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Tienes la edad del amor

 

Chica bajo la lluvia

Como viene el mar azul sumiso
a la tierra volcánica,
en besos húmedos
tú llegas a mis costas,
entretienes mis arenas en tu boca
y abrazo la cintura de tu agua. Tienes
la edad del amor,
la que imparable asciende en risas a los ojos
llenos de luz de mediodía – y no hay
defensa,
no hay combate posible
en el campo de mi piel,
tierra donde dejas
el rosario de cuentas en huellas de los labios –

¡Qué resistencia inútil
al ocaso de los años; qué estéril
el vano enfrentamiento a la pujante vida!

Te contemplo a la caida
de las tardes de verano
con los últimos soles en los cielos de los días.

Te contemplo

sabiendo que las noches
pondrán racimos estrellados a los sueños
de antes de la madrugada,

cuando el mar azul sumiso llegue hasta las playas
con sonrisas de espumas en las olas

y el viento, cambiante, arrastre
las últimas caricias
a poniente.

Julio G. Alonso

Poema publicado en la Antología colectiva Universos Diversos.- Poesía del Siglo XXI (octubre de 2009)

Mujer joven acercándose por la orilla del mar.Mujer joven alejándose por la orilla del mar.


8 Respuestas to “Tienes la edad del amor”


  1. marzo 13, 2013 a las 21:49

    “Tienes la edad del amor. | Lucernarios” Window Treatment
    Ideas definitely got me simply hooked on ur page!

    I reallywill certainly be back significantly more frequently.
    With thanks ,Eileen

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  2. noviembre 8, 2012 a las 23:49

    La edad del amor…sin duda es la mejor edad y cualquier edad es buena para el amor Tengo una amiga que dice que a nuestra edad (porque las dos tenemos los mismos años) ya no se pueden tener muchas novedades. Yo le digo que, a pesar de tener los mismos años, su edad no debe ser la misma que la mía porque yo tengo la edad de los sueños aún no conseguidos, la edad de la ilusión donde cualquier novedad es posible y, sobre todo, la edad del amor. ¿quién dijo que es tarde para amar?
    El poema, escrito con una gran sensibilidad, es realmente hermoso.

    Besos

    Ana

    Me gusta

    • noviembre 9, 2012 a las 10:36

      Una poetisa como tú enamorada del amor que va cuajando en innumerables buenos poemas no podía dar otra respuesta a su amiga y al mundo entero. Nunca, es cierto, es tarde para amar. La magia del enamoramiento siempre tiene ojos jóvenes a cualquier edad y un corazón que se desborda.
      Me ha hecho ilusión tu comentario, Ana, por la frescura de tu testimonio. Con un abrazo.
      Salud.

      Me gusta

  3. abril 27, 2010 a las 22:49

    Un placer, Ana. Yo no sé mucho del amor. Tal vez supe alguna vez. Pero sé reconocerlo a mi alrededor y sé que hay otras clases de amores que animan mi vida y le dan sentido. Hay mucho amor a mi alrededor que no creo merecer, pero que se me regala diariamente sin pedir nada a cambio. Estoy agradecido por ello. En el caso del poema, ¿no habrá sido, incluso, el propio amor de mi juventud el que se me representó en ese marco incomparable del atardecer almeriense? No lo sé.
    Gracias siempre.
    Salud.

    Me gusta

  4. abril 27, 2010 a las 01:38

    Qué hermosa experiencia la que te hizo escribir este poema tan sensible y delicado. Es que la visión de una mujer hermosa descalza disparó en ti la conexión con las musas que siempre tienen la edad del amor ya que son atemporales.

    Un poema bello, tranquilo, fugaz y fuera del tiempo a la vez.

    Me ha gustado mucho, Julio.

    Un abrazo grande
    Ana

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  5. abril 21, 2010 a las 11:14

    ¡Ay, amigo Perfecto, y qué razón tienes!, ¿quién -en su sano juicio- quiere resistirse al amor? Gracias, siempre. Como anécdota, te contaré que este poema se gestó en una tarde no muy lejana -de hace sólo unos años- en las costas almerienses de Agua Amarga, lugar de ocasos espectaculares. El amor que representa la joven muchacha del poema es amor de tierra volcánica, de luz y mediterráneo a la orilla del mar. Todo lo demás, como la ocasión de cualquier poema, es casualidad y causalidad. Pero aquella tarde, con el paisaje de la tarde almeriense en la mirada y el paso fugaz de una joven descalza pisando el agua y la arena, afloraron estos versos entre las infinitas reflexiones y la paz, la felicidad, de la que era dueño. Con un abrazo.
    Salud.

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  6. 8 Perfecto Herrera Ramos
    abril 21, 2010 a las 08:53

    Para el amor no hay ni edad ni resistencia posible. Además ¿quién quiere resistirse?.
    Un poema sublime, lleno de positiva armonía.

    Un abrazo.

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