POEMAS DE CALENDARIO es el cuarto título publicado en solitario; antes fueron «Testimonio de la desnudez«, «Lucernarios» y «Ruido de ángeles«. Estos poemas no habían nacido con vocación de ser libro, pero el editor y poeta almeriense Alonso de Molina y su editorial De Sur a Sur pensaron que sí merecían la oportunidad de ser dados a conocer en forma de libro, ¡y aquí está!
La idea original (llevada a la práctica en dos ocasiones) fue reunir fotos temáticas de viajes (por ejemplo de portalones, puertas, faros, puentes, etc.) y hacer un calendario con un poema por cada mes y su correspondiente fotografía para la familia y amigos. Luego, durante siete años, he ido reuniendo poemas para cada mes con temas diferentes, aunque no hayan terminado convertidos en calendarios. Y eso ha sido todo hasta la propuesta -como digo- del amigo Alonso de Molina de hacerse cargo de su edición. Son poemas apegados a los cambios estacionales, la naturaleza, los refranes, las costumbres y -cómo no- al amor y los compromisos sociales. De todo ello, si te place, toma lo que quieras y disfrútalo. El libro está en Amazon.
Lucernarios 
Me alegro mucho, Julio. ¡Enhorabuena!
Me haré con él.
Un gran abrazo.
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Amiga Isabel, que una poeta de tu talla se interese por mis cosas es un orgullo enorme y una responsabilidad. Te lo agradezco enormemente y me alegraría que encontraras algunos de estos poemas dignos de ser publicados. Un abrazo y salud.
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Que buena noticia, Julio, me alegro muchísimo.
Enhorabuena!!
Deseando disfrutarlo.
Fuerte abrazo.
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Un placer, amigo Pedro, el poeta de «las rimas flotantes» también con vocación de hacerse libro. Te agradezco enormemente tu interés, pues en tus manos y tu lectura estos poemas no podían tener mejor acogida. Un abrazo y salud.
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El placer es mío, Julio, tanto por poder leerte como por tenerte como lector de mis letras. Un honor.
Fuerte abrazo y salud.
PD: sé que es un día emocionante y por eso paso por alto que me hayas llamado Ramón 😂😂😂.
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Disculpa el lapsus calami, amigo Pedro. La cabeza va a veces por un lado y los dedos por otro. Dicen que la edad lo complica todo, pero no lo disculpa. Un abrazo.
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Disculpado queda, maestro.
Fuerte abrazo.
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