El amor después del amor.- Garbi Losada.- ADOS TEATROA

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El amor después del amor, de Garbi Losada
ADOS TEATROA

Teatro Barakaldo, 28 de febrero de 2014

Más allá de donde ubiquemos el amor, sea en una relación heterosexual u homosexual, la obra es un acierto en el modo, forma y fondo, al tratar la demencia generada por el alzheimer. Dicho esto, cabe desgranar el cúmulo de emociones suscitadas a través de la acción desarrollada sobre el escenario, así como abrir el abanico de los afectos expuestos a la irreversible pérdida de la memoria que van aflorando y abrazando con sus angustias a cuantas personas rodean a la persona enferma y, a través de la representación, a los espectadores. Del nudo en la garganta, al llanto desconsolado e incontenible de alguna de las personas asistentes. De la visión desoladora de una personalidad progresivamente desintegrada y destruida, al desamparo total de la muerte.

No hay, sin embargo, melodramatismo en este texto. Lo subrayo por si alguien se siente inclinado a pensar que la emoción y las lágrimas pudieran responder al tono sensiblero y fácil de la obra. No es el caso. Hay un trabajo serio de disección de la enfermedad y una exposición nítida y sin concesiones de sus  efectos devastadores y  el alcance de los mismos. Cualquiera que tenga o haya tenido algún familiar afectado por algún tipo de dolencia como el alzheimer o semejantes, habrá revivido dolorosamente su situación y habrá sentido, probablemente, más cercana la comprensión y la compañía en esta tragedia. Cualquiera que solamente haya oído hablar de este problema, se habrá impresionado. Creo que nadie sale de la sesión teatral indiferente ante lo que ha presenciado.

Pero tampoco conviene entender que  la obra se trate de un simple texto bien hecho de denuncia y campaña en torno al alzheimer. Estamos hablando de teatro, de arte escénico, y es desde esa perspectiva que debemos enjuiciar lo que ADOS TEATROA planta ante el espectador.

Al acierto del texto de Garbi Losada, bello y poético, crudo y desgarrador, bien construído sobre situaciones afrontadas con realismo y valentía, hay que agregarle el no menor acierto de un montaje en el que la obra plástica de Dora Salazar envuelve la acción en toda la amplitud del escenario para proyectar de manera amplificada el proceso interior de la enferma, su cada vez más fragmentada visión del mundo y el recorrido por los recuerdos que le van quedando; ese último tramo de la vida en la que permanecerán los afectos más profundos como última compañía.

También la música. En este caso está tan pegada a la acción y su desarrollo que parece pasar desapercibida. Pero sólo puede considerarse este resultado un éxito del autor, Javier Asin. Contribuye de manera eficaz a crear el clima adecuado y, junto al trabajo de iluminación de Xabier Lozano, definir en sus coordenadas exactas la acción dramática.

El otro aspecto relevante de este estreno absoluto en el teatro Barakaldo se refiere a la interpretación. Acertada y con momentos magistrales en el caso de la protagonista, Ane Gabarain; con más voluntad y corazón que aciertos los de Dorleta Urretabizkaia y Sara Cozar. Pese a su amplia experiencia, tal vez su juventud o el peso de la responsabilidad en unos papeles difíciles les haya conducido a una gestualidad y expresión corporal bien concebidas pero poco creíbles en determinadas escenas, así como una sobreactuación o tono de voz excesivamente elevado y plano. Nada, por otro lado, que afecte de manera negativa a la línea de flotación de la obra en su puesta en escena. Se merecen, sinceramente, todos mis respetos y aplausos por encima de las anteriores observaciones.

Una tarde de teatro, en suma, interesante y muy positiva. Un estupendo espectáculo que va más allá del entretenimiento, que no es cosa mala, y de la simple anécdota. Teatro de compromiso, agarrado a las raíces de los problemas humanos, aquellos que, como el alzheimer, nos deshumanizan a cuantos vivimos en su periferia cuando los ignoramos. Porque el amor lo encontramos y lo necesitamos, como el título indica, también después del amor.

González Alonso

Crítica teatral (inicial) de David Barbero: El amor después del amor

12 comentarios en “El amor después del amor.- Garbi Losada.- ADOS TEATROA

  1. Hola, Julio. Yo tuve a mi padre con multiinfartos y acabó con demencia. Te diré que guardo un recuerdo maravilloso. Disfruté de él, a pesar de la tristeza del deterioro, pues rompió la barrera de su intimidad y me dijo cosas que no olvido. Fue un ser tierno, entrañable hasta el final. Es cierto que hubo sus malos momentos, sobre todo al cambiarle la sonda, pero sólo recuerdo sus palabras de amor. Si me sucede lo mismo espero que mis hijos guarden el mismo recuerdo.
    Muchos besos a Agurtzane y para ti.
    Pilar Morte

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    • Amiga Pilar, sin duda alguna te gustaría esta obra de teatro. Mi madre murió a causa de una isquemia cerebral, un deterioro similar al alzheimer, aunque más rápido. Ambos conocemos de primera mano lo que significa acompañar una despedida de un ser querido en estas circunstancias y cuántas cosas remueve la indefensión del familiar atrapado en la enfermedad y tu propia impotencia para remediarla. Es un largo diálogo en el que aparecen, como dices tú, momentos entrañables e inimaginables.
      Gracias por tu comentario. Con un fuerte abrazo.
      Salud.

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  2. » EL AMOR DESPUES DEL AMOR »

    Siempre que te leo me siento tan identificada contigo , que parecería que expresas mis sentimientos . Te admiro por esa brillante capacidad de comunicación .

    Mi enhorabuena por tus trabajos .

    Con un abrazo .

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    • Querida prima:

      Me consta que compartimos bastantes ideas y formas de entender el mundo y sus problemas; así pues, creo que juego con ventaja a la hora de sentirte más próxima a los pequeños escritos que voy dejando en Lucernarios. En el caso de esta obra de teatro hay algo más, y tú lo sabes. Tanto mi madre, como tu padre, el tío Benjamín, tuvieron un final largo y dolorosamente complicado. No hubieras podido reprimir las lágrimas contemplando las escenas que se iban sucediendo sobre el escenario porque tocaban algo conocido y todavía próximo.

      Me alegra leerte aquí, Flory. Con un abrazo.
      Salud.

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