Verano en dos tiempos
Las muchachas paseaban su piernas
al aire
y los pájaros
cantan.
Las muchachas mostraban sus pechos
desnudos
en la playa
y los peces nadan la alegría
de las aguas.
Las muchachas sonreían en los parques
del verano
y se posa, tímida, una mariposa
en la rama.
Revolotean los pájaros el aire,
los peces huyen esquivos
por las aguas quebradas,
reposa la mariposa extendidas
sus alas
y una sonrisa
feliz
me acompañaba.
González Alonso
Es curioso: esta tarde le comentaba a mi hija -pero sin las pinceladas poéticas que tú le imprimes- algo que se parecía un poco a lo que expones sobre la madurez: para mí la mejor etapa de la vida, si logras extraer todo el jugo de lo vivido.
Mañana tengo que madrugar y he de irme pronto a la cama.
Que disfrutes de unos sueños tan bellos como tus poemas y de la mejor salud del mundo.
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Espero, Carmen, que hayan sido felices los sueños. Los míos, amables y reconfortantes. Y comparto tu pensamiento sobre la madurez a la que hemos tenido el privilegio de acceder. La fugacidad de la vida nos invita a no olvidar poner en práctica un carpe diem diario. Con un abrazo.
Salud.
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Buenos días, Julio:
Estoy recién llegada de Asturias y me he encontrado con un nuevo poema tuyo. Como no podía ser de otra manera, fresco como el agua y la juventud conque lo adornas, y tierno y cálido como las emociones que contienen el tiempo vivido. Esos dos tiempos de verano al que aludes: juventud y experiencia. Pájaros cantando y mariposas en reposo, pero siempre con las alas extendidas y una sonrisa feliz.
Besiños palmeiráns.
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Amiga Magdalena:
Cada vez más cuando miro a mi alrededor me encuentro con los recuerdos, los buenos recuerdos. Me parece a mí que esto de la vida no termina en un sueño eterno, sino que viene a ser un despertar de los sueños que nos inspiran y empujan cada día. Todo se hace experiencia en la que conviven los dos tiempos que nos habitan: el pasado y el presente inmediato, efímero, fugaz. Si la primavera es la promesa de la vida que crece y empuja, el verano se me antoja plenitud de los sentidos. Será por eso que los versos se fueron a esas orillas de las aguas y el sol.
Muchas gracias y muchos besos cantábricos.
Salud.
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suscribo lo dicho. Un cordial saludo
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Gracias, tocayo. Suscrito lo dicho por Elisa, me remito – por no repetirme- a la respuesta que le he dejado. Salud.
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🙂
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me gustan los poemas que hablan de madurez y experiencia
buena semana Julio
abrazos
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Gracias, Elisa. Bien sabes que no podemos dejar de hablar de aquello que experimentamos; la madurez permite mirar las cosas desde una cierta distancia, evocar las sensaciones y configurar el mapa de las emociones sin ser secuestrado por ellas. Otra manera de ser feliz, supongo. El poema, por tanto, se mueve en dos planos distintos, el presente y el pasado. La incoherencia sintáctica promueve cierta sensación de inseguridad y desasosiego, equivalente a la evocación y lo relacionado con ella en los elementos naturales señalados. Bueno, eso-al menos- ha sido la intención. Luego, cada cual hará su lectura que le conducirá a su experiencia personal. De nuevo gracias y saludo hasta Chile en su invierno desde el verano de España.
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