La importancia de llamarse Ernesto
Oscar Wilde
Fundación Municipal Teatro Gayarre de Pamplona
Dirección: Alfredo Sanzol
Teatro Barakaldo
Vizcaya
Por si alguien se pregunta por la posibilidad de que una comedia escrita en 1895 pueda resultar divertida para el público de 2012, apuntaré el comentario elocuente de un espectador a la salida del teatro: ¡qué bueno es reírse un buen rato! Y es que, me parece, las obras teatrales escritas con inteligencia y que tocan lo medular de la existencia humana y sus relaciones, nunca prescriben. Más allá de ciertas costumbres y usos sociales, el modelo de convivencia se rige por parámetros similares en todas las épocas; y en todas ellas el amor y cómo conseguir poner en práctica los sentimientos amorosos, la pretensión de vivir bien, aún a costa de los demás, la tendencia a sacralizar ciertos valores imponiéndolos al resto de los ciudadanos desde el ejercicio del poder, económico, cultural, religioso, y la no menos acusada tendencia a practicar una doble moral entre las clases dominantes, ricas, poderosas y cultas, es una constante que subsiste con el paso del tiempo. Ello hace posible no sólo la comprensión y disfrute de esta obra, sino –llevando al cuestión a tiempos más pretéritos- reír y disfrutar con comedias como las de Aristófanes o Cratino de la Atenas del siglo V anterior a Cristo.
¿Qué más hace falta para que una comedia nos divierta? Pues, evidentemente, un elenco de actores capaces de comunicar el texto y darle forma a cada situación; cuestión sobradamente cumplida por las actrices y actores que el pasado sábado, día 3, se subieron al escenario del teatro Barakaldo. Y lo hicieron de la mejor manera posible, desarrollando sus papeles de menos a más, en una progresión constante de adueñarse del personaje y conducirlo hasta el espectador para exhibir todos los matices del mismo, en una atmósfera teatral perfecta que envolvió la representación. Lo hicieron en una puesta en escena fiel al texto de Oscar Wilde y a la época victoriana en la que se desenvuelve la acción, tanto en vestuario como en escenografía, con un trabajo interpretativo del texto en el que la frenética agilidad de los diálogos no decayó en ningún momento, lo que contribuyó de manera eficaz a mantener la atención del respetable y provocar las risas y las carcajadas en los momentos cruciales en los que la sonrisa se quedaba corta.
Podemos decir que La importancia de llamarse Ernesto es una comedia de enredo que desviste con ironía y mucha dosis de sarcasmo la sociedad de la época de Oscar Wilde, en una descarnada crítica de la doble moral practicada por las clases dominantes, las clases altas de la sociedad victoriana y sus interesados y discutibles valores, siendo el de la honestidad el más valorado y exigible y el que resulta, por contra, ser más transgredido y traicionado. Al hilo del título y el valor moral aludido, pienso que en español le cuadraría mejor el de La importancia de ser llamado Honesto, con lo cual nos aproximaríamos más atinadamente al doble significado que en inglés tiene el nombre del personaje en su pronunciación. Pero es una cuestión menor, un problema a veces de difícil solución en las traducciones. La obra, al efecto bastante bien traducida y adaptada, se encuentra plagada de aforismos y frases ingeniosas que se suceden casi sin interrupción y sin descanso para el espectador. Algunos ejemplos:
La educación es algo admirable. Pero es bueno recordar de vez en cuando, que nada que valga conocerse puede ser enseñado.
La opinión pública sólo existe donde no hay ideas.
El que dice la verdad, puede estar seguro de que tarde o temprano será descubierto.
Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio que durará toda la vida.
Las mujeres están hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
Los hombres se casan por cansancio. Las mujeres por curiosidad. Los dos se llevan una desilusión.
La única forma de vencer una tentación es dejarse arrastrar por ella.
No soy tan joven como para saberlo todo.
Oscar Wilde, este irlandés de Dublín (en aquella época formando parte del Reino Unido), al que se le define de ingenio muy agudo y mordaz, brillante conversación y vestir extravagante, sufrió el azote de la sociedad conservadora inglesa, siendo perseguido y encarcelado, reprimiendo y condenando la homosexualidad del autor de Dorian Gray y El alma del hombre bajo el socialismo, obra en la que volcó su ideario político a través de su anarquismo filosófico (A veces la gente se pregunta bajo qué tipo de gobierno viviría mejor el artista, y sólo hay una respuesta: en ninguno). A la salida de la cárcel viajó a Francia, donde moriría.
González Alonso
Querido Julio, no sólo eres un buen poeta sino que además eres un estupendo cronista. La obra no la he leído, pero sí la he visto y me animó a hacerlo mi hija que sí la había leído. No quedé defraudada.
Besos
Ana
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Amiga Ana, ¡ya ves cuántas veces es bueno seguir los consejos de los hijos! Me alegra coincidir contigo en lo excepcional de esta obra de Íscar Wilde. Con un abrazo.
Salud.
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… y venías con Ópera y Teatro, ah, magnífico cronista, con comentarios tan, tan lindos, y qué pequeño es mi saludo; que mi gratitud pueda ensancharlo, amigo; Orión
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Tu saludo es inmenso, amigo Antonio, al igual que la calidez de tu compañía, grato regalo que recibo feliz. Un abrazo, maestro.
Salud.
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Estimado Julio…yo ya me estoy preguntando si a mi, como a Óscar Wilde… me va mejor vivir bajo ningún gobierno, jejejeje, siento que no me encuentro en mi sitio desde hace tiempo…es muy importante llamarse Ernesto o Perico los palotes…pero gritar y gritar alto que esto, precisamente,… no es ninguna comedia. Un placer como siempre pasar por tu espacio cultural…yo que amo la cultura me perdería por aquí, traería mis árboles y estaría yo todo completito jejejeje. El bosque de mi entrada no es en la cuesta del Rabizo, que efectivamente como bien dices sólo hay pinos y robles….está mucho más profundo entre La Robla y Brugos, pero también se tiene acceso desde El Rabizo, es inmenso y precioso…una joya que tenemos en La Robla y poquitos, muy poquitos conocen.
Mi abrazotedecisivo cargado de energía desde los bosques navarricos.
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Lo bueno que tienen los grandes autores es que nos ayudan a descubrirnos a nosotros mismos y son, en no pocas ocasiones, un ejemplo del que aprender mucho y bueno.
Gracias por la aclaración sobre el origen de las fotos del bosque de La Robla. Y, según veo, de bosque a bosque ahora te vas a encontrar con el del pirineo navarro; ¿tal vez el bosque de Irati? El otoño resulta espectacular en esos parajes. Creo que tus asiduos en tu cuaderno Momentos Decisivos, van a tener ocasión de disfrutar de muy buenas imágenes. Con otro abrazo.
Salud.
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¡Aúpa, Julio!
Muy buen crítica. Me quedo con las ganas de haberla visto, y lo mío tiene delito porque no la he leído y mi hermano se llama Ernesto.
¡Abrazos!
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Gracias, amigo Ritxi. Será conveniente saber de la importancia que tiene llamarse Ernesto… y de ser el hermano de Ernesto, como ocurre en la comedia. Tiene su miga. En fin, que me alegro de saber que has leído este comentario o crítica y,mucho más, de que me lo hayas hecho saber. Con un abrazo.
Salud.
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