Oigo a los que hablan hablan
y no dicen nada.
Otros miran
y nada ven.
Donde hubo una vez un árbol
engulle las sombras escarmentadas
un hueco enorme y vacío;
cuando llega a mover el murmullo
de sus hojas verdes el viento
el silencio es pesadumbre
columpiándose en el aire.
Necesito palabras para el alma,
miradas que vean, nombres que amen,
árboles llenando el espacio de la vida
a donde llegue el viento y susurre
entre las ramas,
en donde las alas del aire
muevan los sueños,
los pájaros traigan ramas en los picos
y cantos en la mañana
para inundar, felices, la primavera con sus nidos.
González Alonso
Lucernarios 
Todos necesitamos palabras para el alma… palabras y sentimientos como las que nos regalas en cada verso.
Fuerte abrazo, Julio.
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Me alegra, Pedro, coincidir en esas necesidades. Gracias por hacerme llegar tu impresión y mi abrazo.
Salud.
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Sí, amigo, todos necesitamos lo mismo, esa esperanza de vida, de belleza, de humanidad. Gracias, por tan hermosos versos. Mi abrazo. Salud.
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Gracias siempre a ti, amiga Julie, por hacerme llegar tu opinión. Un abrazo grande. Salud.
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