Amiga Pilar, creo que el paso por la vida, tal y como lo ves, está tejido de eslabones que hacen de las cadenas una malla por la que transitamos. Yo también espero que sea para bien. Con muchas gracias y un abrazo.
Salud
Julio:
No podemos imaginar un futuro si no vivimos el presente y atesoramos un pasado.
Fijo la mirada en esos eslabones ensamblados y pienso que nada de lo que nos sucede, o no nos acontece, surge sin más, aislado, sin previos, sin consecuencias. En la cadena engarzamos lo que fuimos, y no fuimos; lo que somos, y no somos; lo que deseamos y no deseamos ser.Esta conjunción indisoluble nos define, nos nutre y nos inventa. Es nuestra esencia.
Esas argollas se ofrecen generosamente con su espacio interior ( vacío-silencio) que es el que permite su unión entre ellas. Vacíos y silencios necesarios que claman ausencias, sufren olvidos y esperan amores.
Las tres palabras, ausencia-olvido-amor, crean una cadena de vida que aun salpicada de dolor, alimenta el deseo de vivir.Este deseo cuida la herida que abrió la ausencia y con el bálsamo del tiempo llega el olvido, olvido que permite dar paso al amor. Amor a la vida.
Gracias por incitarnos a la reflexión y a descubrirnos un poquito más.
Mil sonrisas veraniegas y fresquitas.
Andrea
Bueno, pues básicamente lo has dicho todo, Andrea, y mucho mejor que yo. Estoy de acuerdo en que la cadena formada por los eslabones ausencia-olvido-amor hacen la vida y el deseo de vivir que, en palabras de JLSampedro, viene a ser caer en el río imparable del tiempo, sin posible vuelta atrás. En el enlazado de la cadena he optado por la esperanza que significa el amor, siempre aguas más abajo, siempre creándose a sí mismo cuando a la ausencia le sigue el olvido. Me ha encantado tu comentario. Con otras mil sonrisas de mediodía de verano.
Salud
Querido amigo Julio:
Gracias por la párabola de las cadenas.
Acabo de leer el comentario tan poético de Arturo y desde aquí le felicito
Julio, dices: tres cadenas de silencios…. a mí me suena mejor tres eslabones( o argollas) de silencios….. silencios en el futuro y en el pasado, silencios en el estado inmaterial del presente; en definitiva silencios que construyen el tiempo. Posterioremente tres (eslabones) de dolor : ausencia, olvido y amor , para concluir con un encademiento de ideas, sugieres pasado-ausencia, presente-olvido, futuro-amor- Pudiendo escoger otras muchas combinaciones te inclinas por estos apareamientos que cierran el círculo, analogía perfectamente llevada, pues él mismo nos indica una figura entrelazada sin principio ni fin.
Un abrazo
Julio
Amigo Santiago:
No está nada mal el enfoque que sugieres para la construcción de este poema. Las argollas o eslabones vendrían a formar las cadenas a las que se atan los conceptos de pasado, presente, futuro, ausencia, olvido y amor. La elección de las combinaciones, como bien apuntas, se debe a esa siempre vaga esperanza de que el amor sea posible, si no lo ha sido ya, en un hipotético futuro cuando el pasado se ha vaciado de otras experiencias y el presente sólo es un ejercicio de espera o un trabajo de olvidar para dejar espacio a la esperanza. No estoy muy seguro; pero intuyo que las experiencias vitales se entrelazan compartiendo muchos espacios de nuestra vida emocional y veo el presente separándose del pasado en algún punto y siempre más corto que la cadena del futuro que se hace. Me dejas pensando y mirando esas cadenas a las que, simbólicamente, se atan nuestras vidas y cuyos eslabones hacemos o se hacen a nuestro pesar para enlazar tanto lo bueno como lo menos bueno que nos sucede. Gracias veraniegas. Con un abrazo.
Salud
Muy querido amigo:
Sé que lo pondrás en duda, pero te has vuelto predecible.
Predecible porque desde que decido acceder al link de este post, comienzo a saborear su contenido (Así debe de ser de emocionante una cita a ciegas).
Predecible, porque no me equivoqué al imaginar encontraría una estupenda puesta en escena de tu calificadísimo trabajo.
Todos sabemos que existe una teoría que establece que todo está relacionado con todo. Algunos novelistas, otros cineastas y uno que otro poeta han utilizado este principio. «No puede moverse una hoja en el bosque sin que se entere el iceberg del cono sur»
La analogía de cadenas es excepcional. Es el engarce que trasciende la naturaleza misma de las cosas; es el punto tangencial de la línea y el círculo; es esa simbiosis donde coexisten tres principios tan distintos y sin embargo, tan afines entre si.
Pero el desenlace es genial, y es lo que le da sentido infinito a un ciclo que se repite dinámico y oscilante: Cadenas entrelazándose con cadenas, destruyendo los pertrechos desgastados de sus aristas limitantes.
Teoría, alejada de la teoría, pues es realidad cotidiana en ocasiones difícil de descubrir… a simple vista.
Con afecto y virtuosa admiración:
Arturo Juárez Muñoz
Amigo Arturo:
Seguro que sobreestimas tanto la calidad como la oportunidad de estos trabajos, pero viniendo de ti, entusiasta y esmerado estudioso, amén de estupendo escritor, el indisimulado orgullo de recibir tus comentarios sabes que me hace muy feliz.
Subrayo tu observación sobre la naturaleza de las cadenas y su orientación, corriendo paralelas en línea recta y superponíéndose entralazando sus eslabones, lo que crea esa nebulosa existencial en la que se debate el tiempo en su percepción por los humanos: pasado, presente y futuro. El tiempo encadenado a nuestra vida o nuestra vida encadenada al tiempo finito que nos caracteriza como seres vivos, esa es una de las intencdiones del poema. Agraqdecido por tu presencia, Arturo. on un abrazo.
Salud
A mi me sugiere, -la trama del tejido hecho / golpe a golpe / beso a beso / del paso por la vida-.
Salud para disfrutarlo o, sufrirlo.
Un beso, Julio.
Pilar.
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Amiga Pilar, creo que el paso por la vida, tal y como lo ves, está tejido de eslabones que hacen de las cadenas una malla por la que transitamos. Yo también espero que sea para bien. Con muchas gracias y un abrazo.
Salud
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Julio:
No podemos imaginar un futuro si no vivimos el presente y atesoramos un pasado.
Fijo la mirada en esos eslabones ensamblados y pienso que nada de lo que nos sucede, o no nos acontece, surge sin más, aislado, sin previos, sin consecuencias. En la cadena engarzamos lo que fuimos, y no fuimos; lo que somos, y no somos; lo que deseamos y no deseamos ser.Esta conjunción indisoluble nos define, nos nutre y nos inventa. Es nuestra esencia.
Esas argollas se ofrecen generosamente con su espacio interior ( vacío-silencio) que es el que permite su unión entre ellas. Vacíos y silencios necesarios que claman ausencias, sufren olvidos y esperan amores.
Las tres palabras, ausencia-olvido-amor, crean una cadena de vida que aun salpicada de dolor, alimenta el deseo de vivir.Este deseo cuida la herida que abrió la ausencia y con el bálsamo del tiempo llega el olvido, olvido que permite dar paso al amor. Amor a la vida.
Gracias por incitarnos a la reflexión y a descubrirnos un poquito más.
Mil sonrisas veraniegas y fresquitas.
Andrea
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Bueno, pues básicamente lo has dicho todo, Andrea, y mucho mejor que yo. Estoy de acuerdo en que la cadena formada por los eslabones ausencia-olvido-amor hacen la vida y el deseo de vivir que, en palabras de JLSampedro, viene a ser caer en el río imparable del tiempo, sin posible vuelta atrás. En el enlazado de la cadena he optado por la esperanza que significa el amor, siempre aguas más abajo, siempre creándose a sí mismo cuando a la ausencia le sigue el olvido. Me ha encantado tu comentario. Con otras mil sonrisas de mediodía de verano.
Salud
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Querido amigo Julio:
Gracias por la párabola de las cadenas.
Acabo de leer el comentario tan poético de Arturo y desde aquí le felicito
Julio, dices: tres cadenas de silencios…. a mí me suena mejor tres eslabones( o argollas) de silencios….. silencios en el futuro y en el pasado, silencios en el estado inmaterial del presente; en definitiva silencios que construyen el tiempo. Posterioremente tres (eslabones) de dolor : ausencia, olvido y amor , para concluir con un encademiento de ideas, sugieres pasado-ausencia, presente-olvido, futuro-amor- Pudiendo escoger otras muchas combinaciones te inclinas por estos apareamientos que cierran el círculo, analogía perfectamente llevada, pues él mismo nos indica una figura entrelazada sin principio ni fin.
Un abrazo
Julio
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Amigo Santiago:
No está nada mal el enfoque que sugieres para la construcción de este poema. Las argollas o eslabones vendrían a formar las cadenas a las que se atan los conceptos de pasado, presente, futuro, ausencia, olvido y amor. La elección de las combinaciones, como bien apuntas, se debe a esa siempre vaga esperanza de que el amor sea posible, si no lo ha sido ya, en un hipotético futuro cuando el pasado se ha vaciado de otras experiencias y el presente sólo es un ejercicio de espera o un trabajo de olvidar para dejar espacio a la esperanza. No estoy muy seguro; pero intuyo que las experiencias vitales se entrelazan compartiendo muchos espacios de nuestra vida emocional y veo el presente separándose del pasado en algún punto y siempre más corto que la cadena del futuro que se hace. Me dejas pensando y mirando esas cadenas a las que, simbólicamente, se atan nuestras vidas y cuyos eslabones hacemos o se hacen a nuestro pesar para enlazar tanto lo bueno como lo menos bueno que nos sucede. Gracias veraniegas. Con un abrazo.
Salud
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Muy querido amigo:
Sé que lo pondrás en duda, pero te has vuelto predecible.
Predecible porque desde que decido acceder al link de este post, comienzo a saborear su contenido (Así debe de ser de emocionante una cita a ciegas).
Predecible, porque no me equivoqué al imaginar encontraría una estupenda puesta en escena de tu calificadísimo trabajo.
Todos sabemos que existe una teoría que establece que todo está relacionado con todo. Algunos novelistas, otros cineastas y uno que otro poeta han utilizado este principio. «No puede moverse una hoja en el bosque sin que se entere el iceberg del cono sur»
La analogía de cadenas es excepcional. Es el engarce que trasciende la naturaleza misma de las cosas; es el punto tangencial de la línea y el círculo; es esa simbiosis donde coexisten tres principios tan distintos y sin embargo, tan afines entre si.
Pero el desenlace es genial, y es lo que le da sentido infinito a un ciclo que se repite dinámico y oscilante: Cadenas entrelazándose con cadenas, destruyendo los pertrechos desgastados de sus aristas limitantes.
Teoría, alejada de la teoría, pues es realidad cotidiana en ocasiones difícil de descubrir… a simple vista.
Con afecto y virtuosa admiración:
Arturo Juárez Muñoz
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Amigo Arturo:
Seguro que sobreestimas tanto la calidad como la oportunidad de estos trabajos, pero viniendo de ti, entusiasta y esmerado estudioso, amén de estupendo escritor, el indisimulado orgullo de recibir tus comentarios sabes que me hace muy feliz.
Subrayo tu observación sobre la naturaleza de las cadenas y su orientación, corriendo paralelas en línea recta y superponíéndose entralazando sus eslabones, lo que crea esa nebulosa existencial en la que se debate el tiempo en su percepción por los humanos: pasado, presente y futuro. El tiempo encadenado a nuestra vida o nuestra vida encadenada al tiempo finito que nos caracteriza como seres vivos, esa es una de las intencdiones del poema. Agraqdecido por tu presencia, Arturo. on un abrazo.
Salud
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