Pasaron con su olor a crisantemos
los recuerdos y los días;
noviembre vistió sus tumbas
de oraciones,
repicaron
las campanas.
Un viento frío soplaba entre cipreses.
Pasaron en un vuelo de palomas
las ilusiones
de antaño.
¡Qué solitaria quietud
la muerte!
Sobre el nombre de la vida
escrito en mármol
deposité una flor.
El cementerio
reposaba su luz en lápidas
blancas,
dormía,
y volví
pensativo y cabizbajo
sobre mis últimos pasos.
González Alonso
«En la obra se conoce al artesano». Poco más puedo decirte, Julio. Eres pura erudición del arte.
Un abrazo desde Palmeira.
Me ha encantado.
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Gracias, Carmen, y abrazo hasta Palmeira desde las costas almerienses. Salud.
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Querido Julio: Es un deleite sumergirse en la lectura de tus poemas.
A causa de la pandemia es el primer año que no visito el cementerio en fechas tan señaladas. Al no tener a nadie enterrado en Madrid, solía depositar unas flores -rosas rojas- en la sepultura más humilde que encontraba. (Hasta en el cementerio se notan las diferencias sociales).
Acababa de dejar las flores cuando escuché una voz a mi espalda:
-¿La conocía?
Me volví y pude ver a un hombre de mediana edad y aspecto humilde que continuó hablando sin esperar respuesta:
-Era mi mujer. Murió hace veinte años y no dejo de venir al cementerio tal día como hoy…
Es curioso: en un cementerio también puedes encontrar alegría a raudales, sobre todo si el finado pertenece a la etnia gitana.
Salud y fortaleza para vencer al terrible virus.
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Amiga Carmen, ¡qué anécdota tan entrañable! ¡Y qué bien contada! En otras ocasiones por estas fechas solía recuperar un par de poemas sobre la figura de Don Juan Tenorio, recordando a partes iguales a Zorrilla y Tirso de Molina; pero este año ha sido diferente y he querido estar en el lugar de las despedidas y los encuentros definitivos, aunque -poco a poco- las cenizas de los difuntos se reparten por parques, laderas de montes, mares y ríos… Muchas gracias por la anécdota y por ese gesto tan generoso de honrar con dignidad la memoria de alguien desconocido y humilde. Un abrazo desde el sur hasta Palmeira. Salud.
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Agradezco este poema hoy de una manera muy especial, Julio.
Un gran abrazo.
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Un gran abrazo, Isabel. Salud.
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