William Shakespeare y compañía.- Vanessa Martínez, Gustavo Galindo y Pedro Santos

William Shakespeare y compañía
Escrita por: Vanessa Martínez; Gustavo Galindo; Pedro Santos

COMPAÑÍA TEATRO DEFONDO
Dirección: Vanessa Martínez
Intérpretes: Gustavo Galindo; Esperanza García-Maroto; Ángela Garman; Vicenç Miralles; Pedro Santos; Rocío Vidal
Teatro Barakaldo, 29 de noviembre de 2025

Los clásicos, en esta ocasión William Shakespeare, nos sirven extraordinariamente bien para diagnosticar los males arrastrados por las sociedades modernas. Será el drama de Otelo el que funcione como una radiografía a través de la que descubrir la enfermedad, tal vez incurable, de los protagonistas de la tragedia humana. Egoísmo, rencor acumulado, antipatías, odio, vanidad, acoso y abusos sexuales, violencia, dogmatismo ideológico, frustración o envidia; todo ello se desliza detrás del trabajo cotidiano, los proyectos, la colaboración, la amistad, el compromiso, la voluntad de progreso, el respeto y el reconocimiento. Cada cosa y su contraria se irá plasmando en las relaciones personales de cada intérprete de una compañía que pretende representar el Otelo de W. Shakespeare. Cuando se paran a pensar en sus personajes, defenderlos y justificarlos, esos personajes se harán dueños de sus personas y removerán las razones y sinrazones de su existencia; juzgando a los personajes de ficción acaban juzgándose a sí mismos.

Todo transcurre tras la segunda puesta en escena  de Otelo y la cena que sigue en un restaurante a la representación en la cual la trama de la obra se entrecruzará con la trama de sus propias vidas. Pretendiendo dar sentido a lo representado terminarán encontrando el sinsentido de cada escena de su vida.

La obra, de carácter circular, se abre y se cierra con la misma escena, la del asesinato de Desdémona a manos del celoso Otelo; la diferencia entre una y otra es que en la primera el crimen tiene un carácter tragicómico haciendo reír al espectador; en la segunda ocasión, la que cierra la representación, el carácter trágico no deja lugar a la risa. Por medio queda en suspenso la realidad del personaje de la operadora de luz y sonido –que antes fue actriz- alcohólica y depresiva tras una historia personal de acoso sexual sin resolver; la realidad de la joven actriz debutante viviendo también una situación de acoso por parte del actor principal, con cierta fama e influencias y muchas promesas de trabajo para la debutante; también se nos muestran las miserias y resentimientos de una pareja rota y la situación del eterno y frustrado actor de segunda fila. Sigue leyendo