Las locuras por el veraneo
Carlos Goldoni
Noviembre Teatro y Teatro Español
Versión y dirección de Eduardo Vasco
Intérpretes: Rafael Ortiz; Elena Rayos; José Ramón Iglesias; Mar Calvo; Alberto Gómez Taboada; Jesús Calvo; Celia Pérez; Manuel Pico; Anna Nácher
Teatro Barakaldo
30 de noviembre de 2024
Carlo Goldoni está considerado el padre de la comedia italiana introduciendo en la contemporaneidad a personajes realistas. Propuso, y consiguió, en el siglo XVIII, sacar a la comedia de enredo de su estado para convertirla en comedia de carácter con la exageración de los rasgos de sus personajes. Como dato tristemente anecdótico señalemos que, tras su éxito en Italia y Francia, murió en la pobreza extrema.
La intención de Eduardo Vasco para esta versión de “Las locuras por el veraneo”, fue acercar la comedia a nuestro pasado más reciente ubicando su acción en el ambiente europeo de los años 20 del pasado siglo. Con una escenografía sencilla y eficaz recreará el ambiente adecuado a cada una de las escenas desarrolladas. Destaca el acierto del vestuario y es reseñable la interpretación coral de las canciones que forman parte de la obra. No estamos, sin embargo, ante un musical.
No hace falta señalar que una buena dirección es garantía de éxito cuando la interpretación queda en manos de actrices y actores como los que, con desenvoltura, ingenio y frescura, dieron vida a los personajes de la comedia huyendo de sobreactuaciones fáciles.
La comedia cumple con todos los requisitos de ser frívola y ligera, con unos personajes superficiales enredados en su afán de ostentación, guardar las apariencias y el qué dirán. Y gastando más de lo que pueden, aunque pueden mucho.
Estamos descubriendo la idea del veraneo del siglo XVIII, un lujo reservado a las clases altas, burguesía y aristocracia, con unos veranos que duraban tres meses retirados a la vida campestre en grandes mansiones rodeados de amigos e invitados, grandes fiestas y un montón de criados. La obsesión por ser quien viste mejor y más a la moda, quién celebra mejores festejos y ofrece las mejores y más abundantes comidas o quién tiene más invitados, dará pie al derroche, los enredos, y la realidad de unas deudas que no se pagan nunca. A todo ello vienen a sumarse los asuntos amorosos con su maleta cargada de celos y la esperanza equivocada de resolver los problemas económicos con una buena dote en el matrimonio. Sigue leyendo

William Shakespeare manejó con clara inteligencia los resortes humanos, la misma condición humana y el sentido de la existencia de manera, también, reflexiva y crítica. Eso hace que sus piezas dramáticas sean para siempre y que los más de cuatrocientos largos años que nos separan del momento de ser escritas se nos antojen cercanos, como si todo hubiera ocurrido ayer mismo o esté ocurriendo al socaire de las noticias diarias que inundan la prensa, llenan la radio y aparecen en la televisión.
Puede resultar, después de la triste experiencia de la II Guerra Mundial, algo problemático el personaje del judío usurero encarnando los valores más negativos mostrados junto con su odio rencoroso y su intransigencia. Pero, al lado de este personaje siniestro, se encuentra también el de su hija, una hermosa muchacha judía que abandonará el ambiente opresivo de su casa para huir con su novio cristiano. La vida misma. Porque no es la condición de judío lo que hace detestable al personaje, sino lo abyecto de su conducta al esconder sus debilidades tras el judaísmo; de igual modo, no es la condición de ser judía lo que hace realmente bella a su joven hija, sino su naturaleza y entrega a la vida y el amor con la generosidad con que sólo la juventud puede hacerlo. Escudarse detrás de la historia de un pueblo, hacerse la víctima y pensar que todo lo malo le viene del rechazo de los demás a esa historia y creencias, es manipular las cosas de manera cobarde, rechazando la idea de juzgarse a sí mismo como persona y asumir la responsabilidad que le corresponda.


Noche de Reyes – Twelfth Night – Decimosegunda noche.- William Shakespeare.-
La ambivalencia sexual tratada en Noche de Reyes se presenta a través de los personajes que con una definida tendencia heterosexual se sorprenden a si mismos dudando en algunas ocasiones de sus sentimientos e inclinaciones frente a alguien de su mismo sexo; o aparece el personaje decidida y abiertamente homosexual en una relación no correspondida, pero comprendida, así como la mujer seducida por otra mujer disfrazada de hombre. Toda una variedad de situaciones en las que parece que todo es posible y nada es lo que parece se abren paso a través de la comedia de Shakespeare, y sin rasgarse las vestiduras, en esta obra festiva escrita como homenaje de la visita del Duque de Bracciano a la reina Isabel y representada en la misma Noche de Reyes. Conviene aclarar que hasta el mismo título juega un papel en esta gran comedia, pues la decimosegunda noche después de Navidad es la del 5 de enero, víspera de Reyes. Se trata de un periodo en el que, irónicamente, las cosas no son como suelen ser: las gentes se hacen regalos, se reúnen las familias, se deja de trabajar, se da un trato más igualitario y comprensivo, se dejan a un lado diferencias irreconciliables, incluso se declaran periodos de paz o de tregua en las guerras y se desdibujan los papeles atribuidos a los sexos, aspectos todos ellos reconocibles en la comedia shakesperiana.