Los ojos de los niños

.Mirada infantil.

Los ojos de los niños
son como
los ojos del hambre
o los ojos
del amor;
cada mañana se abren
buscando
nuevos horizontes
y cálidos soles,
y se cierran cada noche
con la angustia de un sueño
– vida fantasma –
en su retina
cansada. O con bailes imposibles
de estrellas
y princesas. A veces,
con nada.

Los ojos de los niños
interrogan siempre;
les encantan y sorprenden
el pájaro y la gota
que se desprende pura
del alero.

Los ojos de los niños
están tristes
en los días grises del invierno.

Los ojos
de los niños
son como
los ojos del hambre
o los ojos
del amor.

Son miradas sin sombra
al miedo de la vida. Respuestas
de pupilas abiertas al asombro.

Como los ojos
del hambre.

Desgranan sonrisas luminosas o lágrimas
en los juegos
o en el viento
o en los ojos del amor.

Así son
los ojos de los niños.

Julio G. Alonso

8 comentarios en “Los ojos de los niños

  1. Amigo Julio, ´Los ojos de los niños…` No me canso de leerlo.
    ¿Sabes cómo los veo yo?. Los veo como si fueran (son) esos agujeros negros de los que hablan los científicos, a los que deberímos asomarnos para ver el origen,(big-bang) y después retrotraernos y
    comenzar a ver, como ellos, desde un principio.
    Gracias por hacernos pensar, aparte de deleitarnos.
    Un abrazo

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    • Amigo Eloy:
      Me hace feliz haber acertado con este poema que comentas; porque si ves y sientes con su lectura lo que aquí escribes es que el poema, a pesar incluso del autor, tiene algún mérito y transmite algo. En el caso de los niños, después de treinta y ocho años largos con y entre ellos, creo que se merecen más y mejores versos que estos, pero -de momento- es lo que hay. Tu visión de los ojos de los niños es la visión de la vida, todo esperanza e ilusión y posibilidades de ser feliz. ¡Qué lástima que al crecer estropeemos tanto de estas cosas! Con un abrazo.
      Salud

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  2. Entrañable Julio.
    Nosotros los adultos tenemos la responsabilidad, la obligación y deberíamos tener la decencia suficientes, para que la sonrisa y los ojos de cada niño de este planeta, sea una realidad.
    Me encantó esta entrada con esos hermosos versos.
    abrazotedecisivo y buen fin de semana

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    • Amiga Sara:
      Tu sensibilidad hacia el mundo infantil, como es notoria en tu cuaderno Momentos Decisivos y desarrollándose en tu profesión, dedicada a la Enseñanza, se hace patente en este comentario que tan amablemente me dejas. Gracias por todo ello. Con un abrazo.
      Salud

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  3. Así son los ojos de los niños. Siembre ha llamado mi atención la mirada del ser humano, pero muy especialmente la mirada de los niños. ¿Y qué es lo que nos asombra tanto? ¿No será que nos sorprende encontrar aquella mirada en la que nosotros mismos habitamos, y que los años convirtieron en algo distinto? ¿Es la inocencia que ya perdimos, y a la que siempre volvemos? Al menos, a la limpieza. Encuentro esa limpieza en este poema, poema hermoso de mirada limpia, de mirada hermosa.
    He disfrutado mucho leyéndolo: me han traído nostalgia y esperanza.

    Abrazos.

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    • En más de una ocasión he comentado que la patria de cada uno está en su infancia. Tal vez sea por eso que nunca salimos de ella o que volvemos a ella siempre que podemos. Hablas de la limpieza en su mirada. Tal vez sí; al menos es la sensación reciente que tengo después de pasar esta mañana entre los niños para hablar de poesía, leer poemas y celebrar a lo largo de esta semana actos en relación al Día del Libro. Sensación reciente y rememorada a través de más de 38 años dedicados a la Enseñanza. Podríamos hablar de más cosas, de muchísimas cosas de los niños, pero hoy, amigo Perfecto, nos quedamos en sus ojos y sus miradas. Gracias por estar siempre aquí, al lado. Con un abrazo.
      Salud

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  4. Querido Julio:
    Has descrito muy bien a través de los ojos de un niño una serie de emociones y sentimientos. Es curioso, que en los niños, sean los ojos el órgano más acusador; los hay tristes, asombrados, de pena, de miedo, de hambre, de esperanza, …
    El niño no cierra los ojos para representar imágenes, sino que los abre más, como si quisiera utilizar su instrumento óptico, frágil e imperfecto aún en ver más allá de lo que ve su corazón.

    Una pequeña poesía refleja muy bien esta idea:

    Niño y rueda
    que ruedan por la vereda
    redondo asombró de ojos
    raíz del alma..
    Pupilas que miran todo
    pupilas que no ven nada.
    Niño y rueda
    que ruedan por la vereda,
    rueda que salta la charca,
    la charca,
    ojito del suelo.
    Redondo asombro de ojos,
    la charca le muestra él cielo.
    Redondo asombro de ojos,
    el mundo está descubriendo.

    Gracias Julio, por esta poesía y por tus ánimos, siempre renovados
    Santi

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    • ¡Qué delicia de poema, Santi! No lo conocía, pero me encanta la impresión de movimiento que imprime a las miradas. Un estupendo hallazgo. Y siempre gracias por estar ahí con tus observaciones, que siempre -también- son un estímulo. Con un abrazo.
      Salud

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