Acaso

mantener-la-calma-ante-la-incertidumbre

Acaso un dolor, un soplo
de nostalgia, la fe de una palabra,
la sinrazón de la máquina de un banco
pidiéndote los datos
a cambio de dinero, la respuesta
asomada al labio, la duda
columpiándose
en la mirada.

De todas las cosas que puedan ocurrirte
en un día, de todas esas cosas
que pudieran sucederte en una hora,
acaso dolor,
nostalgia, la palabra o el cajero
inteligente, la duda
o la respuesta
callada,

¿cuántas valen el precio de tu tiempo?
¿cuáles merecen la atención necesaria?
¿cuántas, acaso, vuelvan
cada día
como invitados molestos,
parásitos inútiles,
groseros,
zafios
e inoportunos,
llamando a tu puerta sin pudor
y, sin vergüenza,
despojarte de la serena
dádiva
de la calma?

González Alonso

16 comentarios en “Acaso

  1. Saludos Julio. Gracias por visitar mi blog. Estoy regresando.
    Se ha perdido la calma en una tierra de nadie y de todos. Se ha instalado una verdadera Torre de Babel. La duda callejea fuera y dentro de casa. Se vive en una incógnita perenne.
    Irrefutable verdad tu poema.

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  2. ¿cuántas valen el precio de tu tiempo?
    ¿cuáles merecen la atención necesaria?
    ¿cuántas, acaso, vuelvan
    cada día
    como invitados molestos,
    parásitos inútiles,
    groseros,
    zafios
    e inoportunos,
    llamando a tu puerta sin pudor
    y, sin vergüenza,
    despojarte de la serena
    dádiva
    de la calma?

    Muy importante hallar la respuesta a estas preguntas que se hace el poema.
    Genial.

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