02
Dic
15

Las horas de diciembre

 

.

Se asienta en el fuego
la mirada,
en ascuas arde el sueño;
el silencio te acoge
como sombra alargada de la noche
y las horas decembrinas pasan
por entre los recuerdos.

¡Qué soledad te alcanza
y qué nostalgia
mientras el aire vuela afuera sus desvelos!

Es noche de lobos y de invierno,
de crepitar de brasas en el alma
y vino rojo en tu copa,
un anhelo
de horas blancas de diciembre, país invisible
del “érase que se era…
en buena hora sea, el mal
que se vaya,
y el bien que se venga”*.

González Alonso

*Fórmula usada en cuentos tradicionales de los siglos XVI y XVII, con diferentes variantes.


16 Respuestas to “Las horas de diciembre”


  1. diciembre 29, 2015 a las 21:32

    Así fueron y seguirán siendo las horas encantadas bajo lumbre.
    Volvemos al mismo punto de partida, sólo el vestuario nos distingue.
    Érase el mismo cuento: risa, llanto, nostalgia.
    Diciembre con su gajo de ilusiones envuelve, luego…
    caemos más profundo.
    Tu poema es de sumas y verdades. Un encanto leerte.
    Saludos.

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  2. diciembre 10, 2015 a las 14:49

    Avaro de lumbre , de olor a ramas rotas, me ha hecho sentir este poema tuyo tan redondo.

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  3. diciembre 7, 2015 a las 20:13

    … qué magníficas son tus horas, todas las horas, Julio; creo haberte dicho ya que dispones de un secreto y certero tiento para captar lo sutil y esencial de los contextos; de ahí tus muy lindos, lindos versos, poeta amigo; te felicito y saludo. Orión

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  4. diciembre 4, 2015 a las 18:50

    Hermoso y entrañable. Me gusta el ritmo. Besos

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  5. diciembre 2, 2015 a las 19:31

    Son versos escritos al calor de la lumbre, mirando desde la ventana esa calle nevada, viendo cómo viene la noche de lobos, aquellos de cuando yo era niña… Me hiciste recordar el pueblo. Gracias, Julio. Un abrazo.

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  6. 11 Q.M.
    diciembre 2, 2015 a las 13:31

    Precioso Julio, yo tengo una especial conexión con el Invierno, nací en esa época. He vivido y sentido tus palabras que son, como te dije en una ocasión, convocaciones…de atmósferas y entrañables sentimientos del niño-hombre, mezclados con la nostalgia y la magia de las emociones que un día fueron, al igual que las brasas de tus poema permiten sentir la añoranza del tronco consumido que un día fue árbol.

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    • diciembre 2, 2015 a las 13:44

      ¡Qué bueno que aprecies estos intentos de evocar esos ambientes ya desaparecidos de la vida cotidiana de la infancia! Trato de recuperarlos -como dices- desde la experiencia y desde el hombre de hoy, trasladándome a aquel tiempo que sí, fue mágico y hoy se viste de nostalgia. Muchas gracias. Con un abrazo.
      Salud.

      Le gusta a 1 persona

  7. 13 P
    diciembre 2, 2015 a las 13:19

    *vuelan de blanco jirones de plata
    Diciembre,
    del invierno tan rey!!*,

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  8. diciembre 2, 2015 a las 12:29

    ¡¡Me encantó¡¡ .. Evocadores versos al calor de la lumbre 🙂 .. Abrazos de luz.

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