Málaga por sus pueblos en noviembre de 2018

Málaga por sus pueblos en noviembre de 2018

Caminito del Rey.- Málaga1.- Hacia el Caminito del Rey

Buscar el acceso al Caminito del Rey puede resultar ser una pequeña aventura, sobre todo si es después de una temporada de lluvias abundantes que provocaron desprendimientos de laderas y algunos cortes de carreteras. Pero los paisajes recorridos y sus vistas pagan el tiro de la búsqueda. Al final, recorriendo a tientas un estrecho, largo y oscuro túnel picado en la piedra, se hace la luz hacia el cauce del río Guadalhorce y el inicio del Caminito del Rey. Gran fluencia de visitantes. Organización. Breve tiempo de espera y, pertrechados de casco de seguridad, transmisor y auriculares para seguir las explicaciones de la guía, echamos a andar.

La espectacularidad del recorrido no cabe en la imaginación del diafragma y las lentes de una cámara de fotos. El desfiladero o estrecho cañón formado por el río, impresiona y atrae. Pero la atracción se hace incredulidad cuando eres consciente de estar caminando colgado de las paredes verticales del desfiladero a unos ciento cinco metros de altura con las aguas golpeando violentamente en su fondo en busca de la salida a tres kilómetros más abajo por el Salto del Chorro.

El origen del Caminito del Rey se encuentra en la obra de ingeniería anterior para trazar la línea férrea entre las minas de Córdoba y las fábricas de Málaga que se terminó en 1865 atravesando el Desfiladero de los Gaitanes por el que discurre el río Guadalhorce. Después se pensó en la producción hidroeléctrica aprovechando el desnivel y en 1906 acaban de hacer un desvío del agua a la entrada del desfiladero, hacerla circular tres kilómetros por un canal y dejarla caer desde más de cien metros de altura en el Salto del Chorro, donde se construyó la central eléctrica.

Para la construcción del canal y el mantenimiento del mismo, se hizo un camino adosado a las paredes verticales del desfiladero y recibió el nombre de Balconcillos de los Gaitanes. En el año 1921, el rey Alfonso XIII recorrió este camino para colocar la última piedra del Embalse del Chorro que regula el cauce del río y garantiza el aporte de agua a la central en los años de sequía. A partir de ese momento este recorrido tomará el nombre de Caminito del Rey. El ingeniero que proyectó y realizó las obras fue Rafael Benjumea y Burín.

El Guadalhorce alcanza, periódicamente, una gran altura en el desfiladero cuando se producen grandes avenidas, habiendo llegado a afectar a la misma vía férrea. El choque de las placas tectónicas nos ofrece un espectáculo geológico reseñable que nos explica el porqué de la singularidad de este paisaje pétreo.

Durante el recorrido pueden observarse fácilmente algunas de las especies animales del entorno, tales como la cabra montés, los buitres, halcones peregrinos, águilas reales y gran variedad de pájaros. La vegetación crece abundante entre sabinas, enebros, jara y palmitos; destacan el pino carrasco, las encinas, los eucaliptos y el emblemático algarrobo. Aparte del valor nutritivo de las algarrobas y sus cualidades culinarias y sanitarias, resulta anecdótico el dato de que sus semillas mantengan todas un peso regular y exacto, por lo que se tomó dicha medida para fijar el valor del quilate de oro.

……El Caminito del Rey.- Málaga.

2.- Álora

Álora.- MálagaEl pueblo blanco, dominado por una alcazaba o castillo árabe, se apretuja en callejuelas sobre la ladera de la montaña. Destaca la limpieza y cuidado de calles y casas, bien encaladas en el barrio más elevado aledaño a la alcazaba, de sabor humilde, acompañado de gatos buscando el sol de noviembre. Dos plazas, alrededor de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y la del Ayuntamiento, configuran el centro de Álora; en alguna esquina puedes hallar la fachada convertida en un fresco jardín perpendicular o la exaltación en mural de azulejos de “la mujer faenera”. En la parte baja del pueblo y en un barrio sobre el llano, el Bar Restaurante Sol del Río resulta ser un buen lugar para almorzar, sea el menú del día o los platos de la carta, por un precio muy razonable, económico, y una calidad y cantidad sin objeciones.

3.- Monda

Carretera de montaña arriba, dejando a un lado el pueblo de Ojén agrupado con su blancor y aferrado a la montaña para no caer rodando ladera abajo, alcanzamos el pueblo de Monda. Pueblo de olores. Primero, de cocina, cocidos y guisados; luego de aromas de dulces, rosquillas y mazapanes cayendo sobre el viandante por entre las cuestas de sus callejuelas; más adelante olor fuerte a  pescado fresco; otra vez el olor a canela y anises; seguido, los aromas a flores asentadas en sus macetas colgando de las paredes de las casas blancas y el de las flores todavía recientes del cementerio local, enclavado en el pueblo, limpio y laberíntico, con sus nichos y cruces y una palmera en un rincón silencioso. También suena en Monda el ritmo del agua de la Fuente de La Esquina y en los chorros de los caños del lavadero de más abajo, conservado con esmero y la pilastra llena de agua transparente sobre la que se inclinan las losetas por las que pasaron y fueron frotadas las ropas de las gentes del lugar con el esfuerzo y las manos de sus mujeres.

También encontramos pequeñas sorpresas como la del edificio de la antigua escuela, según reza la placa de la fachada, o la de la casa y museo particular de la antigua tahona con su pequeño patio y espacio del horno donde se exponen multitud de utensilios y herramientas de la época.

Encima del lavadero, en una pequeña terraza bien soleada del Bar Luna, puedes disfrutar una saludable y abundante comida casera. El que escribe, bien aconsejado, pidió media ración de albóndigas en salsa que resultaron ser diez de tamaño generoso acompañadas de unas bien cortadas hechas patatas fritas para compartir con otra media ración de carrillera muy sabrosa, también en salsa algo picante y también con sus generosas patatas fritas. Y los postres, dos clases diferentes de tartas de la casa. Excelente, rico y barato.

Pero la mejor manera de salir de los olores, aromas y sabores de Monda, tal vez sea pasar por la fábrica de pastas de Francisco Mancha y surtirse de unos roscones de vino o cualquiera de  las distintas elaboraciones de la fábrica que está en medio del pueblo, al lado de la Fuente de la Esquina, de 1.572. Frente a la fuente y la fábrica se encuentra el supermercado que regentan los mismos dueños.

4.- Paseo por El Juanar

Málaga y su provincia son bastante más que la urbanización abusiva de sus costas. Apenas inicias el camino en dirección a la montaña, la posibilidad de hacer recorridos a pie se multiplica. Las zonas dominadas por las extensiones verdes de los campos de golf y el estilo de vida creada en torno a ellos se internan por lomas y valles.

Un recorrido a pie, sencillo, ameno y concurrido, resultó ser el El Juanar. Senda amplia de 2.700 metros sobre la Sierra Blanca, de mármoles claros que se erosionan fácilmente y se desmoronan en arenas blancas y fértiles. Asciende suavemente a una altura de 800 metros por entre olivos, pinares resineros y castaños, hasta las inmediaciones del Mirador del Macho Montés. Antes de alcanzar el mirador, una senda se desvía por un barranco a la derecha hacia Marbella. El paraje boscoso y cubierto de retamas domina el entorno. Otras rutas se dirigen a cumbres próximas y otras más alejadas como una saludable invitación para el montañismo.

5.- Paseo por el litoral

El litoral malagueño, tan castigado por la construcción incontrolada de urbanizaciones y complejos hoteleros, se salva en ocasiones con iniciativas como la llevada a cabo en Mijas, trazando un paseo a la orilla del mar, en su mayor parte hecho en madera, amplio, que alcanza los ocho kilómetros desde el límite de Marbella hasta la Cala de Mijas. A lo largo del recorrido se encuentran algunos restaurantes como La Lola, en la urbanización Doña Lola, o el Chiringuito El Juncal, muy concurrido y celebrado por sus arroces, aunque se puede probar igualmente y con igual fortuna su oferta de pescados y carnes. Las vistas, por supuesto, están aseguradas. También, en horas del atardecer, es fácil encontrar alguna terraza amenizada con la música en directo de algún cantante y disfrutar de un par de horas de buen ambiente frente a alguna bebida. Pero lo mejor es recrearse caminando por la orilla del mar, lejos del ruido de las carreteras o autovías y con las vistas de un mar azul que nos deja entrever en el horizonte el Peñón de Gibraltar y las cumbres próximas a las costas africanas.

Si cuanto antecede se produce, además, en la buena acogida y compañía de amigos generosos con casa en el entorno, sobran las explicaciones. Si no fuera así, sabiendo elegir algún apartamento de la zona para esta época del año, también resultaría grata la experiencia que nos invitará siempre a volver.

González Alonso

MÁS FOTOS:

A.- Caminito del Rey

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B.- ÁLORA

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C- Monda

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D.- Paseo por El Juanar

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E.- Paseo litoral

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