
NADA
No hay luz ni sombras en los ojos
de la ira. Casi no hay dios.
Nada dicen los charcos de nubes apagadas.
Nada dicen los columpios de hierros entrenzados.
Nada dicen los pájaros muertos
en los nidos calientes. Nada dicen
las putas dormidas
en el lecho agotado
de la noche.
González Alonso