A un dibujo
Una especie de alma le brotaba por un ojo,
tal vez por una herida abierta sobre el ojo
o era el sombrero verde que apretaba su cabeza.
Caía en copos blancos su pena, y sobre el gesto
del hueco de su bigote, su nariz, sus mejillas,
discurrían hileras de dientes con mordiscos
de calavera muerta
(matada de una sonrisa
en primer plano)
Se consumó la agresión con aquella oreja atenta.
Los médicos recogían
los algodones blancos
y miraban a contraluz
frías radiografías.
González Alonso
Un alumno de 8º de E.G.B. del Colegio Juan Ramón Jiménez en el Valle Hebrón de Barcelona, en 1975 hizo un dibujo que dio pie al poema. Pasó el tiempo y perdí el dibujo original, pero la casualidad hizo que conservara el poema. Este dibujo que reproduzco no tiene ni la gracia ni la fuerza de aquel que mi alumno me entregó en clase y que mereció estos versos, pero espero que sirva.
Lucernarios 
Le honra todo: el poema, la memoria y el respeto por su trabajo.
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Muy amable, Gallego Rey. Te agradezco este reconocimiento que alcanza, también, a mi ex alumno.
Salud.
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Por supuesto. A ambos. Un placer.
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¿También tú recuperas viejos poemas?…
A mí me ocurre a veces y es un momento entrañable, ¿verdad?…
Abrazo, Julio
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Es entrañable, Soco; es como viajar en el tiempo y volverse a encontrar con emociones que creías olvidadas. Urgando entre las viejas carpetas, de vez en cuando aparece algo como lo que estamos comentando. Pienso que son poemas que también merecen ser reconocidos como hijos propios. A mí me aportan un conocimiento adicional a lo que podemos llamar evolución personal. En fin, como bien indicas, momentos entrañables.
Gracias y abrazo. Salud.
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Le viene el poema como anillo al dedo, poeta, extraordinaria descripción en verso. Besos a tu alma.
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Muy agradecido, Maria del Mar. Un placer contar con tu comentario tan positivo. Un abrazo.
Salud.
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Ya lo creo que sirve, Julio. El dibujo no será igual, pero el poema conserva la fuerza y la ternura de ese momento que fue y es historia, por eso vuelve a ti la necesidad del recuerdo. Todo ello me parece precioso. Un fuerte abrazo.
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Ha sido un hallazgo casual y me alegra mucho que te parezca precioso y que se perciban la fuerza y la ternura del momento, en aquellos tiempos… en que éramos tan jóvenes, ¡ay! Gracias y abrazo, Julie.
Salud.
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