Recorriendo la isla de Santa Cruz de Tenerife
Abril de 2019
Los lugares:
I
PUERTO DE LA CRUZ
EL BARRANCO DEL INFIERNO – ADEJE – MASCA
EL TEIDE
II
GARACHICO
ICOZ DE LOS VINOS
PUNTA DEL TENO – LOS GIGANTES – SANTA ÚRSULA
III
TACORONTE – TEJINA – VALLE DE GUERRA
ANAGA: CRUZ DEL CARMEN – PICO DEL INGLÉS – LAS CARBONERAS – CHINAMADA
PLAYA DE LAS TERESITAS –SANTA CRUZ DE TENERIFE – LA LAGUNA
Este pueblo convertido en villa, de indudable interés, conserva iglesias, palacios, casas nobles y conventos. El enclave fue arrasado por una erupción volcánica en el siglo XVIII. Queda, como testimonio del desastre, la llamada Puerta de Tierra a unos seis o siete metros por debajo del nivel actual del suelo, convertida en pequeño parque y rincón de los poetas.
La costa de Garachico, rizada de lavas negras, es abatida por la fuerza del océano y al lado de la villa se forman unas piscinas naturales bien acondicionadas para su uso público.
Como en todas partes, se acierta en ocasiones y en ocasiones se cometen errores urbanísticos de bulto; en este caso fue un acierto el actual trazado de la carretera que da acceso a Garachico, y un tremendo error el ubicar un campo de fútbol frente al impresionante monasterio de monjas franciscanas, cerrando la vista y el acceso al casco urbano. Es fácil imaginar ese espacio del campo de fútbol destinado a jardines, espacio que tal vez fuera en su tiempo huerto del monasterio. La cosa tiene arreglo, aunque imagino que no será sin la oposición de gran parte o la mayoría de los ciudadanos que seguirán prefiriendo mantener el sinsentido de ese descomunal muro de hormigón entre el mar y la villa.
Cuando llegamos en la tarde del domingo a Icoz, la Casa del Drago ya estaba cerrada. Nada impide, por otra parte, contemplar y fotografiar el mítico drago milenario acompañado de una joven y esbelta palmera al borde del barranco, hace años abandonado y hoy convertido en un jardín salvaje y sugerente.
El pueblo de Icoz, además de la fama de sus vinos y el drago, conserva un entorno de calles empedradas y en cuesta con caserones y mansiones singulares bien conservadas. Un breve paseo alrededor del entorno de la iglesia y el parque es suficiente para disfrutar la arquitectura de los edificios de balconadas de madera, sillares de roca volcánica, portalones y fachadas rematadas con escudos de armas.
El pueblo se ha extendido varios kilómetros a lo largo de la carretera que lo atraviesa hasta su confluencia con la general que conduce al Puerto de La Cruz.
Una vez superado Garachico, la carretera se alza en fuertes curvas para alcanzar Buenavista con su plaza sencilla y su iglesia. De la plaza sale el camino al antiguo lavadero y una ermita más adelante situada al lado de un campo de golf. El paseo hasta el anunciado mirador se ha convertido en un paso estrecho y mal acondicionado entre los muros de una platanera y los del campo de golf. Algo insólito.
Llegar a Punta del Teno es todo un espectáculo visual. La carretera, literalmente excavada y colgada de los acantilados, se retuerce en su trazado y su estrechez pasando túneles de forma rectangular y sin iluminación con la permanente amenaza en todo el recorrido de desprendimientos que tratan de prevenir las sólidas mallas ancladas en las paredes de los acantilados.
En la Punta del Teno la lava oscura se retuerce y riza sobre el mar; el faro se alza, blanco y rojo, en lo alto de la punta. Una pequeña playa, unas barcas de pescadores, algunos jóvenes tomando el sol y el baños en las aguas atlánticas y una pequeña casa solitaria, son todo el paisaje en el que sobresalen las formaciones de Los Gigantes, la vista de La Gomera y, un poco más lejos, la silueta de la isla de La Palma. También puede observarse, al fondo de la línea de costa, el pueblo de Los Gigantes, todo ello en un golpe de vista único. Al lugar llegan a acudir casi mil personas en los más de quinientos coches que el joven guarda del entorno nos dice haber contado, llamados por la fama de la belleza de una de las puestas de sol equiparable a las de las islas griegas de Naxos o Santorini, entre otras muchas. No hay que esforzarse demasiado para imaginar el lío monumental de tráfico que se organiza en el lugar y a lo largo de la estrecha carretera que da acceso a la Punta del Teno.
Apenas sobrepasado el Puerto de La Cruz, se alcanza Santa Úrsula. El lugar nos ofrece la oportunidad de probar suerte en uno de los más celebrados guachinches de la isla, recalando en Casa Lito (C/ Tijarafe, 35) y resultando ser una buena experiencia, estupenda en todos los aspectos. Vino de la casa elaborado con la uva de las vides que rodean la hacienda, queso de cabra asado condimentado con miel y mojo rojo, ropa vieja, carne guisada de cabra, huevos al estampido postres de la casa a una media de unos 10 euros por comensal. Buen ambiente, buen trato lugar típico. ¿Se puede pedir más? Creo que no, salvo la intención de volver en otra ocasión.
González Alonso
ENLACE A : MÁS FOTOS DE GARACHOCP, ICOZ , PUNTA DEL TENO, BUENA VISTA y SANTA ÚRSULA
GARACHICO:
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ICOZ DE LOS VINOS:
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PUNTA DEL TENO Y LOS GIGANTES:
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BUENAVISTA:
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SANTA ÚRSULA (GUACHINCHE):
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