Se insinúa la flor

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Mujer con flor y vestido blanco

Se insinúa la flor; mitad sonrisa,
mitad lágrima sola, mitad tierra,
agua que en su mitad la vida encierra
en pétalos de luz, tallo de brisa.

Tan lejos de la edad que mi pie pisa
tu amor la sombra del dolor destierra
y en desigual batalla en esta guerra
soy herido en tus besos y en tu risa.

Alzas tu levedad de flor temprana
ante el viejo solar de mis abrazos
y soy yo más ayer, tú más mañana.

Mas, qué cabe, si al fin la vida es vana
viviéndola sin ti, y entre tus brazos
será la muerte para mí, liviana.

González Alonso

12 comentarios en “Se insinúa la flor

  1. Querido y admirado Julio, tu soneto, impecable, y además con contenido y no «hueco» que, aunque pudiera «quedar bonito uno hueco», por cumplir todas las reglas, ya no sería un poema como el tuyo que sí lo es, bello. Con todos mis respetos que, «son uno», para un señor de los que ha intervenido y que me ha dejado «frío» o más bien helado; y, que se le ve qué sabe mucho de sonetos y de letras, pero me ha dejado un sabor amargo, por aquello de «Quien no lo cumpla, pasará al cuarto de los degollados, de los desangrados…».
    Y, digo que; sin tener en cuenta si un poema es un soneto o no, y no me extiendo por ser mi conocimiento del tema, nulo; aunque creo entender de poesía por, «desayunar, comer, merendar y cenar con ella, antes de irnos a dormir, también juntos», para mí ante todo un poema es belleza, arte; belleza que ha de llevar y lleva un poema que, del corazón y cabeza del poeta brota, al son, ese pensamiento que; el lenguale, la expresión, lanza directamente al corazón y cabeza del lector, a una, ese, sí, ese pensamiento. Te puedo decir que me quedo con mi ídolo, mi «referente» como se dice ahora – horrible palabra donde las haya – que es, sí, es, pues D. Antonio Machado, fue, es y será al que muchos admiramos como «el más» maravilloso de todos, cuando dijo:
    La rima verbal y pobre,
    y temporal es la rica.

    o también:
    Verso libre, verso libre…
    Líbrate mejor del verso
    cuando te esclavice.

    Por supuesto a D. Arturo Juárez un saludo especial, como gesto de amistad. Julio Guzmán Sanchis.

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    • Amigo y tocayo Julio:

      Una alegría verte entre los comentarios a este soneto. Comparto contigo que un poema debe contener poesía y que eso, la poesía, tiene que ver con la emoción y la belleza, por encima de las normas. Es a lo que tú llamas no ser un poema hueco. Me alegra que hayas encontrado belleza y emoción en el soneto. Aunque no soy un sonetista consumado, también es verdad que, en este caso, el soneto cumple con todos los requisitos básicos de esta composición métrica; así que mi alegría es doble, la de superar las normas y la de haber conseguido -según tu opinión y la de los amigos que escribieron- una cierta dosis de belleza y emoción.

      En cuanto a lo que comentas sobre el amigo Arturo Juárez, quiero decirte que su mensaje me pareció en todo respetuoso y que no le falta razón cuando asegura que si haces un soneto y éste no está escrito según la preceptiva, por muy bello que pueda parecer y ser, lo cierto es que te lo descartartán, y si lo presentas a un concurso -por ejemplo- no tendrás ninguna posibilidad. Creo que es a lo que se refería Arturo que, es cierto, es buen conocedor de la métrica y las cuestiones poéticas.

      Bueno, ya sabes, amigo Julio, que cada cual debe seguir su inspiración y escribir respondiendo a su necesidad de escribir y comunicar, al margen de estilos y modas. El maestro Don Antonio Machado, al cual citas, tenía razón al reivindicar la expresión libre cuando el autor sienta que el verso medido le esclaviza. Aquellos que consiguen domeñar métrica e inspiración al mismo tiempo tienen suerte, un don, que está bien que cultiven, porque hay creaciones muy bellas en métrica también.

      Gracias por tus elogios y, sobre todo, por haberte detenido a dejar aquí tus opiniones.
      Salud.

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  2. Un soneto para degustar, con un buen vino y una grata compañía. Que la vida pasa, que no queda, pero que, a la postre, nos quiten lo «bailao» y lo «leío».

    Un disfrute, Julio

    Paco

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  3. Querido Julio:
    Todo soneto, a más de requerir escrupuloso cumplimiento a sus reglas, debe escribirse con la clara conciencia que es un compromiso con la literatura. Quien no lo cumple, pasará al cuarto de los degollados, de los desangrados, de los que osaron un reto harto difícil de lograr.
    Evidentemente, ése no es tu caso.
    La segunda cita que hago, es que aún dentro de la intrincada red de armoniosos versos, notables metáforas y ritmo cadencioso y armónico, desde mi punto de vista debe contener una semilla generatriz, la que sustenta, la que le da sentido grandioso, heroico, sublime.
    Para un servidor, su semilla es el verso:

    y soy yo más ayer, tú más mañana.

    Lo dice todo, lo explica todo, lo contiene todo.
    El resto, servil, abnegado, se ciñe a la excelsitud de su sentido global determinante.
    Momento esencial, cúspide en la vida de un hombre, cuando el futuro quedó muy cerca y el ayer muy, muy lejano, pero que la vida lo provee del delicado momento de saborear y revivir aquellos instantes que nunca terminaron de irse, so pena de hacer el ridículo ante la danza majestuosa de una flor en primavera.

    ¡Hermoso! Muy hermoso, querido Julio.
    Espero estar a la altura de tu brillante trabajo, y con mis humildes palabras, rendir honores a tu labor de poeta.

    Un abrazo:
    Arturo

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    • Amigo Arturo:

      No soy ningún consumado sonetista, pero me gusta -de vez en cuando- intentar esta estrofa clásica. El tema inmenso del amor, eterno y más habitualmente tratado en poesía, es siempre un desafío, ¿qué decir que no haya sido dicho?¿cómo decir como no se ha dicho? Bueno, pues a decir verdad, en ninguna de estas cosas me paro a pensar en el momento de escribir, aunque sí lo pienso después; lo leo y noto si me suena a demasiado trillado el modo o el estilo o el contenido.

      Explicaciones sobre el tema del soneto aparte, tengo que decirte que has acertado tanto en lo medular del poema, como en su intención que resumes de manera extupenda cuando escribes:

      Momento esencial, cúspide en la vida de un hombre, cuando el futuro quedó muy cerca y el ayer muy, muy lejano, pero que la vida lo provee del delicado momento de saborear y revivir aquellos instantes que nunca terminaron de irse, so pena de hacer el ridículo ante la danza majestuosa de una flor en primavera.

      Tu párrafo anterior me parece acertadísimo; el amor nunca caduca, sino en el momento en que lo hace la propia vida, y en cada edad se presta con la misma intensidad, aunque de diferente manera; el amor, como los recuerdos, nos acompañan siempre, pero hay que saber aceptarlo y administrarlo.

      Gracias por tus siempres interesantes comentarios, Arturo. Un abrazo hasta el inmenso México.
      Salud.

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  4. Se insinua la flor porque llega la primavera… y con ella esos sentimientos se encienden…estalla todo…veo que a ti también te hace efecto, ese resurgir de todo, esa ebullición y esplendor de la luz, la calidez…hoy tu poema no deja indiferente…hoy tu poema trasmite pasión y amor muy fuerte…asi es que chapó por esos sentimientos y esa forma de mostrarlos, me ha encantado estimado Julio.
    Abrazotedecisivo y feliz semana

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    • Bueno, Sara, pues no sabes la alegría que me das al hacerme saber que todo este revuelo amoroso resulte ser premonición de la primavera que me deja, por otra parte, una segunda recaída medio griposa con algo de fiebre y la reclusión en casa hasta que amaine… Gracias, Sara, por tu exquisita amabilidad y esas palabras tan bellas envueltas en tu abrazotedecisivo.
      Salud

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  5. Buen dia Julio, ha sido tu soneto un cuchillo de luz rasgando el gris de hoy, que quizá sea luz luego despues.
    No me pasa desapercibida la cuestión de que tú como autor te pones en la parte añosa, si cabe vieja pero que parece ser resuelves bien dejandote herir por besos y risas…no ha de preocupar la diferencia de años si se es capaz de poner en un sitio «público» como este un soneto tan tierno, tan erótico y con esas fotos que te pueden hacer volar por el camino de la sensualidad a cotas altas…despegando del suelo.
    ¡Uf! yo que me dejo llevar y…

    daniela

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    • Buen día, Daniela. Me ha interesado tu manera de interpretar el soneto. Es un poema de amor y puede ser, como dices, el encuentro de un hombre mayor y una adolescente que representaría la flor que se insinúa en los versos. Si así fuera, qué duda cabe, que el resultado sólo podría estar del lado del amor y lejos de pensar en refranes como los que dejé en el comentario a las palabras de Santi, ya no importaría si el alcacel o alcacer estuviera o no duro para hacer zampoñas, pues el amor, la pasión, sólo se debe a sí mismo. Está escrito de manera que lo inmediato sea pensar en lo que comento. Pero quisiera ir un poco más lejos e imaginar que la turbación del amor y la pasión se insinuen con toda su fuerza entre dos personas mayores o de cualquier edad, e imagino idéntico resultado: el triunfo del amor. Hoy estoy, decididamente, del lado del amor,¡ay!
      Me alegra haber encontrado tus palabras aquí y que te hayas dejado llevar… con un abrazo.
      Salud.

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  6. Querido amigo Julio:
    Gracias por alegrarnos el fín de semana con tus poesías tan encendidas. El soneto me recuerda algunos de Quevedo y de Gabriela Mistral.
    Empleas algunas frases interesantes, en especial una de ellas: «Tan lejos de la edad que mi pie pisa», en ella relacionas, de manera magistral, dos conceptos abstractos como son el tiempo y el espacio. Vuelves otra vez al mismo simbolismo con «ante el viejo solar de mis abrazos«, en este caso son el tiempo y los sentimientos los que resultan atrapados por tu bella poesía.
    El desenlace me deja un sabor «manriqueño«.
    Un abrazo
    Santi

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    • Pues viene a alegrarme a mí tu compañía en este fin de semana en el que el catarro, la gripe o lo que sea que se mueve por este invierno, me tiene recluído en casa. El planteamiento del amor, que siempre es joven o incluso adolescente en su primeros rubores y emociones, es el que campea en el soneto con un final de aceptación inevitable, sea cual sea la edad, condición y vida. La flor insinuada puede entenderse directamente por la jovencita que encuentra a un hombre mayor, lo suficiente, para saber que no se le pueden poner puertas al campo, pero que también puede estar ya duro el alcacel para zampoñas. Pero esa flor insinuada puede aparecer entre personas de parecida edad, podría -si así lo queremos- representar la pasión del enamoramiento que no conoce de años, y el salto al vacío provocará la misma sensación de vértigo. En todo caso, nos rendimos al amor.
      Gracias por la compañía y tu estupendo comentario, Santi. Con un abrazo.
      Salud.

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