El espanto de Toledo.- Pedro Muñoz Seca

el-espanto-de-toledoEL ESPANTO DE TOLEDO
Pedro Muñoz Seca

AL ALBA TEATRO
Auditorio Ciudad de Vera
6 de septiembre de 2023

Dirección: Antonio Gallardo
Ayudante de dirección: Isabel Martín
Pianista: Patricia Corrales Molina
Reparto: Conchita Caparrós; Elisa Caparrós; Himilce Sánchez; Catalina Candil; José Joaquín Sánchez Martínez; Antonio Gallardo; María Álvarez Oliver; Rosa Gerez Martínez; Adrián Pérez; José Antonio Vázquez; Fidel Fernández; Juanfran Flores; Ricardo Álvarez

El espanto de Toledo3Si aceptamos las convenciones de la astracanada, entregada a las más diversas situaciones disparatadas y cómicas con la única pretensión de hacer reír, nada hemos de objetar a la obra de este subgénero teatral de la comedia cultivado con eficacia por Pedro Muñoz Seca. “El espanto de Toledo” cumple sobradamente y de forma –yo diría- sobresaliente, la condición de astracanada, con sus retruécanos, juegos de palabras, nombres propios que dan lugar a equívocos –como Rosario para hombre, seguido del apellido Sarasa, aludiendo a la condición homosexual-, chistes, ripios, caricaturización esperpéntica de los modos, modas y usos de otras latitudes –como la inglesa- o hiperbolización de la agresividad machista y dominante del personaje protagonista más controvertido, con nombre usualmente de mujer y apellido de equívoca tendencia sexual que resultará ser, a la vez, acomplejado y tierno en el amor, amado y temido a partes iguales.

El espanto de Toledo8Al parecer el término astracán y astracanada que designa a este subgénero de la comedia, proviene de la misma ciudad rusa de Astracán, a orillas del mar Caspio, pero ignoro el porqué. En todo caso, parece que el astracán teatral vino a resolver la crisis del sainete, representado en un solo acto.

El caso es el mismo. Lo determinante es si la pieza teatral funciona, se sostiene y sirve a los fines propuestos. Y la verdad es que lo hace a la perfección. Este texto trufado en su acción trepidante de una sucesión incansable de situaciones grotescas, personajes histriónicos y pretensiones amorosas, cumple sobradamente con la finalidad propuesta de la diversión y la risa. ¿Alguna cosa más podemos encontrar en esta astracanada de Pedro Muñoz Seca? Por supuesto. La ágil y afortunada pluma del dramaturgo nos revelará, desde la simple –pero difícil- pretensión de divertir, un cuadro esclarecedor de las costumbres, usos y prejuicios de la sociedad española del primer cuarto del siglo XX; costumbres, usos y prejuicios que todavía se intentan superar en el primer cuarto del siglo XXI. Y si dentro de otros cien años siguiera interesando esta astracanada, podríamos admitir que –en el fondo- algo esencial y perdurable en el tiempo de la condición humana subyace en sus disparatadas escenas. Sigue leyendo