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Las últimas naranjas del invierno
agua fresca en tu boca
calendario de abrazos en tus brazos
miel caliente en los labios
y los besos,
ojos del alba.
Sabías que me iría en primavera,
que soy nieve en las cumbres
corriendo en los arroyos
y manando en fuentes de deshielos.
Te dejo, amor, las flores de mi mano
tendidas en la falda de los montes
de tus senos
y un alocado sueño de deseos
en la fértil humedad de tus entrañas.
Sabías, ay, y me amaste
y dejaste que te amara
y a la boca trajimos la lujuria
de las últimas naranjas
del invierno.
Julio G. Alonso
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