Almería
Qué sequedad de espartos y piteras
cubre tu agreste altura de verano
mientras el sol entero, duro y plano
arde en el seco cauce de las rieras.
Qué milagro de verdes primaveras
se multiplica en montes de la mano
breve del agua de la nieve, en vano
intento de ahogar cuencas y riberas.
En la ardiente pujanza del desierto
te elevas, Almería, en hierro y cumbres
de mármoles y olivos milenarios
con tus gentes, memoria de un incierto
heroico ayer de lucha ardiendo en lumbres
de justicia y de cantos libertarios.
Abrazos solidarios
de quienes buscan mejorar su suerte
son tus costas a salvo de la muerte.
González Alonso
Muy bonito poema sobre Almería y su clima
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¡Pues nada, otro lugar excelente al que poder viajar! Salud.
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Hermoso poema que canta las bondades de un paisaje que te es familiar y propio. El planeta todo nos inspira; somos sus traductores natos.
Abrazos y buena semana, Julio.
Siento no poder estar más presente entre los blogs,
pero en estos tiempos el trabajo me tiene a tope.
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Somos -como dices- lo que la madre Tierra es. Lo desafortunado del caso es la paradoja de amar a la madre y a la vez matarla. ¡La condición humana, ay!
Gracias por tus palabras a la orilla de este soneto sobre Almería, acostada al Mediterráneo con su orografía desértica y su acogedora vida. Un abrazo.
Salud.
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