Frutas en un mercado de Filipinas

Huelen los colores redondos de las frutas
en sus aguas y néctares, memoria
de las raíces primeras de la tierra,
mieles carnosas de las abejas del tiempo
reposado en el aire.

Llegan a la vista y el aroma de la vida
germinada y fértil y oceánica
como llega el viento golpeando su furia
y derrumba el mar sus aguas
atormentadas
y borra las siluetas de las costas.

Multicolores formas congregadas,
sabores generosos de pólenes antiguos
multiplicando su luz en los mercados;
allí estáis, testigos ajenos de la belleza,
ofrenda natural y pacífica
en su sensualidad
haciendo fácil
la sonrisa en los labios, la promesa pulposa
de los tactos,
la luminosa mirada de los ojos
en la búsqueda sin fin de la alegría.

González Alonso

Fotografía: Lorena Fernández
El poema y la foto corresponden al libro «Filipinas, tierra de tifones» que se editará en marzo por A Fortiori Editorial, y que será incluido por Nati Puerta, editora e impulsora del proyecto,  dentro de la colección «La oficina de las causas perdidas«.
Se trata de una publicación solidaria. Lo recaudado con este libro de fotografías de Lorena y los textos de los distintos autores que acompañan las fotos  se destinará a facilitar la continuación de sus estudios a los niños de Filipinas víctimas de los tifones.

Ensaladilla rusa

 

Ensaladilla rusa

Toda blanca en el plato. En una masa
con algún leve toque de aceituna
deja en su redondez de fría luna
el frescor que a la boca suave pasa.

Cebolla picadita en esta casa
de patata, bonito y la oportuna
mahonesa, que es salsa que ninguna
otra salsa en su gracia sobrepasa.

Algún pimiento rojo, algún guisante,
huevo cocido o lomos de anchoíllas
darán, también, un toque interesante.

Puede otro plato resultar bastante,
mas si tengo que hablar de ensaladillas
afirmo que la rusa es la importante.

González Alonso

 

Salmorejo

Salmorejo cordobés         SALMOREJOSalmorejo cordobésSalmorejo cordobés

Ay bendita humildad que en salsa pones
tomate, pan, aceite,  la alegría
de ajo y pizca de sal, que es compañía
de este manjar modesto que compones.

Porque si en el calor de los fogones
crecen soberbios platos cada día
sólo el color le basta, yo diría,
para nacer sencillo con sus dones.

Fresco, suave y gentil es en el trato
jugando a seducirnos con su aroma
de armonioso equilibrio en su recato.

Y logrólo sin duda en la redoma
antigua del saber el salmorejo
del que fiel, esta salsa, nombre toma.

González Alonso

Rescato hoy, de entre la serie de sonetos gastronómicos generalmente dedicados a la cocina leonesa, este plato que descubrí hace años en la ciudad de Córdoba y del que me hice aficionado. Se trata de una sopa o salsa -no sabría distinguir bien-, hermana humilde del humilde gazpacho, que se sirve fría. No requiere, por tanto, de fogones ni complicadas y largas maniobras en la cocina; elementos primarios sencillos, naturales, bien aprovechados y ofrecidos con la virtud de su sabor, el aroma,  y el color que los acompaña. Espero que disfrutéis del contenido de estos catorce versos que pretenden hacer justicia a un gran plato, uno de tantos, nacidos de la necesidad y la imaginación de  gentes acostumbradas a pasar con poco y de lo poco hacer virtud.

El magosto.- fiesta leonesa de la recogida de las castañas.

El magosto concita la alegría
en torno a las hogueras y la noche
donde son las castañas un derroche
otoñal en colores y ambrosía.

Recogen los castaños en la umbría
el eco quejumbroso de un reproche
y un beso que el amor pondrá de broche
antes de que despunte el nuevo día.

Y asándose castañas en la hoguera
y aunándose las gentes en su torno
surge la fiesta alegre y verdadera;

sin más contemplación ni más adorno
que el humor y la risa harto ligera
y fresca que se extiende en el contorno.

Julio González Alonso

 

En las tierras del viejo Reino de León y en las provincias de Zamora, Salamanca y León, la fiesta de la recogida de las castañas recibe el nombre de Magosto. Se celebra en torno a estas fechas de Todos Los Santos y el Veranillo de San Martín. Es una fiesta que se hace en casi todos los lugares donde abundan los castaños y cuando estos son comunales todos los vecinos participan en la recogida y posterior reparto de las castañas en medio de la celebración del magosto, generalmente acompañado de música, sea gaita o dulzaina, saltos en las hogueras y compartiendo también el orujo. No era infrecuente la ocasión de iniciar noviazgos entre los jóvenes al calor de las hogueras y del orujo, el olor de las castañas,  animados por la música y  tentados por la oscuridad de la noche. O sea, lo de toda la vida. Os dejo algunos enlaces en los que se puede seguir esta costumbre leonesa en diferentes localidades; en cada uno de ellos no dejaréis de encontrar alguna curiosidad sobre esta fiesta:  BIERZO .- EL CORREO DE ZAMORA .- COLEGIO RURAL «ERIA JAMUZ»  .- COMUNIDAD LEONESA  .-PUNTO CAÓTICO  .- EBIERZO.COM- EL MAGOSTO DE BALBOA  .- AYUNTAMIENTO DE LEÓN  .- DIARIO DE LEÓN  .-  LA MURGA DE NITO  .- MI MÁGICO LEÓN .- BÉJAR (SALAMANCA) Nota: Este soneto fue convertido en canción por Paco Mallada y podéis escucharlo en : http://argayo.get-ctrl.com/#/music/magosto ¡Que lo disfrutéis!

Soneto a la morcilla gordonesa.

Río Bernesga a su paso por La Pola de Gordón.- Foto de Alfredo GarcíaRío Bernesga a su paso por La Pola de Gordón.- Foto de Alfredo GarcíaMorcilla leonesa de La Pola de Gordón.- Imagen de la red.

Duele el frío que azota por el Cueto
cuando el gocho se entrega a la matanza
con chillido que a toda Pola alcanza
y anuncia que su fin se lleva a efeto.

En su morir ni salgo ni me meto
que de su vida no hago la semblanza,
pongo el acento al punto en la mudanza
de su sangre en morcilla, que es un reto.

Así envuelta y cocida en la cebolla
con pimentón se mezcla y da a la vida
la morcilla en el fondo de la olla.

Y cuando en los manteles es servida
más sabrosa y jugosa que la molla
se celebra esta sangre así embutida.

González Alonso

Invierno en La Pola de Gordón (León).- Foto cedida por Eloy JoséEl Cueto visto desde La Pola de Gordón (León).- Foto cedida por Eloy José

Nota 1: 1.- Gocho: cerdo o puerco, en leonés. 2.- Pola.- La Pola de Gordón, municipio leonés (España) 3.- El Cueto.- monte de Pola o La Pola. 4.- efeto, arcaísmo por efecto. 5.- Molla: parte magra de la carne

Nota 2.- Hace ya algún tiempo, por no decir varios años, que me decidí a poner en solemnes sonetos los mejores platos, más populares y entrañables, de la cocina leonesa en particular y de la española, en general. El primer soneto quise dedicarlo a la morcilla gordonesa (morcilla al estilo leonés) porque, dentro de la enorme variedad de morcillas conocidas, era la más conocida por mí y la que presentaba rasgos más diferenciados con las demás morcillas. Recordé los fríos días de principio de invierno, cuando mi tía Encarna organizaba la matanza del gocho; allí los mayores ayudando y los guajes curioseando, éramos testigos del trasiego y faena que hacía que las despensas se aprovisionaran de chorizos, jamones y morcillas para hacer frente a los rigores de las nevadas y días de hielo. Por eso, la mejor manera de contar la morcilla era contar la muerte del gocho, nunca entregado de buen grado a la faena, y glosar el resultado final de esta entrega a las mesas y manteles. El soneto es una composición formada por versos endecasílabos generalmente acentuados en las sílabas 6ª y 10ª (también pueden formarse versos sáficos con acento en 4ª, 8ª y 10ª) que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos (rima consonante A-B-B-A) y dos tercetos (rima consonante C-D-C ; C-D-C u otras combinaciones, pues hay cierta libertad) y que pueden terminar, aunque no es lo usual, en un estrambote que consiste en tres versos, el primero de 7 sílabas que rimará con el último verso del segundo terceto, seguido de dos endecasílabos pareados (con la misma rima). 

Elogio del vino.

 Peter Paul Rubens: Ceres, Venus, Cupido y Baco (1612/1613)

El vino siembra poesía en los corazones. Dante Alighieri

En aromas te envuelves y en sarmientos
te naces de la tierra dando el fruto
de la uva  en su negro y fiel tributo
que acarician las aguas y los vientos.

Y es de todos los bellos nacimientos
que nos traes, que celebro y que disfruto,
el vino en sol forjado el oro bruto
merecedor de humanos cumplimientos;

porque si en verdes parras atesora
agua, tierra, la luz, fruto y memoria,
la inteligencia en su alma es la que mora.

No cabe al hombre, pues, más que a la historia
dar razón de la vida, aquí y ahora,
celebrando el regalo de esta gloria.

González Alonso

Fresa

fresa[2]

FRESA

Si en el espacio torpe de mi boca
eres sabor que a la lujuria incita
no ignores el regalo de esta cita
festiva, juvenil, alegre y loca.

Que si la vida es breve y es tan poca,
su corta brevedad en ti concita
largo placer que con pasión invita
a vivir el amor que me provoca.

Pongo en mis labios besos que te besan
y deshago en mi lengua los placeres
que en húmedas caricias se me entregan.

Te como y te hago mía mientras llegan
con ardor los prestados menesteres
de los sentidos que el deleite encierran.

Y pienso, como piensan,
de esta jovial y lúbrica  locura
que no hay, por repetir, miedo a la  hartura.

González Alonso