Villanella sin caballeros andantes

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No hay caballeros andantes,
orlandos, sanchos, quijotes,
que venzan a estos gigantes.

Entre tantos ignorantes
presumiendo de machotes
¡no hay caballeros andantes!

Ni habrá hombres tolerantes
en todo el orbe que acotes
que venzan a estos gigantes.

Por más que en versos lo cantes
y escribas, pongas y anotes,
¡no hay caballeros andantes!

No pueden ser los pedantes
de ínsulas, istmos o islotes
que venzan a estos gigantes.

Contra dinero y mangantes,
políticos, sacerdotes,
¡no hay caballeros andantes
que venzan a estos gigantes!

Julio G. Alonso
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Post Scríptum.-  Transcribo aquí las notas dejadas a pie de la primera villanella publicada en este cuaderno: Quien del amor no se cura. Espero que este nuevo intento os guste y anime a alguien a practicar esta clase de estrofa.
 
La villanella es definida como una de las estructuras más complejas de la poesía. Forma parte de las composiciones con estribillo y su origen se remonta al Renacimiento, naciendo de las canciones, la danza  y el folclore italiano de la época. Tuvo mucho éxito entre los poetas ingleses y también es llamada villancico porque a menudo trataba temas pastoriles con un lenguaje sencillo. La dificultad de la villanella radica en conseguir un buen dominio de la forma y a la vez proyectar sentimientos profundos.
La villanella está formada por 19 versos de arte menor, octosílabos, de rima consonante. Los 19 versos se distribuyen en cinco tercetillos y una estrofa de cuatro versos de cierre. En su desarrollo hay que utilizar el primer y tercer verso del tercetillo de apertura en las estrofas siguientes; hay que hacerlo de forma alterna para cerrar los cuatro tercetillos restantes y estos dos versos formarán, a su vez, el cierre de la la última estrofa formando un pareado. Dejo la estructura en la que los números indican el número del verso (todos son octosílabos) y las letras el orden de la rima:

1a,2b,3a  –  4a,5b,(6)1a  –  7a,8b,(9)3a  –  10a,11b,(12)1a  –  13a,14b,(15)3a  –  16a,17b,(18)1a,(19)3a

10 comentarios en “Villanella sin caballeros andantes

  1. Hola Julio:

    Después de leer este poema que te oí recitar con mucho acierto en la Noche Poética bilbaína, con el impulso me he atrevido a intentar una villanella un poco a remolque de la tuya.

    Espero que me disculpes el atrevimiento y me corrijas los muchos defectos que, seguramente, tiene. Te la ofrezco como regalo

    Villanella para Poetas Valientes

    Los caballeros andantes
    no llevan lanza ni espada
    para derribar gigantes.

    Hay quijotes elegantes
    que son, con pluma afilada,
    los caballeros andantes.

    Como los héroes de antes,
    con el alma bien templada,
    para derribar gigantes.

    Son poetas deslumbrantes,
    en esta ciudad cercada,
    los caballeros andantes.

    No se muestran vacilantes,
    a la hora señalada,
    para derribar gigantes.

    Ni precisan de ayudantes,
    en su lucha denodada,
    los caballeros andantes
    para derribar gigantes.

    Con un abrazo grande.

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      • Sera un honor poder compartir contigo, aunque no sea comparable mi pobre intento con tu magnífica obra.

        Siempre un placer.

        Abrazos.

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      • Pues sea, amiga Pepa. De las comparaciones, ni hablar. Si mi villanella tiene algo mencionable, es haber sido escrita antes que la tuya. Quedamos emplazados para la próxima velada de Noches Poéticas: 15 de mayo. Me parece estupendo.
        Salud.

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  2. Gracias, Julio, por tan bonita villanella, que me ha recordado el pasaje del Quijote y los molinos.

    Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino monigotes de papel, y lo que en ellos parecen argumentos bien hilvanados no son sino falacias de «dos pesetas», que volteadas del viento engañan a los bien pensantes. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras políticas; ellos son gigantes , !y qué gigantes!, y si tienes miedo quítate de ahí y tápate los ojos . Y diciendo esto, dio espuelas a su montura, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran monigotes de papel, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran.
    Y el Quijote se estrelló contra los monigotes, llevando consigo a las buenas gentes que mansamente contemplaban la escena.
    Un saludo
    Santi

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    • Pues bien es verdad que no iba desencaminado en la intención nuestro buen caballero andante, que apartar a los monigotes de la política sería de mucho provecho para la república y mejor suerte de los ciudadanos. Admiro la entereza y decisión de un don Quijote que, al modo de la aventura de Andresillo, acaba haciendo pagar el destino de su justa ira a aquellos a los que pretende defender y deshacer el entuerto. Cosas de encantamientos. Y ya puestos, diría el mismo hidalgo manchego, hagámonos, sino pastores, al menos émulos de David contra los Goliat del mundo. Pero, ojo, a ver qué piedras cargamos en las hondas…

      Encantado con tu entrada en esta villanella, amigo Santi, tan por lo cervantino y atinado. Con un abrazo.
      Salud.

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  3. Hola, Julio:

    Una instructiva entrada, esta tuya, que me hace saber de las villanellas (que sí conocía como villancicos, pero no por esta otra catalogación). Sería un buen reto intentar una… será por esa aversión a los números que creo que será que no, jeje.
    Esta tuya está tan bien conformada y dice cosas tan…ciertas (con las que comulgo) que me sirve y espero que surjan caballeros o «caballeras», me da igual el sexo, que de una buena vez, descabalguen a esos gigantes.
    Gracias.

    daniela

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    • Pues sí, Daniela; esta composición es de origen popular y hecha para ser cantada. Como el origen era villano (de los habitantes de las villas), pues tomó el nombre de villancico o villanella. El villancico que se canta en las iglesias no tiene un origen, como se ve, religioso. Las estructuras de los villancicos son muy variables. La de la villanella es la que aquí presento. No hay que tenerle miedo porque no hay que estudiar para contar las sílabas; fíjate que las gentes más humildes y sin formación académica alguna las inventaron y les dieron forma, en cuanto a rima, acentuación y medida. Lo que sí hace falta es echarle mucha imaginación, que no parece que faltara en las villas de los siglos XV y XVI, y un poco de ingenio. No es una estrofa culta, por eso es muy apta para los temas satíricos y de crítica de las costumbres. Pero el tema amoroso, con su tratamiento especial, también cabe en las villanellas.

      Sea como fuere, espero que tirando de villanellas o de lo que sea, algunos gigantes caigan más pronto que tarde. Gracias a ti.
      Salud.

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  4. Pues creo que sí, Julio… Creo que se van acercando esos que derriben a estos gigantes… más que nada, por eso de que «torres más altas han caido«…y esta casta de gigantes corruptos de uno y otros lados caerán con sus corruptelas, privilegios y demás…
    Mi abrazotedecisivo, caballero andante, y buena semana sin gigantes.

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    • Pues, la verdad, se hace cada día más necesaria una regeneración democrática, con menos descalificaciones, más propuestas constructivas, más ejemplo y moralidad por parte de la casta política, menos empresarios y banqueros mandando, sobornando, especulando… y todos ellos, políticos, empresarios y banqueros, robando al pueblo, imponiendo condiciones de vida injustas y duras para regalarse una vida de lujo, et. etc. El pueblo, armado de responsabilidad y justicia, será ese caballero andante capaz de acabar con estos gigantes. Mientras tanto, entre frío y nieve -que es lo que toca en invierno- van pasando las semanas. Gracias, Sara.
      Salud.

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