Hoy eras sólo ola cabalgando
en la música
de ayer, breve ansiedad
y aliento del invierno;
eras como son los momentos buenos de la vida,
efímeros y bellos, leve humedad
del beso.
Recorriste en mi corazón el espacio
de un arpegio
y viniste a mis lágrimas
temblando. Entonces ya sabíamos
que lo hermoso se consume en su hermosura
apenas se recuesta en nuestros sueños.
Qué frío, qué frío
y qué ternura de abrazos
mientras cuidas el amor de mi mirada en tus ojos
y envuelta en los sollozos y en aroma
de adioses
me devuelves la caricia
en la sonrisa.
Supimos que éramos felices en mitad de la desgracia
y que no había camino de retorno,
por eso sé que no te irás del todo
ni me perderás del todo
ni dejará de sonar una canción
insistentemente al piano.
Esta noche no podré conciliar el sueño
y hasta el alba me arropará el insomnio;
entonces,
sin miedo a la obscuridad
volverá la quietud
y podré llorar
al cerrar los ojos.
González Alonso
Lucernarios 
He llorado. 🌷
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El amor está hecho de pasión. Pero, desafortunadamente, no suele durar mucho más allá del enamoramiento. Y las pérdidas son dolorosas. La vida, al parecer, es otra cosa. Si has llorado, sin duda lo sabes bien. Lo peor no son las lágrimas, sino el recuerdo que se resiste a desaparecer. Mi abrazo de consuelo.
Salud.
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❤️
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Gran poema, Julio, donde el recuerdo sangra y revive instantes maravillosos. Qué bueno que la poesía te acoja en sus brazos y puedas llorar. De acuerdo con … «Cada experiencia tiene su hueco en el alma y la memoria«.
¡¡¡Bella poesía!!! Un abrazo primaveral.
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Una alegría, Cecilia, poder vivir tu compañía en estos versos de evocación amorosa, aunque sea en su cara más triste de la pérdida y el recuerdo. Mi abrazo.
Salud.
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Es el regalo de la poesía, convertir el dolor en algo bello a pesar del sentimiento. ¡¡Un abrazo, Julio!!!
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Amiga Eva, tienes razón, éste es el regalo y la grandeza de la poesía, la belleza sanadora de su esencia, redimirnos del dolor o acompañarlo con cierta dulzura. Mi abrazo grande para ti desde casa y mirando el día soleado sobre la ría del Nervión allá por su desembocadura.
Salud.
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Hay despedidas que nunca lo son del todo. ¡Precioso!
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Eso es lo que pretende comunicar el poema, Diana. Y duele, muchas veces duele. Bueno, me alegra que te haya gustado. Mi abrazo y mejores deseos.
Salud.
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Se llevan en lo más hondo; nunca se olvidan… ¿cómo podrían? Gracias,Julio por poner palabras a lo que es tan difícil de expresar.
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Pues sí que resulta difícil, sí. Los fracasos, los naufragios amorosos, nos acompañan siempre con su estela de tristeza por lo perdido, aquello que nos hizo tan felices un tiempo. Dicen que es la vida, que todo se olvida, todo pasa. Pero no. Al menos no del todo. Cada experiencia tiene su hueco en el alma y la memoria. Muchas gracias por tu compañía, Bárbara.
Salud.
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Decía san Agustín, que las lágrimas son la sangre del alma.
Leyendo tu sentimiento, yo también afirmaría lo mismo.
Preciosa, Julio, me ha encantado.
Desde el confinamiento, salud, mucha salud.
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Gracias por la cita de San Agustín, Magdalena, y por la asociación que has hecho con el poema. Mi abrazo esperanzado.
Salud.
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¡¡¡Julio, un abrazo!!!
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Gracias por el abrazo recibido, Isabel. Que también te llegue el mío para estos días de este abril de confinamiento y pelea contra el Covid-19.
¡Salud!
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Gracias Julio.Estoy peleando como nunca he peleado. Voy conseguirlo. Gracias por tu abrazo confinado que si me llega!!Salud!
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Úrsula lo ha dicho perfecto. Y si un poema te encoge el corazón… sobran las palabras.
Un abrazo, Julio, cuídate.
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Gracias, Pedro. Nos cuidamos, amigo. Que tengas un día feliz.
Salud.
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«mientras cuidas el amor de mi mirada en tus ojos» Qué bonito. Buena tarde.
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Hay situaciones en una despedida donde una parte de ti se va, pero otra queda atrapada en la persona que amaste y todavía amas, sin palabras. Muchas gracias por tu compañía.
Salud.
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Maravilloso poema, encoge el corazón.
Un saludo, Julio
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Querida Úrsula, las despedidas en el amor y la sensación de pérdida duelen hasta en el recuerdo. Mi abrazo.
Salud.
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