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Amanecen
revuelos
de pájaros; aquellos, los mismos que anidaron
años de pantalones cortos y vestidos con lazos
perfumados
de las misas de domingo, torres
de campanario,
hoyos de guá en juegos de canicas;
aquellos
que alzaron en los picos
la extenuada soledad
de la memoria
de la infancia y me pregunto
dónde abandonaron sus alas el aire,
en qué rincón murieron
y dejaron el último latido temblando entre las plumas
de la breve primavera.
Retornan
vuelos
de pájaros –los que cruzaron atrevidos cielos
de juventud-
a la extremada nostalgia del recuerdo,
soles de veranos,
cuerpos abrazados
y amarilla miel en las colmenas
de los besos. ¿Y en qué lugar
murieron? ¿Quién los vio la última vez?
¿A dónde fueron?
Volaron
los pájaros
y multiplicaron
el clamor de sus cantos en los nidos de otoño; ¿pero dónde
dejaron
el batir frenético de sus alas? ¿Dónde
murieron todos?
Y miro
hoy
los pájaros
en revuelos ruidosos en mi torno; tal vez –me digo-
aquellos, los mismos que me digan
a qué lugar
conduce
el leve último vuelo
de los días
de invierno.
Mi estimado Julio, ya vi el poema anterior en primicia en mi bitacora, es que ando liadísima últimamente y no me he pasado por aquí, ni por mi blog lo suficiente, ahora todo vuelve a la normalidad…o yo he hecho que vuelva a la normalidad y ya me puse al día, quiero darte las gracias por la primicia,y de este verso libre hermoso…decirte que me sugiere tantas cosas…cuando una echa la vista atrás y ve…que con la mejor de las suertes ha consumido ya media vida…siento una rabía extrema…y a la vez…unas ganas locas de comerme el mundo.
Un placer leerte Julio, eres un pedazo de artista
Te dejo mi abrazotedecisivo y disfruta que ya es primavera.
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Sara, a veces la vida nos empuja y nos aturulla con sus exigencias, pero siempre habrá un momento de calma para recordar y volver a lo que nos hace felices, tus estupendas excursiones, las fotos de esos maravillosos paisajes, tus comentarios y reflexiones. Los años pasados nos dejan sus buenos recuerdos y experiencias, los que han de venir no sabemos, pero lo que tenemos son los días de hoy, el presente, que yo creo que es lo que verdaderamente importa. Si somos felices ahora, ¿para qué nos hará falta el futuro? Bueno, tal vez me estoy liando un poco, pero quiero decirte que agradezcl tu abrazotedecisivo primaveral.
Salud
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Querido amigo Julio y Perfecto:
Os agradezco a los dos vuestros poemas y reflexiones. A mí me pasa un poco lo mismo con el tema de la infancia; no sé cuál es el punto crítico a partir del cual hay un tiempo que corre hacia atrás y otro que nos lleva al inevitable destino.
Julio, a medida que te leo me gusta más tu forma de escribir. Tú no retuerces las palabras sino los pensamientos y, nos transportas -como ya hemos dicho- a tiempos tan lejanos, pero tan cercanos en nuestra memoria.
Cuando escribimos, seguramente podemos adivinar las influencias de nuestras lecturas, conversaciones, pensamientos. A mí tu bello poema me ha recordado a dos grandes poetas: G.A. Becquer, por el tema de las golondrinas y a A. Machado, ya que muchos de sus poemas rezuman este tipo de pensamientos y a otros muchos poetas que ahora no me acuerdo.
Empleas un conjunto de situaciones y palabras relacionadas con la primera infancia: pantalones cortos, vestidos con lazos perfumados, hoyos de agua, canicas,.. ! que tiempos aquellos!
Algunas evocan una primavera incipiente, enfretada a un invierno ya moribundo
Otras, me recuerdan el primer amor y el tembloroso pulso.
Las hay que huelen a pueblo: campanarios,colmenas,..
El conjunto me evoca una sensación placentera.
Gracias, Julio, por estar al otro «lado del espejo»
Un abrazo
Santi
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Amigo Santi:
Como en todo, quizás no está nadie al margen de las influencias y, como es el caso, tanto G.A.Bécquer en los años más jóvenes de bachillerato, como A.Machado un poco más tarde y andando los años, forman parte de las lecturas que -sin duda- habrán dejado mucho poso en la manera de ver el mundo, de sentirlo y de expresarlo. La forma machadiana del desarrollo conceptual del poema y la evocación romántica de los pájaros que se multiplican a nuestro alrededor y que también deben morir en algún sitio, tal vez tenga que ver con esas influencias. No sé. Pero lo que pretendí a través de la metáfora de los pájaros fue hacer un recorrido por la vida reflejada en las cuatro estaciones identificadas cada una con la infancia, la juventud, la madurez y la vejez. También quise huir de la pena o la compasión a pesar de certificar que la muerte acompaña cada etapa, hasta la última, como la otra cara de la moneda de la vida; tal vez de ahí esa percepción de serena sensación placentera. Y siempre las gracias te las debo yo, Santi. Con un abrazo.
Salud
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Hermosos y emotivos versos nos traes, para empezar esta primavera, que no sé por qué, pero me ha empezado a parecer nueva. ¿Será cierto que a cierta edad se vuelve a la infancia? Yo sé que no, pero si que cada vez mas se es mas consciente de aquellas cosas que tanto nos emocionaron.
Me gusta este tenue desgrane de las palabras, que van fluyendo con el volar del pensamiento, hasta llevarnos a la idea de la primavera. Quizás para que seamos conscientes de ella, de que empieza, de que está aquí.
No sé por qué este poema me ha traído una cancioncilla confeccionada en mis años mozos de teatro y andanza, que decía algo así como:
«Despertad gentes del campo,
la primavera llegó.
Diz que ha florecido mayo,
diz que mayo floreció.
El Señor de estos campos,
llevado por gran dolor,
diz que lo arrastró el diablo,
librenos nuestro señor.»
Te celebro este poema y te deseo una buena primavera.
Salud.
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Pues me alegro contigo por la llegada de la primavera, tan cargada de vitalidad y promesas. En tu caso, como es sabido, con libro recién publicado, lo que ya no es promesa, sino realidad. Te felicito nuevamente, Perfecto. Me ha gustado tu remembranza de los tiempos de teatro a través de los versos de la canción que dejas. Con un abrazo.
Salud
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