lo podía dejar. Creo que lo dejaré por ahora; me temo, no obstante, que los griegos van a tener que utilizarlo también para rezar y, si existen los milagros, tal vez a ellos, y a nosotros con ellos, vaya a ser un milagro lo que les consiga salvar de una situación económica tan injusta como gravosa para los ciudadanos tal y como la que nos están haciendo sufrir, padecer y pagar.
Reconozco que éste no es un comienzo muy alentador para mirar a la Acrópolis de la capital y cuna de la cultura occidental; pero la situación en que vivimos se impone y nos impone algunas preguntas sobre los porqués de que países como Grecia, Italia, Portugal o España estén siempre en el punto de mira de las mayores dificultades. Entre los recovecos de las calles del barrio de Plaka hay una plaza en la que estaba la llamada puerta de Lysícrates y su famosa lámpara, construída en premio por costear el importe del coro de una función de teatro en la que había resultado vencedor. Pero vivió en Atenas otro hombre llamado Diógenes, que además era sabio, asceta y filósofo, y que recorría las calles de la ciudad con otra lámpara, ésta de mano, encendida durante el día y a pleno sol con la pretensión de encontrar un hombre, un hombre auténtico, íntegro, honesto, según explicaba a quienes le preguntaban por la razón de su conducta. Si en los tiempos de Diógenes, ni siquiera ayudándose de una lámpara a la luz del día, era imposible encontrar un hombre de verdad, ¡qué vamos a encontrar en los tiempos que corren! Mirando la plaza y el monumento que me hicieron evocar la figura de Diógenes, pensé que si éste fue incapaz de hallar un solo hombre honesto en Atenas, sí consiguió que todos los ciudadanos, corruptos, innobles, mentirosos o déspotas, se tropezaran con la luz de su linterna que denunciaba la condición de cada cual y que no podrían evitarla aunque agacharan la cabeza, miraran para otro lado o le dedicaran algún exabrupto o palabras henchidas de orgullo, desprecio y socarronería. La luz de la razón, aun débil en la mitad del día con su sol, es poderosa. ¿Cuántas lámparas nos tocará levantar en la mitad del día?
Pero Atenas es, sobre todo, una gran ciudad que se llena de vida con sus gentes. El puerto de El Pireo queda un poco alejado, como si no fuera con Atenas; el aeropuerto queda, definitivamente, muy alejado. Las calles son laberintos y enredo que te atrapan y conducen una y otra vez al mismo sitio. Parece como si esta ciudad te retuviera y no quisiera dejarte ir y, en verdad, cuesta trabajo y cierto pesar abandonarla.
En la época de verano acostumbra a hacer bastante calor. Pero no hay que asustarse de los posibles 43ºC a las siete de la tarde. También hay días en los que se levanta viento y el ambiente, sobre todo de mañana y al anochecer, resulta delicioso. De todos modos, yo me permitiría aconsejar elegir un hotel céntrico, en la Plaka o alrededores, madrugar, no pretender ver todo el primer día, dosificar las visitas a los monumentos al aire libre, alternar éstas con las visitas a los museos, que disponen de aire acondicionado e, incluso, estupendos restaurantes, descansar en las horas centrales del día o permanecer a cubierto y salir a partir de la puesta de sol, hacia las ocho y media de la tarde.
No pretenderé hacer una guía turística de Atenas; las puedes encontrar fácilmente, buenas y bien documentadas, y armado con una de ellas y un mapa, lanzarte a las calles. Aludiré, grosso modo, a lo obvio e imprescindible, como es, en primer lugar, la Acrópolis con el Partenón, el Erecteion con las cariátides y los alrededores con los teatros y el ágora antigua y la romana. El nuevo Museo de la Acrópolis, próximo a la misma, con su buena organización y disposición de las obras expuestas, además de su buena librería y mejor restaurante, se convierte en visita obligada. Igualmente el impresionante Museo Arqueológico Nacional, un poco más allá de la plaza Omonia. Otros museos y monumentos, además de numerosas pequeñas iglesias de estilo bizantino, se encuentran a lo largo y ancho de toda la ciudad. Pero, sobre todo, hay dos barrios que son en sí mismos un monumento, además de los restos arqueológicos que encierran, que son el barrio de Plaka y el de Monastiraki.
En el barrio de Plaka se puede tomar como referencia la calle Adriano, que va desde el Horologio de Andrónico y la Biblioteca de Adriano hasta la plaza con el monumento de la linterna de Lysícrato. A derecha e izquierda, callejuelas, cuestas, tiendas y tabernas. En una calle paralela a la de Adriano, hacia el lado de la Acrópolis, se encuentra, entre otras, la Taberna de Melina, con abundante iconografía y detalles de la vida de Melina Mercuri, actriz y la primera mujer en ocupar un puesto en el gobierno griego con el ministerio de Cultura en 1981, agradable, amplia y sombreada. Por cierto, no es el único local que rinde tributo a esta mujer a través de retratos y símbolos, ya que su figura sigue siendo muy respetada y admirada en Atenas. Al lado de la plaza de la linterna de Lysícrates y en la calle Thespidos, la taberna del mismo nombre, con terraza, buena música en directo, ambiente agradable para cenar con la vista de la Acrópolis, bien iluminada, es otra de las muchas opciones en la Plaka. También en la misma calle Adriano, en el número 144, se encuentra la taberna Tagiouvetsakia, bien ambientada con abundantes plantas sobre la fachada, aclimatada durante el día y terraza en la acera que rodea la taberna, por la noche. Pero lo mejor es improvisar y dejarse guiar por la intuición y el momento, en la seguridad de que raramente se va uno a equivocar.
Si queda algo todavía sorprendente, eso resultará ser el encontrarse al atardecer y en la misma plaza de Monastiraki a una agrupación musical interpretando canciones y bailes tradicionales y, de manera natural, verte bailando un sirtaki en una participaciòn espontánea de las gentes que llenan la plaza; algo íntimamente vivido y protagonizado por los griegos, las personas que trabajan y habitan en el barrio y a quienes se suman algunos turistas con ganas de intervenir y tomar parte de la fiesta. Pude comprobar como, incluso, ante la evidente torpeza para seguir los pasos del sirtaki de un joven turista que se había unido al corro de baile, un hombre se le acercó, se puso a su lado, y con paciencia y una amable sonrisa lo fue conduciendo en la danza. Algo sencillo y entrañable que conmueve junto con esa música dolorida, quejumbrosa, que tanto recuerda, en cierto modo, a los fados portugueses o las danzas que me traen a la memoria las muñeiras, sardanas o algunos tipos de jotas.
Los días pasan y llega el momento de partir. Lo hago en la seguridad de volver. Puedo decir que me fui de Grecia y Atenas, pero Grecia y Atenas no se han ido de mí.
Julio G. Alonso
Otras fotos de Atenas y las islas Cícladas, totum revolutum…
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Wow, incredible blog layout! How long have you been blogging for? you made blogging look easy. The overall look of your website is excellent, as well as the content!. Thanks For Your article about Grecia (III).- Atenas, la capital | Lucernarios .
Me gustaMe gusta
Thank you very much for your kind words. I hope to continue with your visit to Lucernarios.
Me gustaMe gusta
We are a group of volunteers and starting a new scheme in our community. Your web site offered us with valuable information to work on. You’ve done an impressive job and our whole community will be grateful to you.
Me gustaMe gusta
Thank you for your opinion about this article
Me gustaMe gusta
Thanks like your Grecia (III).- Atenas, la capital Lucernarios
Me gustaMe gusta
Thank you very much.
Me gustaMe gusta
It’s arduous to find knowledgeable individuals on
this matter, however you sound like you know what you’re speaking about!
Thanks
Me gustaMe gusta
Procuro hablar siempre de lo que conozco, sea cual sea el tema. Gracias a ti.
Salud.
Me gustaMe gusta
Very great post. I just stumbled upon your weblog and wanted to mention that I’ve truly loved browsing your weblog posts. In any case I’ll be subscribing to your rss feed and
I hope you write again very soon!
Me gustaMe gusta
Siempre muchas gracias y espero tener ocasión de abordar otros temas que te resulten igualmente interesantes.
Salud.
Me gustaMe gusta
Los días vividos en Grecia estuvieron llenos de luz, color, playas y baños de mar que, intercalados con la comtemplación de los vestigios de las distintas culturas y la degustación de la gastronomia popular, nos permitieron disfrutar de un país que te engancha y en el que te encuentras como en casa.
Personalmente tenía cierto recelo a los traslados en barco; sin embargo, añadieron un atractivo más a este viaje. Las islas están bien comunicadas entre sí a través de varias compañias, ofreciendo, en general, suficiente frecuencia horaria y buen servicio.
En estos 18 días esperemos haber cargado las pilas para hacer frente al otoño que se nos avecina porque, como nos comentaron algunos de ellos, no hemos hecho más que empezar.
Me gustaMe gusta
Cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar, reza un viejo refrán. Pues eso, que aparte de tratarse de un país estupendo con gente más estupenda aún, el desastre de la crisis económica lo está arrasando todo y nosotros estamos en la cresta de la ola sin solución. Harán falta muchas pilas bien cargadas para aguantar todo lo que tenemos encima.
Salud.
Me gustaMe gusta
Having read this I thought it was rather enlightening.
I appreciate you finding the time and energy to
put this short article together. I once again
find myself spending a significant amount of time both reading
and commenting. But so what, it was still worthwhile!
Me gustaMe gusta
Agradecido por tu visita y tus palabras.
Salud.
Me gustaMe gusta
Amigo Julio:
El ser un buen fotógrafo no consiste en tener la mejor cámara del mundo sino en el color especial del cristal de tus ojos para expresar lo que ves con el alma. Tus fotos siguen siendo excelentes y qué decir de tus comentarios. Eres un guía turístico de lujo. Deberían estar en la famosa tiena de Portobello road, The Travel Bookshop, de la famosa película que hizo la esplendorosa Julia Roberts. En fin que es una delicia leerte y «verte». j.
Me gustaMe gusta
Amigo Juan:
Sobre el ser fotógrafo y la fotografía tú sabes mucho más que yo y me parece que tienes razón en lo que dices, aunque tus elogios hacia los momentos que consigo captar con la cámara, una cámara sencilla, automática, que lo hace todo ella solita, pues son excelentes y sé que vienen de la generosidad bien entendida del amigo. Te estoy muy agradecido por detenerte a mirar un ratito y leer otro ratito estos testimonios de los viajes. Con un abrazo.
Salud.
Me gustaMe gusta