Homo sum

HOMO SUM
(Homo sum: humani nihil a me alienum puto.
Soy hombre: nada humano me es ajeno)
Terencio

Mira y ve que no estás solo
y una alargada sombra te acompaña;
mira las otras sombras que la cruzan
y susurran sus quejas a tu paso.

Mira que el hombre se hace junto al hombre
y que sólo es persona en compañía,
sólo es en el dolor y la alegría
a medias compartidos con su nombre.

Recuerda esto, Terencio te lo advierte:
Soy hombre: nada humano me es ajeno”,
y la voz de los siglos lo recuerda
para el bien que, común, a todos sirve.

Como en otras palabras de Lucrecio,
tal vez de tanto y tanto ver el cielo
en su noche estrellada y complaciente
la belleza de tan oscuro velo
te parezca ya en nada sorprendente.

Oye, si no, en la voz de Cicerón
hablar desde su firme y fiel discurso:
Esto te digo, -dice-
no hemos venido a nacer
para nosotros sólo
. Y a Séneca advertir
locuaz y estoico:
Si para ti quieres vivir, debes saber
que debes antes
vivir
tú para el otro
.

Recoge, pues, tu sombra a tus espaldas
y en el humano abrazo solidario
aligera su pesada carga.

Ser persona, ser miembro, ser ramaje
del tronco del robusto árbol
que a la sociedad sostiene
y no perdida sombra solitaria
es ser;

amar el mundo en su esencia
natural, -os digo- libre de dar,
libre de recibir y libre
en libertad
del yugo
de la inútil y estéril compañía
de la soledad.

González Alonso

8 comentarios en “Homo sum

    • Amiga Esther, me resulta extraordinariamente preocupante la situación actual con la expansión bélica de los imperios, el desprecio de la vida humana consagrado en guerras y genocidios, persecución de librepensadores y personas, llamadas de izquierdas, que defienden políticas de igualdad y justicia. Todo está pasando ante nuestros ojos y las pantallas de televisión. Y lo que vemos, vemos también cómo es negado, deformado y reinterpretado con argumentos espurios. Este nihilismo deja un vacío moral, social y político, que da vía libre a la actuación criminal de los poderosos con el engaño y manipulación de millones de personas que serán sus víctimas, aunque no lo saben. El problema de la soledad, el aislamiento, la bajeza moral, debería ser atacado desde la solidaridad, la justicia, la igualdad y el progreso en paz de las naciones. Pero el mayor problema es el de la estupidez, la falta de raciocinio, la capacidad de pensar y ser crítico. Es más fácil dejarse arrastrar por las consignas y frases ramplonas y hechas, por las visceralidad de las pasiones y los sentimientos egoístas.
      No pretendía este desahogo, Esther, pero creo que sabrás entenderlo. Un saludo fraterno.

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      • Claro que lo entiendo, Julio; son ya muchos años que observo esta cultura del escándalo y la infamia. Cuando estalló la guerra en Ucrania lo tuve bien claro, el mundo no iría a mejor. No me equivoqué. Soy consciente de lo que está pasando e intento seguir aportando en mi día a día mi granito de arena, y también, siendo persona sensible, que todo este enturbiamiento no me destruya. Gracias por tus palabras, agradezco tu sinceridad. Saludos.

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