El habitante.

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Pasajero de los trenes suburbanos
y habitante de todas las calles;
tu mundo
la parada del autobús,
el banco
verde,
la sombra oblicua de las catedrales.
 
Todavía llevas puestos los zapatos
que no se te harán viejos mientras dormís, olvidados,
la noche del barrio gótico hasta el último silencio,
y luego
despertarás
descalzo, como viviste siempre,
en un puerto encalmado de acribillados diques.
 
 Alguna vez supiste lo que buscabas
donde
buscar es un peligro,
la asechanza mortal de la libertad anclada
en el mar que mirabas sin definiciones.
Tal vez por eso ahora te encuentro en las esquinas
con la barba crecida,
fresco todavía entre los ojos el beso de la vida
y creo que es mentira que ha muerto la bohemia.
 
 
 La trampa se ha cerrado. Sí, la ciudad es maldita;
mas, sobre los tejados,
tu canto irracional
encontró los zapatos olvidados  huérfanos
de pies;
¿qué hacen –nos sorprendes- los zapatos  en las azoteas
y en las aceras los pasos?
¿qué hacen –nos respondes- los hombres que se arrastran
hacia ninguna parte
en los pasos que encierran sus zapatos?
 
Julio G. Alonso
 
                       En las aceras....Leopoldo María Panero en un banco de la calle Triana de Gran Canaria
 
 

El poema El habitante fue premiado en la IV Edición de Poesía Virtual Editorial Alaire en 2008 y posteriormente publicado en la Antología de Poemas Alaire en enero de 2009.

Traducido al rumano por Andrei Langa en el cuaderno Oaza de Cuvinte: Boschetarul

Traducido al portugués  por Tania Alegría  y publicado en el cuaderno Um Oasis de Palavras en enero de 2012organizado por Ana Muela Sopeña:  O HABITANTE

 
 
 
 
 

8 comentarios en “El habitante.

  1. Un poema fantástico por todo lo que dice y cómo lo dice. Desde la primera vez que leí este poema me quedé hechizada. Es un poema intenso, profundo que denuncia, conmueve, muestra a ese habitante marginado de las ciudades que vive desprotegido, pero al mismo tiempo puede tener un significado alegórico el poema. Y ese habitante ser cada uno de nosotros que a veces nos sentimos extranjeros en la ciudad que habitamos, sin saber adónde ir, sin rumbo, con inseguridad, perdidos y huérfanos. Es un poema con muchas lecturas y de una belleza sorprendente. Belleza en la sordidez de la orfandad. Me encanta este poema, Julio.

    No me extraña que el poema fuera premiado porque tiene algo que emana de cada palabra y de cada verso. Este poema no ha sido construido. Este poema (me atrevo a deducir) que es inspirado.

    Me da igual si es prosa poética o es verso libre. Es un poema que llega directamente al alma y al mismo tiempo está impregnado de una rara belleza. Podría hacer una película (un corto preferiblemente) a partir de este poema. Has logrado imprimir belleza en una realidad tan dura como es la marginación absoluta. Y esto sólo se logra cuando se es un Poeta como tú.

    Un beso
    y
    Enhorabuena
    Ana

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    • Amiga Ana:

      Sé que es uno de los poemas que más te han llamado la atención, y me alegra que te haya merecido ese interés. Tengo que darte la razón en lo que aventuras al definir este poema de inspirado (escrito de un tirón), aunque fue en su origen, de los tiempos de mi estancia en Barcelona. Una vez retomado quise darle mayor profundidad desarrollando la idea de la racionalidad, el orden, la irracionalidad y los zapatos, así que trabajé su cierre en la forma que ahora se lee. Y también tienes razón en que, aún tratando el tema de la marginación y la pobreza que genera o ampara las ciudades, hay una intencionalidad en el modo de plantearlo para que no quede solamente en algo descriptivo, sino que se pueda interpretar en otras claves, como las que apuntas.

      Siempre es un motivo de gozo recibir tus comentarios, Ana. Con un abrazo.

      Salud.

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  2. Julio sólo quiero decirte que disfruto mucho leyendo lo que escribes. Para mí es muy difícil expresar lo que siento cuando leo tu poesía, tú escribes muy bonito, pero sinceramente es un placer esta lectura. Gracias por compartirlo con todos nosotros y ponerlo al alcance de todos.

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    • Adriana, no puedes imaginar la alegría que me das con tus palabras; creo que has expresado muy bien lo que sientes, o al menos yo creo haberlo entendido perfectamente, y si cualquiera de estas lecturas sirven para procurar un momento de disfrute ¡qué más se puede pedir!

      Gracias por hacerme llegar tu comentario y un abrazo hasta ese México enorme y amigo.

      Salud.

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  3. Amigo Perfecto, respondiendo a tu pregunta sobre si parece que algunas personas lleven los dos pies calzados en el mismo zapato, te diré que sí; lo inquietante es que quieran que los demás hagamos lo mismo.

    Tu lectura del poema resulta en todo lúcida y acertada; te lo digo porque he recibido muchos comentarios sobre este poema en otros espacios y muy pocos han sabido ver, en su casi totalidad, lo que se denuncia en estos versos. A ti no se te ha pasado nada por alto y eso resulta muy gratificante para mí, como puedes suponer.

    Sobre la forma, pues ya sabes que -como tú- prefiero ir al fondo. No me gustan los poemas puramente ornamentales. También me gusta, como es de ver, probar con todo tipo de estrofas y estilos, así como temas. Pero me gusta la poesía que dice algo, que cuenta algo, que conmueve y hace pensar, que emociona y es capaz de evocar realidades diferentes. Será por eso también, que te tengo entre los escritores que me gusta leer y disfrutar. Con un abrazo.

    Salud.

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  4. En estos días donde se ha descubierto un zapato de no se cuantos siglos en Armenia, tu poema nos habla de los zapatos y las pisadas, de los que, sin zapatos, hollan las aceras de nuestras ciudades, a veces por necesidad, a veces por un acto de suma libertad frente al sistema, y de aquellos que luciendo estupendos zapatos no saben a donde dirigen sus pasos o son presos de los mismos. ¿No te parece que algunos parecen llevar los dos pies en un mismo zapato?
    La composición me gusta. No me preocupan tanto las formas, aunque no conviene desconocerlas, pero un buen amigo siempre me decía: di lo que quieres decir y no te preocupe la forma, ya se creará a si misma. Se ve últimamente mucha preocupación por la forma para luego no decir nada.

    Amigo mío, este poema dice mucho, y la forma me parece la adecuada al tema.

    Un abrazo.

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  5. Hola,Julio:

    Aunque me cuesta clarificar este tipo de composiciones(normalmente se escribe más prosa poética encubierta que verso libre), sin embargo reconozco tus imágenes directas, la semántica clara y humanista del poema, el recorrido claro del verso.
    Tal vez porque he tenido algún amigo de la Bohemia -«Pelegrino»- me es fácil entender que hayas alcanzado el significado oculto de las cosas del hombre de/en la calle que buscando, o viviendo, su libertad encuentra los zapatos en las azoteas y en la calle los pasos. Los tres últimos versos no pueden cerrar mejor la imagen de la tragedia del hombre de la ciudad, del hombre.

    Gracias por tu trabajo.

    J.C.

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    • Gracias, Juan Carlos. Yo tampoco sé muy bien dónde empieza la prosa poética y dónde termina el verso libre. Hay mucho de cuanto dices y hay eternas discusiones sobre la pausa versal, los encabalgamientos y su valor en verso libre, el ritmo acentual, la desvertebración de los versos con métrica y un montón de aspectos que se me escapan. No soy un teórico de la Poética, imagino que la ciencia que estudia la Poesía, ni soy lingüista, ni Literato, ni tan siquiera poeta, sino más bien mero diletante en esto del escribir; por ello, no cabe que esperes explicaciones concienzudas por mi parte. Agradezco en todo cuanto valen todas tus palabras y puedo decirte que ha sido un verdadero placer saberte leedor de este trabajo. Con un abrazo agradecido.
      Salud.

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