La arquitectura de la araña

……………………..Tela de araña....... y ciudades.

La ciudad se teje de hilos luminosos, metales
que ruedan, cimientos en el aire enrarecido.
Como la inmensa red de la arquitectura de la araña
extiende su abrazo mortal por el espacio
entregada a las manos invisibles
de sus sueños, aturdidas pesadillas de neón
y de cansancio, el frenético zumbido que recorre sus arterias
y golpea en latidos moribundos todas sus extremidades.
 
Allí es el hombre, lepidóptero o gusano constructor
en su crisálida; allí es el vuelo al destino de la muerte,
el gemir breve del sexo en amor de alcoba,
allí es la luz del gozo efímero cuando cae el día
engullendo la noche de las calles y los supermercados,
cuando se detiene el ritmo acompasado
de su corazón de trenes suburbanos; los quirófanos
duermen. Cuando traspasan los océanos las palabras sonámbulas,
qué cabe esperar
si las mariposas se extenúan volando alrededor de millones de soles diminutos.
 
De ese hilo resistente,
de esa tela de araña
de ese mundo interior
vengo.
 
Julio G. Alonso

No resulta difícil entender la metáfora de la ciudad como tela de araña. Tal vez  la única diferencia es que, mientras las arañas capturan insectos en sus construcciones, los seres humanos son los atrapados en los mismos hilos de la tela de araña que construyen.  Presumiblemente  cada lector imaginará cuánto de trampa y cuánto no, tienen las ciudades que se extienden kilómetros y kilómetros a lo largo de las largas avenidas que conectan con la miseria de los extrarradios. Esta es la propuesta;  de cada cual será la interpretación final.

Poema recitado por Rosa Iglesias en la bitácora La Voz Bordada En El Verso.

Publicado en la antología Las Noches de Lupi en Portugalete, editorial LUPI (La Única Puerta a la Izquierda) Sestao(Vizcaya).-diciembre 2012.-ISBN:978-84-938010-5-2

4 comentarios en “La arquitectura de la araña

  1. Amiga Ana: Pienso que los poemas se hacen grandes no en la pluma del escritor, sino en lecturas como la tuya a las que siguen comentarios como el que aquí dejas, verdaderamente impresionante. Me siento muy honrado de poder contar con la atención de una escritura de tu talla y dedicación, y no caben palabras suficientes de agradecimiento en este espacio.

    La ciudad, como tan bien analizas en tu comentario, se ha convertido en un ente con vida propia a la que sirven sus creadores, fagocitados por su propia creación. Puede resultar descarnada esta visión de los espacios humanos creados para su servicio, para el encuentro, la vida, el futuro, pero convertidos en casi todo lo contrario; pero puede resultar, también, un buen punto de partida para la reflexión y la búsqueda de otras posibilidades para una ciudad en la que la persona ocupe el centro y recupere su humanidad.

    Con un abrazo agradecido.
    Salud.

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  2. Impresionante poema, Julio. La ciudad como un súper organismo vivo, como un ente biológico que contiene a todos sus habitantes. Una imagen poética muy buena, además de conectar con la nueva visión holística de las cosas y los sistemas organizados. Los humanos realizan actos sincrónicos en las ciudades. Trabajan a la vez, aman a la vez, discuten a la vez. A veces podríamos pensar en hormigueros, en arañas, en colmenas. Este poema permite reflexionar sobre la individualidad versus colectividad. El ser humano como ser autónomo o como parte de su macrociudad, como un infrahabitante.

    Un poema que da vértigo por su visión despersonalizada del humano dentro de las redes sociales y organizativas.
    Nunca mejor dicho.

    Un abrazo
    Ana

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  3. Mónica, ¡cómo me alegra que te haya parecido adecuado este poema! ¿Te has dado cuenta de que la imagen de la ciudad corresponde a la ciudad de Buenos Aires? Es difícil suponerlo en una foto nocturna y a tanta altura, pero ahí está la hermosa ciudad argentina a la que resulta casi imposible referirse sin mencionar el tango. Con un abrazo.
    Salud.

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