Agua de febrero

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Febrero de aguas abajo, ánfora
de vida.

Azul la amatista,
azul la violeta;
la mujer que te trae
de azul vestida;
cascadas derrumbándose
en las grutas,
vueltas

y peces en círculos
de agua pura.

.

Febrero era el mes de la purificación en la Antigua Roma. Se representaba por una mujer vestida de azul con la túnica levantada y sujeta por la cintura que llevaba una ave acuática en las manos y en la cabeza una ánfora de la que salía abundante agua, símbolo de las lluvias. El mes estaba bajo la protección de Neptuno; el dios de las aguas está sobre una gruta formada por cascadas y llenas de peces, símbolo del mes. Según la tradición, la piedra de febrero es la amatista y la flor la violeta.

Los elementos anteriores son los que configuran el contenido del poema pensado para un calendario con el tema del agua en los diferentes meses. Un refrán, de los muchos del refranero: Cuando llueve por febrero, todo el año al tempero.

14 comentarios en “Agua de febrero

  1. Con tintes de exquisitez, saludo tan notable poema.
    ¿Sabías, querido Julio, que este corte de trabajos me resulta fascinante?
    Es como ofrecer una pauta para que el lector complemente una idea propia.
    Nosotros (México), tuvimos a un gran escritor que gracias a ser un iconoclasta e irreverente, jamás obtuvo el merecido reconocimiento a su trabajo. Su nombre era Don Ricardo Garibay, a quien tuve el privilegio de conocer personalmente. Éste era su corte predilecto al escribir poesía.
    Percibo un Julio que se desprende de la cotidianidad, con desenfado en ocasiones e intimista en otras.
    Un verdadero placer leerte… como siempre.
    Un abrazo:
    Arturo

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    • Me honras con la comparación, amigo Arturo. Estoy convencido de que Don Ricardo Garibay encontrará el reconocimiento debido y sus escritos ocuparán un espacio e influirán en la Literatura. No así mis pequeños intentos, que tampoco pretenden gloria mayor que la de encontrarse con lectores atentos e inteligentes como tú y recibir de ellos el ánimo suficiente para no saberse tan solo con la palabra en el verso. Muchas gracias muchas veces por hacer que me sienta verdaderamente leído y apreciado con tu amistad. Con un abrazo.
      Salud.

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  2. Poetajulio. Me encanta de «encantamiento» ese verso primero.

    «Febrero de aguas abajo, ánfora
    de vida
    «.

    Qué buen dibujo de poema, Diosss !! Eso es Arte con mayúsculas, amigo.

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    • Se ve que estás atareada y que no sientes pasar el tiempo. Tiene su parte positiva, aunque también la negativa de sentirse arrollado o, en este caso y con más propiedad, arroyado por el agua, aunque sea de poesía. Gracias, Sandra. Con un abrazo.
      Salud.

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    • El temporal cantábrico continúa con sus ciclogénesis, a lo que siempre se llamó galernas. Espero que el agua de febrero sea en versos lo que el refrán espera de ella: el agua de febrero llena el granero…
      Con un abrazo, Sara.
      Salud.

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  3. Gracias, gracias, estimado Julio, por estos principescos versos al «agua de febrero», acompañados de una toma fotográfica impresionante, digna de la belleza que atesoran las palabras y el conjunto que forman; gracias, asimismo, por esa referencia teatral que nos haces llegar una vez más y que tanto se toma en cuenta y agradece; gracias y salud, hermano; Orión

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    • La fotografía fue tomada en Noruega hace un par de años. En medio de la cascada apareció una mujer danzando que representaba lo que en las leyendas y mitos leoneses son las janas, esas mujeres investidas de magia que habitaban en las aguas de ríos y fuentes.

      Veo que te pasaste también por el comentario de Mariana Pineda. Muchas gracias, Antonio. Con un abrazo.
      Salud.

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