Final de verano con zarzamoras

Amaneció un final de verano
y zarzamoras, los arroyos
en rumores de aguas cristalinas,
los chopos
con su beso verde al cielo
y sus alturas
y el valle estaba en calma;

miró atrás
el camino de tierra cómo se perdía
en la curva sombreada

y una niña apareció tras ella
ligera como el aire,
un ramo de merenderas en la mano
y grichandanas,
la rosa de la vida en las mejillas,
luz radiante en los ojos,
la sonrisa fresca de la mañana;

voló a su abrazo con el cestillo de moras
en la mano,
la pálida vida en sus mejillas,
la apagada luz de su mirada,
la sonrisa leve de la mañana;

estrechó contra su pecho la frágil frescura del recuerdo
y aspiró muy hondo
el aroma de los años y los sueños
del final del verano

en moras,
merenderas,
grichandanas

y pulpa azul de lirios
y gencianas.

González Alonso

6 comentarios en “Final de verano con zarzamoras

  1. Muy lírico. Parece un poema de Juan Ramón pero con tu impronta, claro. El paso del tiempo que paladea los recuerdos vividos porque fueron intensos. Vivir así cazando lo bello para que después vuelva hecho ya poema.
    Un abrazo

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