LITURGIA
La poesía es –no lo olvides- árbol de vida,
madera nacida de la luz y la tierra
y sus materias inorgánicas, humedad
fértil de lluvia, y luego el viento
y las semillas esparcidas y así
se multiplica y crece
con su misterio siempre
inexplicable.
Cuando mece sus ramas, una liturgia
de cantos de aves y violines se hace palabra
y santuario
de emociones primigenias;
es entonces
cuando no entiendes,
pero sabes
y una claridad de soles vibra
entre los sueños
en la dulce agonía
que envuelve las horas de todos los relojes,
el silencio suspendido en las aguas aquietadas
y el reflejo de un íntimo pesar,
sólo la queja –al fin- recostada al cobijo
de la sombra
de lo que queda del amor.
González Alonso