Et ne nos inducas in tentationem

soberbia

ET NE NOS INDUCAS IN TENTATIONEM

Esto es todo lo que deberías saber
soportando el yugo de una vida penosa
y pasajera. No hay nada que envidiar
de las humanas vanidades,
ni de la gloria de las naciones, ni del poder
y la fe
y la vocación redentora.

He visto tiranos vestidos de salvadores
escalando las ramas más altas de la soberbia
en escaleras de discursos violentos, sostenidos
en mentiras y argumentos injustos
de pensadores mediocres. He visto
cómo el rico se hacía enormemente rico
con los votos de los pobres. Y veo
en la elocuencia rebuscada y torticera
de muchos humanistas
fermentar el odio, extender el miedo, secuestrar
la palabra
y los corazones esclavos
de la violencia. Y caer
las ciudades, la carne humana en hospitales
y escuelas, negados el pan y el agua
de la boca de los niños, por entre el polvo
la enloquecida marcha de los hombres
huyendo de los hombres.

Qué más nos puede pasar. La ira
y la venganza serán un viento imparable
de desolación, os digo
derramando lágrimas sobre el género humano
al tiempo que contemplo la belleza.

González Alonso

Pieter_Coecke_van_Aelst_-_Flemish_tapestry_Series_The_seven_capital_sins_(De_zeven_hoofdzonden)_Vanity_(ho_-_(MeisterDrucke-1317375)

14 comentarios en “Et ne nos inducas in tentationem

  1. Qué triste todo pero te leo y es consuelo; al final, entre toda esa fealdad mundana que producimos, como en la Caja de Pandora, ese pajarillo que a veces llamamos libertad, esperanza o como tú lo cantas «belleza». Hermoso poema. Saludos, y con todo, felices días.

    Le gusta a 2 personas

  2. Me ha gustado mucho tu poema, Julio, como siempre. Tus versos expresan lo que está pasando en nuestros días, en nuestra sociedad. La tristeza qie se alberga en tus versos, la comparto. Y dejas un rayo de esperanza en esa contemplación de la belleza que alivia el espíritu. Gracias amigo. Comparto tu sentir. Salud, Amor y Paz.

    Le gusta a 3 personas

    • Amiga Julie, desde la parte más amable de la vida te doy las gracias por compartir la tristeza de nuestros días y el mundo que nos ha tocado vivir. Conocer la tristeza nos valdrá para no ignorar la belleza que sólo alcanza a los corazones nobles. Un abrazo y, siempre, los mejores deseos de felicidad. Salud.

      Le gusta a 2 personas

Deja un comentario