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Los nombres que mi boca niega, el hambre
que los ojos no ven; la dura ausencia en blanco escrita
al alba de los días. Qué inútil,
qué vana pretensión el refugio vacío del recuerdo,
reflejo de agua en el espejo estancado de las aguas.
Inmóvil en el centro del silencio gritas,
sin voz gritas, sin palabras te nombras
y adjetivas. Qué amarga saliva
de besos
en labios yermos, qué calor frío
en el hueco del verano, secos los arroyos.
Sólo el viento azota furioso las miradas
y entre los dedos del tiempo, poco a poco, escapa
la sal derramada del olvido.
Julio G. Alonso
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Nadie que conozca tu poesia, esa que escribes y que hablas, tendrá duda de qué es un poeta: Alguien que expresa las ideas y los sentimientos de la forma mas bella. Y tú amigo Julio eres un poeta.
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Amigo Paco:
Me conmueves. Te conozco, te aprecio y te respeto, por eso sé que lo que me dices lo dices de todo corazón. Gracias, amigo. Un fuerte abrazo.
Salud
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Siempre ese esfuerzo en que el olvido no pueda con la memoria, con lo que debe de ser salvado. La sal suele ser un buen condimento, pero también puede cegar.
Encuentro en tu poema, una profunda reflexión, costumbre que hoy es tan poco usual. Es desde la poesía desde donde se llega al corazón. El conocimiento para que sea tal ha de llenarse de apariencias, y que mejores apariencia que las que las palabras nos brindan.
Celebro tu poema por su significancia, y como no, por la maestría con que siempre escribes.
Mi admiración y mi respeto, amigo Julio.
Abrazos
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Gracias, Perfecto. Por mucho que se escriba, nunca podremos escapar de lo que nos es consustancial con la vida, que es la muerte. El olvido, como expresión de la pérdida de la memoria, es esa muerte que a veces se nos adelanta antes de que el cuerpo abandone su costumbre de respirar. También hay olvidos que afectan a las sociedades, como cuerpos vivos. La imagen de la sal alude a la pérdida de la memoria, al alejamiento por las oscuras sombras del olvido. Solemos referirnos al pan y la sal de la vida. En la sal derramada, la que se nos escapa entre los dedos del tiempo, hay un alejamniento de la vida.
Otra vez gracias, y felicidades por tu última publicación.
Salud
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Un placer disfrutar de tus relatos, de esa sal derramada que se escapa del olvido…y mira que es dificil…casi no hay escapatoria.
abrazotedecisivo y buena semanita
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Un abrazo, Sara. Gracias por tu presencia y, como dices, esperemos que la semana sea buena; al menos, según parece, la térmica de La Robla ha empezado de nuevo a quemar carbón ¿no?
Salud
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Estimado Julio:
Gracias nuevamente por tus espaciadas entregas. Cuando he leido tu poesía me ha recordado la letra de un bolero , de esos boleros desgarrados ; una de sus estrofas dice algo asi como : Se me olvidó que te olvidé…
Me ha gustado mucho tu metáfora final:
y entre los dedos del tiempo, poco a poco, escapa
la sal derramada del olvido.
Cuando dices la sal derramada del olvido me evocas muchas imágenes: la vida no vivida, el amor no correspondido, las ilusiones no realizadas, el trabajo sin proyección, el tiempo sin sentido,…
Hay un poema de G. A. Becquer que trata este tema de manera magistral, sus últimas estrofas son :
………..
Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza ,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas .
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna ,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
Mientras que el gran poeta Luis Cernuda también reflexiona respecto al mismo tema, en su famosa poesía
» Donde habite el olvido»
……………………….
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
Por otra parte,Julio, juegas muy bien con palabras contrapuestas: calor-frío; labios-yermos, silencio-grito, sin palabras-nombres, blanco-escrito, etc. componiendo una sinfonía de acertadas estrofas que te llevan desde la memoria hasta el olvido( nuevamente dos ideas contrapuuestas)
Un gran abrazo Julio
Santi
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Amigo Santiago:
Los trucos para llamar la atención del lector o realzar el valor expresivo del texto los uso de forma inconsciente y, en raras ocasiones, de manera deliberada. Es, muchas veces, en las relecturas, donde abundo en los recursos estilísticos reforzando las partes del poema que creo que lo exigen. El recurso semántico de la antítesis, en este poema, es verdad que cobra una importancia singular al lado de las metáforas junto a otros recursos morfológicos de los que me gusta usar como el epíteto, el asíndeton y -en menor grado- el polisíndeton. Las metonimias llaman menos la atención dado que en la vida ordinaria ya las usamos, aunque suelen llamar la atención en poesía si se encuentran algunas que sorprendan. Son, en fin, recursos que muchas veces conoces después de haberlos puesto en un poema y que, probablemente, los aprendes de otras lecturas y forman parte del inconsciente en el que se asienta el ritmo y la capacidad expresiva atribuida a la frase que llevas a la página. No soy experto en Literatura y no sé mucho de todo esto. En algunas ocasiones son otras personas las que me lo descubren y ponen nombre. Pero a la hora de escribir no suele uno pararse a pensar qué recursos debe escoger.
Por otra parte, me ha parecido magnífica la muestra que sobre el mismo tema has traído de G.A.Bécquer y L.Cernuda, tratado con tanta sensibilidad y de manera tan certera en espacios tan diferentes que van del Romanticismo a La Generación del 27
Soy un adicto a tus comentarios, en los que siempre hallo ocasión de aprender, además de una tremenda sensibilidad.
Con un abrazo.
Salud
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«Inmóvil en el centro del silencio gritas»
Menudos son, a veces, los gritos del silencio. Simon & Garfunkel lo dejaron ya dicho, a mi sólo me toca dejar testimonio de agradecimiento por esta conjunción de sonidos y metáforas enzarzados por un verso tan bien hilvanado.
Paco
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Gracias, Víctor. Es cierto que el silencio, el que va más allá de la ausencia de ruidos y el recogimiento, sobrecoge. Es un vacío que se extiende desde el interior y no encuentra límites. Como músico que eres has encontrado enseguida la referencia musical de Simon y Garfunkel en aquella mítica canción de los años sesenta. Otra vez gracias y un abrazo.
Salud
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No te conformes con ser como el agua que todo lo refleja y todo lo devuelve en su reflejo. Sé agua, fuente de vida, purificadora. Desde los temas de protesta de los años sesenta hasta ahora poco ha cambiado; en algunos lugares, nada, pese a las apariencias.
Por cierto, ¿saliba?
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¡Ay, amigo Seishin! Gracias por tu observación. Ya está corregida esa penosa saliba. Y del resto, ¿qué decirte, sino agradecer ese lado positivo que siempre encuentro en tus palabras? A veces, como es el caso, hay que enfrentar lo amargo de la existencia para despertar sentimientos positivos y ser agua vivificadora. Otra vez, gracias.
Salud
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