Las diez de últimas
Barajaron tus padres la partida
en un lance de amor. Fue gran ventura
tu venida a este mundo y la hermosura
del precioso regalo de la vida.
El juego que tocó, a la suerte unida,
te premió con jugadas y largura
en la felicidad que el tiempo apura
con días de alegría sin medida.
Pero llegada, al fin, la postrer mano
cuando quiso la muerte las penúltimas
cartas jugar, erró en su vano intento.
No es que del juego fuera yo un portento
pero supe guardarme de antemano
el triunfo que me dio las diez de últimas.
González Alonso
He conocido hoy tu blog, Julio, y me ha encantado lo que he visto. Sin duda lo visitaré con frecuencia.
Un saludo y un abrazo
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Sólo puedo decir, Antonio, que me hace feliz la noticia de tu visita y más feliz la valoración que haces de los trabajos que voy dejando en este cuaderno. Si tienes algún blog o cuaderno estaré encantado de leerte. Mi abrazo.
Salud.
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El placer es mio de haber descubierto este espacio. Lo seguiré con frecuencia!Tengo un pequeño blog en el que escribo y voy dejando versos y algun texto que se llama Ángeles y Condenas.
Un abrazo para ti y espero que vaya bien todo!
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Gracias, Antonio. Lo buscaré, supongo que estará en WordPress.
Salud.
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Dicen que los dioses o las musas son los que susurran al oído del poeta, pero una obra de arte así, no puede nacer simplemente de la inspiración del artista ayudado por el soplo de las musas, yo creo que la balanza se equilibra entre la inspiración y el trabajo.
Gracias y enhorabuena, Julio.
Desde Palmeira un abrazo.
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Mucho más trabajo, amiga Magda, que acertada inspiración. Tienes razón, escribir es trabajar y trabajar; nada se nos regala en la vida, y no podía ser de otro modo en la escritura. Gracias por enredarte en la lectura de estos versos y por tu siempre estimulante comentario. Abrazo veraniego.
Salud.
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Estupendo soneto. Como siempre.
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Mil gracias, Azurea. Mi abrazo.
Salud.
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Me encantó el soneto y más aún, por lo que encierra. Felicitaciones por esos 10 últimos premios. Me aventuro a la jugada Julio :))
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En el juego del tute el que consigue la última jugada se lleva 10 puntos más que sirven, en ocasiones, para ganar la partida. Ante la muerte ya sabemos que la partida está perdida, pero al menos podemos tomarnos una pequeña revancha llevándonos los puntos de la última mano.
Me alegra que te gustara el soneto, Cecilia. Mi abrazo.
Salud.
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Gran soneto, Julio.
Enhorabuena y fuerte abrazo.
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Se agradece la enhorabuena, Pedro. Un abrazo.
Salud.
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¡Un soneto para enmarcarlo! Como siempre, muy bueno y un placer leer tus poemas. Mi abrazo.
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Gracias, Julie; para mí siempre son buenas y gratas tus visitas y comentarios. Un abrazo.
Salud.
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Pues mi enhorabuena por ese triunfo momentáneo,Julio: a la muerte no hay que darle ni agua,decimos por aquí.
Excelente soneto pro vida.
Un abrazo
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Tenéis razón por ahí con el dicho, Joaquín. Paciencia, barajar, y sigamos jugando la partida. Abrazo y salud.
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