Como cantas
vives
por la herida de la mina
y el taranto, voz de agua
y timbre de metales.
Vives como cantas
al ritmo de las olas azules de tus costas
a donde llegan los peces y los hierros
que arrastraron los trenes
de la historia.
Voz de canto es tu voz
hundiéndose en la tierra
donde florecen cobres, plomo
y oro
amasados en milenios
de hornos primigenios,
soles ardientes que forjaron la leyenda
de tus cimientos
volcánicos.
¡Qué dulce amor al paso de las brisas
por la árida piel que pueblan los palmitos
con sus frutos verdes
y desérticos!
Como espejo del mar
te veo, atalaya
de las miradas que alzan el vuelo
a tus costas de sal.
Como húmeda promesa amarrada
a los anzuelos
del palangre entre las aguas
te siento, en la fértil luz que las corrientes mecen
sobre las plácidas praderas
de poseidonias
te poseo.
¡Qué sueño, qué ilusión,
qué canto!
¡Qué tacto de esperanza!
González Alonso
.
Bello poema ver y sentir con luz propia. Un placer
Saludos
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Muy agradecido, Araceli, por tu visita a estos versos que quieren sentir la luz de Almería.
Salud.
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Un blog precioso, ALMERIA se lo merece.
Gracias.
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Durante cinco maravillosos años Almería fue mi casa, y si la vida me lo permite, lugar donde me gustaría retirarme si llega esa hora.
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No es mala decisión. Desde hace muchos años mantengo un vículo especial con las tierras almerienses, reforzado por lazos de amistad y familiares.
Salud.
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¡ Genial ! Julio. Hacer fácil todo lo que resulta difícil a los demás, ése es el talento.
Me ha encantado.
Besiños palmeiráns en compañía de doña salud.
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Siempre agradecido, Magdalena, por tu amabilidad para con mis cosas y la generosidad de tus comentarios. Mi abrazo.
Salud.
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Después de leer tu hermoso canto a Almería, me propongo conocer esa provincia en cuanto pueda. Recorriendo el litoral andaluz, comenzando en Cádiz, no llegué más allá de la costa granadina. También pasé un verano en la Axarquía -en Torre del Mar-, y, aunque realicé algunos desplazamientos, ninguno en dirección Almería.
Si hubiese leído tu poema, seguro que no dejaría de visitarla.
Bellos y saludables sueños.
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El poema me parece excelente, pero uno tiene Almeria en la memoria con ese inmenso océano de plásticos que vi desde un avión y esa taranta de templar el corazón con pico y barrena tiene que ser de alguien que chapoteó en otro paisaje más antiguo.
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El caso es que Almería es mucho más que su mar interior de plásticos e invernaderos. Hay que aterrizar y pisar sus playas, su historia y la configuración volcánica de sus montañas, palpar el sentir de sus gentes… Parece increíble, pero existe con su eco de culturas milenarias como la del Argar, y su historia más reciente y mineral, y su turismo de Aguadulce, y sus terribles accidentes nucleares en Palomares, y… Muchas gracias por estar, Rubén. Un verdadero placer.
Salud.
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Qué hermoso homenaje a Almería, Julio. Es un placer vivir la esencia de esta tierra en cada verso de un gran poeta como tú. Gracias por ello y que disfrutes de un bonito día. Un gran abrazo.
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Un gran abrazo, Isabel. El poema sobre Almería formará parte, junto con otros, de una antología que se presentará el próximo abril en Carboneras. Es una colaboración que me hizo ilusión por la especial relación que tengo con esta tierra. Mil gracias. Salud.
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Me alegro muchísimo de ello, Julio. Salud.
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Hermoso tu canto… Mi abrazo.
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Agradecido, amiga Julie. Con mi abrazo.
Salud.
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Bello canto, Julio.
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Muy amable, Bella. Mil gracias.
Salud.
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Muy bueno
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Gracias, Pippo. Salud.
Por cierto, como no en tu cuaderno no puedo dejar comentarios proque se requiere estar registrado, y como no funciona el enlace de correo electrónico (da error), te lo comento por aquí. Hablas del «Miércoles Santo» como el día de la procesión del Genarín (a la que he acudido en numerosas ocasiones), pero yo siempre lo hice en la noche del Jueves Santo. ¿El año 75 fue distinto? Por lo demás, te comento que me encantó evocar el ambiente tabernario e inconoclasta de esta celebración que, últimamente, además de multitudinaria y con pasos del Genarín, La Moncha y La Muerte, etc. el clásico orujo ha dado paso a bebidas y combinados bastante ajenos al «espíritu» de la celebración. Cosa, imagino, del éxito y el precio a pagar por él.
Nota: Creo que he podido enviarte el mensaje a través de tu correo; al parecer había escrito mal la dirección.
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