ARRIBES DEL DUERO (II)

Arribes del Duero, el mundo del agua y el granito (II)
22 de mayo de 2019

Saldremos de mañana de Fermoselle en dirección a la presa de La Almendra, gigantesca obra hidráulica que cierra el paso del río Tormes en un angosto desfiladero. Dando la vuelta tomaremos la dirección de Fariza; en el recorrido, de una belleza natural, se puede apreciar en su valor la arquitectura popular sayaguesa en los puentes y pasos bajos de ríos y arroyos a base de grandes losas de granito puestas sobre enormes morrillos a modo de tajamares, en las construcciones agrarias, las paredes para las demarcaciones de las fincas y lo pintoresco de sus casas. Entre las fincas se alzan muros de piedra seca construidos entre pilones de una sola pieza y cierta altura, semejantes a pequeños monolitos, que sujetan otras piedras alargadas de similar tamaño acostadas a uno y otro lado de las verticales. También colocan algunas losas planas que hacen de cubierta. El resto de la actividad agrícola y ganadera y de la vida del entorno hace acto de presencia con los rebaños de ovejas con sus perros, pastor o pastora, ocupando todo el ancho de la estrecha calzada, así como las noticias de las romerías de los días principales y festivos en las que se sacan los pendones, tan tradicionales del reino leonés, que aquí son totalmente blancos. Desde Fariza harán la procesión hasta la iglesia de Ntra. Sra. Del Castillo, elevada sobre el cerro ocupado antes por un antiguo castro vetón o vacceo según los restos documentados en el lugar. Una iglesia interesante en un entorno ameno con su pradería y arbolado bien cuidado, y una curiosa inscripción sobre una piedra colocada en la entrada del porche, que no sabría identificar, tal vez algún signo o símbolo de origen masónico.

Al lado de Ntra. Sra. Del Castillo, aunque en realidad no haya ningún castillo, alcanzamos el Mirador de las Barrancas. El nombre de la iglesia tal vez fuera o debiera ser “del Castrillo”, en referencia al sitio que ocupa, pero también es posible que el uso de “castrillo” haya derivado den “castillo” perdiendo la r.

El Mirador de las Barrancas es uno de los más interesantes y con mejores vistas de los Arribes.

Desde Fariza pretendemos alcanzar Miranda do Douro, en Portugal. Miranda conserva el leonés como lengua y algunos carteles aparecen escritos tanto en leonés como en portugués. La llegada a Miranda tuvo que ser, debido a obras en la carretera, por un desvío a través de una estrecha y accidentada carretera que nos permitió –sin embargo- disfrutar de paisajes rústicos, pueblos singulares, vivos, y el encuentro con más rebaños de ovejas transitando con parsimonia y sin apartarse del camino.

Miranda do Douro, en su parte más elevada, mantiene su pequeño núcleo urbano monumental. Es fácil visitarlo recorriendo la vía principal, peatonalizada, desde los aledaños de los restos del castillo y sus murallas, hasta la Plaza Mayor con la cercana iglesia concatedral y otros restos amurallados. La comida, muy recomendable, a base de excelentes productos y precios asequibles, será en el Restaurante O Mirandés, muy cerca del centro monumental y desde don se puede ver el castillo. Nos ofrecieron un plato del día a 15 euros a base de ensalada con buena lechuga y buen tomate, bacalao desmigado y ternasco. El bacalao, en plato aparte, asado y por 13 euros fue todo un lujo también.

Desde Miranda se accede al río Duero y puede hacerse un pequeño viaje en barco. Además de las vistas de las paredes verticales de los Arribes, su vegetación y la fauna ocasional, según la hora del día, las explicaciones de una guía facilitan la comprensión de este entorno protegido y su funcionamiento, la manera de controlar el ecosistema con demostraciones de las muestras que recogen y los parámetros que controlan, permitiéndonos observar al microscopio las distintas especies unicelulares que se desarrollan en estas aguas y a las que dan vida. La visita termina con una pequeña exhibición de aves rapaces y de ánades utilizadas en programas de terapia con personas afectadas de diferentes enfermedades.

La vuelta a Fermoselle decidimos hacerla por la orilla portuguesa del rio Duero. Nos acercaremos al Mirador do Puio, en Picote, pueblo muy tradicional de estrechas y curvadas calles, casi laberíntico, y con pequeños huertos con alguna noria para la extracción del agua. El mirador está recién acondicionado para la visita y tiene una plataforma acristalada sobre el río y los Arribes.

Seguiremos viajando hacia Bemposta para atravesar el Duero por la carretera que discurre sobre el muro del embalse, y seguir hasta Fermoselle. La cena, en la terraza interior del bar y restaurante de la plaza del Ayuntamiento, en una noche fresquita y agradable, se pasó entre el pollo a la brasa, ensalada mixta, tortilla francesa y yogures naturales de la casa, con precios entre los 3,50 y los 8,90 euros.

A la mañana siguiente, y antes de abandonar Fermoselle, volveremos a recorrer el barrio judío subiendo hasta el Mirador del Torrojón para bajar hasta la Casa del Parque, museo etnográfico con jardín botánico, que antes sirvió de convento franciscano. Las muestras del museo, así como su arquitectura interior, merecen la pena, como merece la pena pasearse por el jardín y la reproducción de la huerta sayaguesa con su pozo  mecanismos de extracción del agua, las herramientas de labranza, etc. Y disfrutar la vista de especies arbustivas, vegetales y arbóreas de los Arribes, como las aromáticas melisas, orégano, tomillo, salvia o romero, cepas de la variedad juangarcía, madroños, enebros, encinas, robles y otras especies. También nos dio la mañana para visitar los restos del castillo de Doña Urraca, mantenido en su conservación y recuperación a base del esfuerzo y trabajo individual y particular, con escaso o ningún apoyo institucional.

Dejando atrás Fermoselle y cruzando la altiplanicie haremos un alto al paso por Bermillo de Sayago para comprar embutidos y queso. Siguiendo en dirección a Pino del Oro cruzaremos el Duero atravesando el puente de Requejo, obra civil de principios del siglo XX, en hierro y de un solo y monumental aro. La conservación del puente es buena y causan admiración las dimensiones y la altura que alcanza. La parada resulta obligatoria. Estamos en la parte primera de los Arribes, allí donde el Duero se entrega al trabajo ciclópeo de horadar el granito para abrirse paso hacia el Atlántico.

Seguiremos viaje en dirección a Alcañices y nos detendremos para el almuerzo en la casa rural y restaurante de Fornillos de Aliste, un menú digno y completo a 10 euros que nos alegra el día. Luego, atravesando la Sierra de la Culebra, nos dirigiremos hacia la ciudad de León, que fue capital medieval de estos reinos. Y eso, a es otra historia.

González Alonso

FERMOSELLE – FARIZA – NTA. SRA. DEL CASTILLO -MIRADOR DE LAS BARRANCAS
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MIRANDA DO DOURO
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LOS ARRIBES DESDE MIRANDA –
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MIRADOR DE PUIO en PICOTE (PORTUGAL)
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PRESA DE BEMPOSTA y FERMOSELLE
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PUENTE DE REQUEJO
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