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Vae victis!
Ad futuram memoriam
Hay un grito de bocas y de tierra,
una bruma de nombres, camposanto
de los pueblos de España, amargo llanto
del largo tiempo que el olvido encierra.
Y no hay vega, ni páramo, ni sierra,
otero o río que en su voz y canto
calle en grito la sangre o grite tanto
que ahogue el crimen que en su seno entierra.
¡Míra hoy las manos a la tierra dadas
en besos que la tierra presentía
grano a grano en las penas sepultadas!
¡Míra nacer allá donde moría
con luces, ay, en sombra amortajadas,
la memoria hecha hueso o poesía!
González Alonso
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Julio:
Este soneto es impresionante.
A nivel formal es clásico y no cae en rimas manidas. Consigues la tan difícil naturalidad en una estructura métrica tan precisa como el soneto.
En cuanto al mensaje es una excelente reivindicación de la dignidad. Sepultar a los muertos de un modo digno es algo que convierte a un pueblo en humano y civilizado. Hacerlo de cualquier modo y en cualquier lugar es terrible, bárbaro, sin sentido.
Un poema para leer despacio y disfrutar a pesar de su tristeza.
Te dejo un abrazo
y
mi enhorabuena
Ana
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Gracias, Ana. Un placer encontrarte por entre las letras de este espacio. Comparto, en todo, tu punto de vista sobre la dignidad de los pueblos. Con un abrazo.
Salud
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Aplaudo tu poema, precioso de verdad , me trae a la memoria una herida no cerrada .
Sin odio, pero no olvidar , para que no se vuelva a repetir
Salud .
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Recibo encantado tu aplauso, Flory, en nombre de quienes sufren todavía y con la esperanza de que poco a poco encuentren el descanso que merecen poniendo a los suyos en sus vidas con dignidad. Sin odio, como bien dices; y, como pude leer en la reciente exposición del MUSAC en León, entendiendo que cada fosa común abierta es una herida cerrada.
Salud
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Y tú, poeta, sé la antena que recoja las vibraciones del Cosmos espectacular y polifónico como el órgano de una catedral.
(*) apunte «copiado» en mi blog de notas.
Salud.
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Gracias, Pilar. El compromiso de todos es la herramienta imprescindible para alcanzar el empeño por conseguir un mundo mejor. Cada uno con lo que pueda.
Salud
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Precioso poema el que nos regalas hoy Julio…precioso…que nos debe recordar que siempre hay lucha…que no nos podemos vencer o mejor dicho…dejar vencer.
Mi abrazotedecisivo desde la lucha
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Pues así es, Sara. La lucha por la vida, la dignidad, la justicia, la igualdad, la libertad. Son palabras grandes que se llenan de sentido y sentimiento cuando nos encontramos frente a la falta de lo que encierran. Lo sabes bien, sobre todo en estas jornadas duras de la minería leonesa. Con un abrazo de lucha y reivindicación.
Salud
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Parece mentira que a estas alturas de nuestra historia todavía los poetas tengan que encargarse de seguir recordando una cosa tan palmaria: los muertos han de enterrarse con dignidad. El mismo Aquiles permitió que Héctor tuviese unas exequias dignas. ¿Hasta donde llega el odio entre hermanos, como para olvidar este deber sacrosanto de dar sepultura digna al que perdió lo mas preciado: la vida?. ¿Hasta cuando no se permitirá a los familiares de los muertos honrarles debidamente?
Todo pueblo que no es capaz de recordar los errores de su historia está condenado a repetirlos. ¡Ojala sepamos entre todos cerrar esta herida definitivamente¡
Un soneto memorable, Julio. También es obligación del poeta dar testimonio. Aplaudo y alabo este poema.
Salud.
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La indignidad de estos enterramientos recae sobre sus autores, pero la padecen las familias de los asesinados. Es imperioso llamar a cada muerto por su nombre, recuperar la dignidad arrebatada de manera tan violenta, hacerlos ciudadanos de esta España que también es la de los vencidos. Aunque las nuevas generaciones quedan lejos de la crueldad de la guerra y la larga postguerra, no lo están de esos fantasmas que todavía flotan en el miedo y las bocas silenciadas. Estas cosas no suceden y pasan y se olvidan. Quedan arraigadas en la memoria colectiva y se hacen dolor de herida no curada. Hay que insistir. Hay que conquistar la paz «de los vivos», como decía Santiago en su comentario. Gracias, siempre.
Salud
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Gracias Julio por este soneto tan preciso.
Desde luego en pocas culturas los muertos los esconden en las cunetas, en los campos, en los cerros,en las lomas, junto a los árboles, bajo las piedras, en los ríos , en el mar,… es como en el mito de Antígona y Creonte, los muertos para que se los coman los perros !qué vergüenza!
Esconder a los muertos es esconder nuestros fantasmas, nuestros miedos, crear un estado de impunidad.
Eso es lo que quiere resolver la Memoria Histórica: «el derecho reclamado por los familiares de que sus muertos reciban sepultura con dignidad”
Algunos, como Luis Goytisolo, reclaman paz para los muertos; pero, amigo Luis, la paz la tienen que tener los vivos, pues los muertos ya descansan en paz.
Enhorabuena Julio por tu poesía
Santi
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la paz la tienen que tener los vivos, pues los muertos ya descansan en paz.
Totalmente de acuerdo, Santiago, con las observaciones que nos dejas en tu comentario. Ayudaría bastante a mitigar el dolor de los familiares el encontrar a los suyos en las fosas y recuperar su memoria junto con sus restos. No comprendo el porqué esto produce tanta crispación en algunos sectores de la población o la indiferencia en otros.
Gracias por tu felicitación. Lo mejor sería, sin duda, no tener motivo para escribir ningún poema -bueno o malo- con este tema. Pero la Historia, no sólo de España, no acaba de pasar página.
Salud
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