Ya es hora de volver a las riberas
y agua de tu niñez junto a los ríos,
torrentes de la edad, años de fríos
y adolescente amor de primaveras.
Volver a compartir las acederas
sobre los verdes prados en estíos
de parvas y de trillas y en bravíos
roquedales de fuentes manaderas.
Tú llamas y a ti vengo ensimismado;
me llamas y respondo a tus anhelos
con fervor y pasión de enamorado.
Si es hora de volver, sea a tus cielos
y a tus besos de escarcha y al alzado
sentir de tus sentidos y mis celos.
Julio González Alonso
El estilo amoroso del soneto pretende subrayar el enamoramiento de la tierra que acogió nuestra infancia y del que no podemos desasirnos en nuestra vida, aunque ésta transcurra en otros territorios y otros paisajes. Se trata de una personificación mediante la cual el pueblo, sus montañas, ríos, estaciones, costumbres y peculiaridades se convierten en el objeto amoroso al que se dirige, pasado el tiempo, el amante, con las declaraciones y los reproches habituales, dudas y miedos propios del lance amoroso. Un poema, en fin, de fidelidad al propio origen y de reconocimiento de las primeras emociones que ese amor nos suscitó en su momento y que conformaron nuestra manera de sentir, podría ser, ya de forma definitiva.
Paco Mallada ha convertido este soneto en un hermoso bolero que podéis escuchar en este enlace: Si es hora de volver.
Hola Julio.
Este es un bello soneto que me ha dejado dentro una emoción hermosa y cálida. Lo he disfrutado mucho. Nuevamente, una suerte leerte. Un abrazo.
Tadeo
Me gustaMe gusta
Tadeo, la suerte siempre será mía de saberte entre los versos de esta bitácora, lo que te agradezco sinceramente.
Salud.
Me gustaMe gusta
Entiendo perfectamente lo que comunicas en este magnifico soneto. Los que hemos tenido la suerte (por decir algo) de permanecer mas o menos en la tierra que nos vio nacer, esa vuelta se ha hecho mas fácil. Pero si que hay un determinado momento en la vida de todo ser humano en que se impone esa vuelta. Hay algo que nos llama; posiblemente, nuestros recuerdos y nuestros afectos, nuestro despertar a la vida y a la naturaleza.
Oírlo como bolero, es un gozada.
Mi enhorabuena.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Creo que sorprende escuchar un soneto con ritmo de bolero; pero es que el amigo y maestro Paco Mallada es capaz de ponerle música bailable a lo más serio y solemne, como se puede apreciar con las composiciones que hasta ahora nos va dejando. Lo veo, en fin, muy sano, animado y natural, y me divierte mucho intentar canturrear sus melodías. De lo demás, amigo Perfecto, qué decir salvo que has comprendido cabalmente todo el significado de este soneto y que, tal vez, a más de mil kilómetros de distancia, las experiencias vividas hayan sido, como apuntas, muy semejantes. Siempre gracias. Con un abrazo.
Salud.
Me gustaMe gusta
Hago un pequeño descanso y qué mejor que aprovechar para pasar por tu bitácora(¡qué palabra más bonita!); a pesar de estos «besos de escarcha» una se va toda llena de emoción.
Creo que todos estamos un poco enamorados de la tierra donde habita nuestra infancia y, aunque así no fuera, lo realmente cierto es que nuestra manera de ser y sentir está impregnada de ella.
El poema es realmente precioso y muy evocador, me trae a la memoria tantos recuerdos…
¡Qué diferente tu tierra y la mía! pero ahora que tanto la añoro me la has hecho recordar y sentir muy cerca.
Gracias por este ratito.
Un beso que te llegue al corazón
Ana
Me gustaMe gusta
Ana, ¡qué feliz encuentro en este rincón! Me alegra que estos versos te hayan hecho evocar con fuerza tu patria chica, no tan diferente en muchos aspectos a la mía, sobre todo en la buena gente.
He aprovechado la ocasión para volver a tu Coreografía de Emociones y traerla hasta aquí y así tenerte un poquitín más cerca.
Otra vez gracias con un abrazo.
Salud.
Me gustaMe gusta