Grecia (III).- Atenas, la capital

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Las cariátides del Erecteion en la Acrópolis.El Partenón de la Acrópolis de Atenas.Teseio o Templo de Hefesto en la cima de la colina de Ágoraios Kolonos en el ágora (Acrópolis)

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Estoy dándole vueltas en la mano al komboloi, una especie de rosario de cuentas azules, diecinueve piedrecitas redondeadas, que compré en Atenas. No se usa para rezar, me explicó la atenta dependienta que me lo vendió, sino para relajarse. Después, intentó enseñarme un par de movimientos con el komboloi (pensamiento) y ante mi manifiesta torpeza, sonriendo, añadió que sólo era para relajarse, pero que si me estresaba lo podía dejar. Creo que lo dejaré por ahora; me temo, no obstante, que los griegos van a tener que utilizarlo también para rezar y, si existen los milagros, tal vez a ellos, y a nosotros con ellos, vaya a ser un milagro lo que les consiga salvar de una situación económica tan injusta como gravosa para los ciudadanos tal y como la que nos están haciendo sufrir, padecer y pagar.

Iglesia bizantina de Capnikarea en la calle Ermú del barrio de MonastirakiReconozco que éste no es un comienzo muy alentador para mirar a la Acrópolis de la capital y cuna de la cultura occidental; pero la situación en que vivimos se impone y nos impone algunas preguntas sobre los porqués de que países como Grecia, Italia, Portugal o España estén siempre en el punto de mira de las mayores dificultades. Entre los recovecos de las calles del barrio de Plaka hay una plaza en la que estaba la llamada puerta de Lysícrates y su famosa lámpara, construída en premio por costear el importe del coro de una función de teatro en la que había resultado vencedor. Pero vivió en Atenas otro hombre llamado Diógenes, que además era sabio, asceta y filósofo, y que recorría las calles de la ciudad con otra lámpara, ésta de mano, encendida durante el día y a pleno sol con la pretensión de encontrar un hombre, un hombre auténtico, íntegro, honesto, según explicaba a quienes le preguntaban por la razón de su conducta. Si en los tiempos de Diógenes, ni siquiera ayudándose de una lámpara a la luz del día, era imposible encontrar un hombre de verdad, ¡qué vamos a encontrar en los tiempos que corren! Mirando la plaza y el monumento que me hicieron evocar la figura de Diógenes, pensé que si éste fue incapaz de hallar un solo hombre honesto en Atenas, sí consiguió que todos los ciudadanos, corruptos, innobles, mentirosos o déspotas, se tropezaran con la luz de su linterna que denunciaba la condición de cada cual y que no podrían evitarla aunque agacharan la cabeza, miraran para otro lado o le dedicaran algún exabrupto o palabras henchidas de orgullo, desprecio y socarronería. La luz de la razón, aun débil en la mitad del día con su sol, es poderosa. ¿Cuántas lámparas nos tocará levantar en la mitad del día?

Vista general de Atenas desde la ÁcropolisPero Atenas es, sobre todo, una gran ciudad que se llena de vida con sus gentes. El puerto de El Pireo queda un poco alejado, como si no fuera con Atenas; el aeropuerto queda, definitivamente, muy alejado. Las calles son laberintos y enredo que te atrapan y conducen una y otra vez al mismo sitio. Parece como si esta ciudad te retuviera y no quisiera dejarte ir y, en verdad, cuesta trabajo y cierto pesar abandonarla.

En la época de verano acostumbra a hacer bastante calor. Pero no hay que asustarse de los posibles 43ºC a las siete de la tarde. También hay días en los que se levanta viento y el ambiente, sobre todo de mañana y al anochecer, resulta delicioso. De todos modos, yo me permitiría aconsejar elegir un hotel céntrico, en la Plaka o alrededores, madrugar, no pretender ver todo el primer día, dosificar las visitas a los monumentos al aire libre, alternar éstas con las visitas a los museos, que disponen de aire acondicionado e, incluso, estupendos restaurantes, descansar en las horas centrales del día o permanecer a cubierto y salir a partir de la puesta de sol, hacia las ocho y media de la tarde.

No pretenderé hacer una guía turística de Atenas; las puedes encontrar fácilmente, buenas y bien documentadas, y armado con una de ellas y un mapa, lanzarte a las calles. Aludiré, grosso modo, a lo obvio e imprescindible, como es, en primer lugar, la Acrópolis con el Partenón, el Erecteion con las cariátides y los alrededores con los teatros y el ágora antigua y la romana. El  nuevo Museo de la Acrópolis, próximo a la misma, con su buena organización y disposición de las obras expuestas, además de su buena librería y mejor restaurante, se convierte en visita obligada. Igualmente el impresionante Museo Arqueológico Nacional, un poco más allá de la plaza Omonia. Otros museos y monumentos, además de numerosas pequeñas iglesias de estilo bizantino, se encuentran a lo largo y ancho de toda la ciudad. Pero, sobre todo, hay dos barrios que son en sí mismos un monumento, además de los restos arqueológicos que encierran, que son el barrio de Plaka y el de Monastiraki.

Taberna Melina  en el barrio de PlakaEn el barrio de Plaka se puede tomar como referencia la calle Adriano, que va desde el Horologio de Andrónico y la Biblioteca de Adriano hasta la plaza con el monumento de la linterna de Lysícrato. A derecha e izquierda, callejuelas, cuestas, tiendas y tabernas. En una calle paralela a la de Adriano, hacia el lado de la Acrópolis, se encuentra, entre otras, la Taberna de Melina, con abundante iconografía y detalles de la vida de Melina Mercuri, actriz y la primera mujer en ocupar un puesto en el gobierno griego con el ministerio de Cultura en 1981, agradable, amplia y sombreada. Por cierto, no es el único local que rinde tributo a esta mujer a través de retratos y símbolos, ya que su figura sigue siendo muy respetada y admirada en Atenas. Al lado de la plaza de la linterna de Lysícrates y en la calle Thespidos, la taberna del mismo nombre, con terraza, buena música en directo, ambiente agradable para cenar con la vista de la Acrópolis, bien iluminada, es otra de las muchas opciones en la Plaka. También en la misma calle Adriano, en el número 144, se encuentra la taberna Tagiouvetsakia, bien ambientada con abundantes plantas sobre la fachada, aclimatada durante el día y terraza en la acera que rodea la taberna, por la noche. Pero lo mejor es improvisar y dejarse guiar por la intuición y el momento, en la seguridad de que raramente se va uno a equivocar.

Si queda algo todavía sorprendente, eso resultará ser el encontrarse al atardecer y en la misma plaza de Monastiraki a una agrupación musical interpretando canciones y bailes tradicionales y, de manera natural, verte bailando un sirtaki en una participaciòn espontánea de las gentes que llenan la plaza; algo íntimamente vivido y protagonizado por los griegos, las personas que trabajan y habitan en el barrio y a quienes se suman algunos turistas con ganas de intervenir y tomar parte de la fiesta. Pude comprobar como, incluso, ante la evidente torpeza para seguir los pasos del sirtaki de un joven turista que se había unido al corro de baile, un hombre se le acercó, se puso a su lado, y con paciencia y una amable sonrisa lo fue conduciendo en la danza. Algo sencillo y entrañable que conmueve junto con esa música dolorida, quejumbrosa, que tanto recuerda, en cierto modo, a los fados portugueses o las danzas que me traen a la memoria las muñeiras, sardanas o algunos tipos de jotas.

Los días pasan y llega el momento de partir. Lo hago en la seguridad de volver. Puedo decir que me fui de Grecia y Atenas, pero Grecia y Atenas no se han ido de mí.

Julio G. Alonso

Otras fotos de Atenas y las islas Cícladas, totum revolutum

Museo Arquelógico Nacional de Atenas.Museo Arqueológico Nacional de Atenas.Museo Arqueológico Nacional de AtenasVista de la Acrópolis desde la terraza del Hotel Plaka.Vista nocturna de la Acrópols desde la terraza del Hotel Plaka.Puerta de Adriano con la Acrópolis al fondoMuseo del Ágora  (Acrópolis).Ágora romano.- Biblioteca de Adriano y Horologia de Andrónico.Museo Arqueológico Nacional de Atenas.Museo del Ágora (Acrópolis) Delos.Delos.Delos.DelosOia ( Ía) en Santorini.Kato Koufunissi.MýkonosCasa de pescador de Oia, Santorini.Sol en Naxos.Barca en el puerto de Ammoudi, SantoriniConejo con arroz, platillo tradicional.Platillos caseros tradicionales de carne .Dolmades o Dolmathakia: Hojas de parra rellenas de arrozSombreros en el Museo veneciano de Naxos.Basijas del Museo de Ceramicós en Atenas.Vino y fruta en el Hotel Plaka de AtenasSala egipcia del Museo Arqueológico Nacional de Atenas.Ermita en los alrededores de Oia, Santorini.Boxeadores de Akrotiria en Santorini (Thera).Luchadores. Museo Arqueológico Nacional de AtenasVino griego de Naxos.Taberna Atalos en Monasterikari.Cena para 2 personas.- Atenas.Taberna del puerto de Kato Koufinissi.-Comida para 4 personas.En el barrio El Burgos de NaxosCabeza del emperador hispano-romano Adriano. Biblioteca de Adriano. Atenas.Menús para 4 personas en Apiranthos y en Hora (Naxos).Mosaico del Museo Arqueológico Nacional de Atenas

16 comentarios en “Grecia (III).- Atenas, la capital

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  3. Los días vividos en Grecia estuvieron llenos de luz, color, playas y baños de mar que, intercalados con la comtemplación de los vestigios de las distintas culturas y la degustación de la gastronomia popular, nos permitieron disfrutar de un país que te engancha y en el que te encuentras como en casa.
    Personalmente tenía cierto recelo a los traslados en barco; sin embargo, añadieron un atractivo más a este viaje. Las islas están bien comunicadas entre sí a través de varias compañias, ofreciendo, en general, suficiente frecuencia horaria y buen servicio.
    En estos 18 días esperemos haber cargado las pilas para hacer frente al otoño que se nos avecina porque, como nos comentaron algunos de ellos, no hemos hecho más que empezar.

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    • Cuando las barbas de tu vecino veas rapar, pon las tuyas a remojar, reza un viejo refrán. Pues eso, que aparte de tratarse de un país estupendo con gente más estupenda aún, el desastre de la crisis económica lo está arrasando todo y nosotros estamos en la cresta de la ola sin solución. Harán falta muchas pilas bien cargadas para aguantar todo lo que tenemos encima.
      Salud.

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  5. Amigo Julio:
    El ser un buen fotógrafo no consiste en tener la mejor cámara del mundo sino en el color especial del cristal de tus ojos para expresar lo que ves con el alma. Tus fotos siguen siendo excelentes y qué decir de tus comentarios. Eres un guía turístico de lujo. Deberían estar en la famosa tiena de Portobello road, The Travel Bookshop, de la famosa película que hizo la esplendorosa Julia Roberts. En fin que es una delicia leerte y «verte». j.

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    • Amigo Juan:
      Sobre el ser fotógrafo y la fotografía tú sabes mucho más que yo y me parece que tienes razón en lo que dices, aunque tus elogios hacia los momentos que consigo captar con la cámara, una cámara sencilla, automática, que lo hace todo ella solita, pues son excelentes y sé que vienen de la generosidad bien entendida del amigo. Te estoy muy agradecido por detenerte a mirar un ratito y leer otro ratito estos testimonios de los viajes. Con un abrazo.
      Salud.

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