Exégetas

Damasco

Exégetas
“La sangre no se reconcilia con la sangre”
Amal Dunqul, poeta sirio.

Oigo ruido de ángeles;
las ciudades, mientras tanto, arden en guerra,
la misma guerra por los siglos de los siglos;
los mismos muertos
a manos de los mismos asesinos
empuñando las armas
en el nombre de Dios. Los ángeles
lo miran con asombro
y tristeza, Dios, tan solo,
tan envuelto en su silencio
e, imagino, en el dolor del fracaso,
secuestrado por hombres que interpretan su alma
y su amargura
y se erigen en dueños de los designios del mundo
y deciden lo que está bien y lo que está mal
en la fuerza del cañón de sus fusiles.

Hay otros ruidos de ángeles
cuando miran
y ven quiénes ponen las armas homicidas en las manos
de los airados intransigentes fanáticos de la fe,
y quiénes los empujan desde las complacientes ideas,
y quiénes se enriquecen con las contiendas mercenarias,
y quiénes con cada bala
que fabrican
hacen un largo discurso en defensa de la paz
y del entendimiento.

Qué miserables exégetas de los textos y las leyes,
fundamentalistas del terror, poseedores
de la ciega certeza de la verdad, dueños
del odio, ladrones
de las vidas ajenas. Dios
no duerme; desolado llora al lado de las víctimas
y los ángeles se extravían entre los laberintos
de Alepo y de Homs y de Damasco, la más antigua
de todas las ciudades devastadas.

González Alonso

14 comentarios en “Exégetas

    • Pues, tristemente, así es, M. Jesús. Este poema alude a la guerra de Siria; ¿pero qué diferencia hay con la de Ucrania? Siempre los mismos poniendo los muertos, siempre los mismos sufriendo el desgarro del exilio, el miedo y la incertidumbre. Esto es absurdo, pero rentable para muchos. Gracias por tus palabras amigas. Un abrazo. Salud.

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  1. Terrible y sobrecogedor, Julio. Las palabras mal interpretadas, por ignorancia o deliberadamente, son una fuente inagotable de sufrimiento.
    De alguna manera tu poema me ha traido a la memoria, por la crudeza, una canción de Motorhead que también refleja la misma realidad. Pego solo un trocito. Un abrazo.

    Marcho ante un mundo martirizado
    Un ejercito para la lucha
    Hablo de grandes dias heroicos
    De victoria y poder
    Sostengo un estandarte empapado en sangre
    Te insto a que seas valiente
    Te llevo a tu destino
    Te llevo a tu tumba
    Tus huesos construirán mis palacios
    Tus ojos tachonarán mi corona
    Porque yo soy Marte, el Dios de la guerra
    Y te cortaré

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