Chinchilla de Montearagón (Albacete)

CHINCHILLA (Albacete), agosto de 2022

P1230080Desde el Parador Nacional de Albacete, esa sorprendente réplica de una casa solariega manchega, nos acercamos a Chinchilla de Montearagón recorriendo unos doce kilómetros por la autovía de Alicante. En las horas tardías de un cuatro de agosto especialmente caluroso, la silueta del castillo se destaca en su emplazamiento sobre el cerro de San Blas y sus 897 metros de altitud. Entre los notables monumentos de Chinchilla, el castillo ocupa un lugar relevante como referente histórico de esta ciudad que fue capital de provincia antes que Albacete; sus muros de mampostería con saeteras e imponentes torres cilíndricas en las cuatro esquinas de su perímetro, se alzan con monumental solidez desafiando cualquier intento de ocupación y conquista. Todo el contorno de la fortaleza está rodeado por un foso tallado en la roca de diez metros de anchura y seis de profundidad, lo que lo hace inexpugnable y desanimaría a cualquier enemigo en su pretensión de conquistar la plaza, a lo que habría que añadir otras murallas exteriores de las que aún se conservan algunos restos. Desde la majestad de su altura la vista se extiende hasta los confines de la meseta manchega con total libertad.

P1230076Una ciudad, Chinchilla, bien arrimada a la defensa de su fortaleza y que ocupa el espacio escarpado de la ladera norte del cerro, a su vez de difícil acceso.

El lugar, de sugerente trazado medieval, no escapó a la atención de los iberos, posibles primeros habitantes, y sucesivamente de romanos, visigodos y árabes. Todos y cada uno de ellos fueron dejando su impronta en el lugar a través de sus construcciones.

Chinchilla, nombre de origen ibero y romano, cuenta hoy con cerca de cinco mil habitantes y cumple la función de “ciudad dormitorio” de la cercana ciudad de Albacete.

La monumentalidad de Chinchilla se dilata y amplía alrededor de su Plaza Mayor, a la queP1230088 se accede a través de un arco flanqueado por el Ayuntamiento y otros inmuebles, y la impresionante iglesia de Santa María del Salvador, consagrada a la Virgen de las Nieves. Además de la precitada iglesia y el Ayuntamiento, caben en su perímetro un convento de Santo Domingo, palacios, cuevas, baños árabes y un Museo de Cerámica, entre otros. Pero no se puede ignorar tampoco el encanto de pasear sus calles en la noche y sorprenderse con rinconadas y pasadizos que permanecen anclados en la Edad Media.

Quiso la suerte que nuestra llegada coincidiera con la celebración de las fiestas mayores de la Virgen de las Nieves, y el lugar bullía de comparsas, desfile de carrozas animado por una estruendosa banda de tambores, gigantes y cabezudos, y la música de distintas bandas con sus conciertos, programados para la ocasión.

La noche era agradable, el viento soplaba refrescando el ambiente e invitaba al paseo; en medio de todo fuimos a parar al bar y restaurante del Hogar del Jubilado, aledaño a la Plaza Mayor, donde pudimos disfrutar, por un precio razonable y tentador, unos excelentes platillos caseros de croquetas y morros, muy bien cocinados. Totalmente recomendable. En fiestas o en cualquier época del año en la que pasar por Chinchilla. La fiesta continúa.

González Alonso

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ALGUNAS FOTOS DEL PASEO Y VISITA A CHINCHILLA DE MONTEARAGÓN