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Testigo de mi tiempo y de mi vida,
herido de palabras y desnudo
de la muerte a la cita presto acudo
resuelto aquí a jugarme la partida.
No sé lo que el destino así decida
en su obrar arbitrario y trato rudo;
pero me ha de encontrar firme y tozudo
negándole por más que más me pida.
Nací como nacemos, sin aviso
y una hoja de ruta ya trazada
en códigos de genes y de herencias.
¿Por qué, para morir, darle permiso
y darle así a la parca por ganada
la suerte a sus caprichos y exigencias?
González Alonso
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¿Por qué hemos de morir, si no queremos?…
Excelente soneto. Me recuerda los de Lope.
Abrazo.
(¿Así que de vacaciones por mis tierras de sirimiri y txacolí?… Disfruta.)
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Pues la pregunta, aunque pueda parecer infantil, es así. Por eso escribí el soneto. Ya sabemos que no sirve para nada, pero uno se queda más a gusto…
Lo de veranear en Euskadi no tiene mucho mérito, pues vivo aquí, en un rinconcito de Vizcaya. Y me gusta el verano fresquito del País Vasco, sí, aunque lo alterne con otros destinos como Almería (donde no paso nada de calor, aunque a alguno le parezca raro…) Con un abrazo.
Salud.
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la vida misma, un soneto certero
felicitaciones
salutos
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No sé si es certero el soneto, Elisa; pero sí es cierta esa cita que nos ronda desde que nacemos y cada vez más próxima con la edad. Muchas gracias por tu paso y felicitaciones.
Salud.
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para mí ha sido certero, ya sabes una vez que el poema se publica al autor solo le cabe la autoría pero la interpretación es toda del lector
buen comienzo de semana
saludos
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Es cierto, Elisa. El poema es del lector, en eso no podemos estar más de acuerdo. Gracias y salud.
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¡Muy bello soneto! Felicitaciones.
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Admirada Julie, gracias por tus felicitaciones. Siempre un placer.
Salud.
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¡Precioso!
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Gracias, Maria. Me alegra que te haya gustado este soneto.
Salud.
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